CAPITULO 146

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Joe llamó a sus padres, para preguntarles si podían ir a verlos ese fin de semana, a Jon le extraño, siempre era él quien insistía en verlos, pero su hijo le dijo que tenía ganas de verlo. Jon como un buen alfa temible, acepto ver a los diablillos, incluso preparó algunos juegos para ellos.

-No vas a hacer la misma broma que con Jay y Taku, pequeño dulce...- Noah se rio, mientras Joe se mantenía serio- Papá es muy mayor, no quiere que le pase nada malo...- mintió, Jon seguía manteniéndose joven, aunque con más arrugas- Es ya muy mayor, Noah.

-No les voy a hacer nada...- compraron tres cajitas diferentes, para dárselas- El señor Corbin, ha sido bueno conmigo y con diablillos, no voy a hacerle nada.

-Pequeño dulce, te estaré vigilando...- acarició su vientre mientras sonreía- Bollito, hoy ¿Se encuentra mejor?

-Solo he tenido nauseas matutinas, papá protector...- Joe hizo un puchero- No me duele, ya no tengo apenas cólicos, no tienes que asustarte.

-Anoche, tardaste en dormirte, tienes que estar cansado...- el omega negó con su cabeza – Mi amor, si necesitas descansar dímelo, le pediré a papá que te preparé una habitación.

-Estoy bien, Joe...- miro a sus hijos por el retrovisor- Creo que los diablillos, tienen muchas ganas de ver a sus abuelitos ¿verdad?

-El abuelito Jon, dijo que jugaría conmigo cuando fuéramos a verle – Tyrion sonrió- Y la abuelita Agatha me daría muchos caramelos, aunque el tío Lander dice que no puedo comer muchos, porque si no me dolerá la tripita.

-Leah...- Skyler abrazo su peluche, el pequeño tesoro preguntaba mucho por ella, aunque cuando estaba junto a Yoko, tenía algo de celos – Mi hermanita...

Joe miro a Noah, de nuevo. Estaba preocupado por él, llevaba varios días sin dormir muy y quejándose mucho de la barriga, le dijo de ir al hospital, pero él se negó, solo se calmaba si ponía su mano sobre su vientre.

-Mi amor, te quiero...- Noah sonrió, Joe se lo decía todo el tiempo, luego lo besaba y abrazaba- Lo sabes ¿verdad? Eres mi pequeño omega dulce.

-¿Qué pasa, Joe? – lo miro de reojo- Te preocupa algo ¿no? Es sobre el bollito, lo sé, pero no tienes que tener miedo, si algo fuera mal yo te lo diría.

-Me tienes que decir cuando te duela mucho ¿De acuerdo? No puedes ocultarlo...- acarició su vientre de nuevo – Bollito, no seas malo con Noah, por favor.

-No lo hace a posta, los primeros meses son así, Joe...- sonrió y puso su mano sobre la del beta – Eres doctor, especializados en omegas y en bebés, deberías saber que para los omegas masculinos el embarazo es un poco doloroso.

-Pero apenas duermes por la noche, mi amor...- eso lo entristecía – Cuando te quedas dormido empiezas a hacer sonidos extraños, como si fueras un gatito herido, mientras te encojes y me pides un abrazo.

-No soy un bebé, puedo sobrevivir un día sin dormir bien...- Joe quería reñirlo, pero se controló- Solo son unos meses, luego estaré bien, cariño.

Joe aparco en el parking del orfanato y ayudo a bajar a los diablillos, mientras Noah esperaba, lo miraba para comprobar que estuviera bien, mientras Skyler le pedía que se diera prisa.

-Leah, Leah...- Luke los esperaba en la entrada con la pequeña, Skyler se escapó para ir a su lado, el beta tuvo que atraparlo para que no se cayera.

Skyler abrazó a Leah, y le dio la mano, para esperar a su hermanito, también saludo a Luke, pero fue rápido, su hermanita era más importante, el beta se rio cuando vio lo que le importaba de verdad. Lander no tardo en salir, al escuchar la voz del pequeño.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora