Noah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él.
Noah siempre creyó esa historia y llegó a...
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Joe decidió darles una sorpresa a los pequeños diablillos antes de que empezaran las clases de nuevo, Noah no sabía nada, pero se dio cuenta de que su novio estaba tramando algo, cuando lo vio riéndose y mirando la pantalla de su móvil en la madrugada, cuando lo llamó se hizo dormido y escondió las pruebas.
-Joe...- el beta empezó a roncar, y Noah se dio la vuelta para abrazarlo- Sé que estás despierto...- no le contesto, así lo aprisiono con una de sus piernas para molestarlo un poco, lo había despertado - ¿Qué estás haciendo?
Noah se volvió a dormir, Joe comprobó que no estuviera haciéndole una broma y volvió a mirar el móvil, una gran sonrisa se había formado en su rostro. Había conseguido las entradas para ir a un parque de atracciones para niños, una habitación de hotel y el anillo que había encargado para pedirle matrimonio al omega ya estaba listo, mañana iría a por el y le pediría a Noah que preparada las maletas para todos, sin decirles donde iba.
Le pidió a Jay que mantuviera el secreto, serían unos días muy importantes para él, quería que Noah se sintiera feliz, haría cualquier cosa por él. Aunque estaba tramando una pequeña travesura, esperaba que no se enfadara mucho con él, quería ver cómo le brillaban los ojos a su pequeño omega.
Apenas durmió aquella noche, estaba demasiado nervioso, de vez en cuando observaba a aquel pequeño chico que dormía a su lado, y sonría, besaba su mejilla y su compañero se enfadaba arrugando la nariz, a Joe le gustaba molestarlo, hasta que Noah se enfadó en serio, dándose la vuelta, lo abrazo por la espalda y le dijo "Te amo", hasta que se quedó completamente dormido.
Tyrion le pregunto varias veces a Joe, porque no podía ir a las clases de dibujo ese día, antes de que se fuera a por algo importante, a Noah le extraño que le pidiera que hicieran las maletas, no le había dicho nada antes y aún se acordaba de la risita de aquella madrugada.
Noah tenía miedo, no sabía lo que estaba tramando, y eso era peligroso, muy peligroso, demasiado.
Joe compro unas camisetas para Tyrion y Skyler, ellos serían sus cómplices, aunque aún no lo sabían, tenía miedo de que el pequeño dinosaurio dijera algo, así que esperaría un poco. Compro una rosa y puso el anillo dentro, luego lo escondió en la guantera del coche, fue a una papelería para comprar una pequeña tarjetita que se adecuara a su omega, quería escribirle cuanto le quería.
Pensó en comprar helado, por si Noah quería huir, pero se derretiría en el coche, seguramente hubiera en el hotel.
Se aseguró que todo estuviera bien, antes de subir a casa y sonrió, tenía ganas de que Noah se convirtiera en su prometido y luego en su esposo, no podía esperar.
Lo amaba, no sabe cuándo empezó a amarlo, pero lo hacía, sus pensamientos eran siempre Noah y los pequeños diablillos, y el bollito que vendría, si es que el omega quería tener más hijos.
Skyler fue el primero en saludarle, cuando entro en casa, Tyrion estaba en su habitación terminando un nuevo dibujo y Noah lo esperaba en el salón junto la maleta. Sonrió, nunca llego a pensar que él podría ver esa imagen.
