El calor era sofocante, el verano había llegado y ninguno de los dos tenía ropa adecuada para esa temporada, la búsqueda de empleo de Celia no daba sus frutos, cuando se daban cuenta de que iba con un niño la echaban del trabajo, había conseguido un poco más de dinero, pero gastaba la gran parte en comida, pidió ayuda de nuevo a su madre, tragándose su orgullo, pero ella decidió ignorarla de nuevo – Deshazte del niño primero-, Celia no podía hacer eso, Tyrion no podía estar solo, era demasiado pequeño.
-¿Cuándo llegara mamá?- el pequeño pasaba el tiempo mucho tiempo preguntado por Noah, lo echaba de menos- No se acuerda de nosotros ¿verdad?
La inocencia de Tyrion iba mermando a medida que pasaba el tiempo, la esperanza de encontrarse de nuevo con el omega era cada vez más baja, incluso llego a pensar que los había abandonado, quería volver a casa, hacía tiempo que no veía a su padre y de cierta manera le echaba de menos, incluso pensaba en portarse mejor para que Nathaniel no se enfadara con él.
-¿Cuándo volveremos a casa? Celia...- la mirada triste del pequeño era muy dura para la niñera, ella intentaba que Tyrion fuera feliz, pero a veces el hambre era demasiado para ambos- Quiero ver a papá, también quiero ver a Luke y jugar con mamá.
Tyrion intentaba aguantar las lágrimas, los niños del barrio de los omegas se burlaban de él diciéndole débil, no quería que Celia pensara lo mismo, tenía miedo de que ella también se fuera, en su mente estaba que la beta se estaba aburriendo de él.
-Si me porto bien, ellos vendrán ¿no?...- jugueteaba con los papales que había en el suelo de aquella casa abandonada, eran sus únicos juguetes ahora- Si Tyrion es bueno, mamá le traerá comida ¿no?
Celia busco ayuda en el barrio, había una pequeña comunidad de betas, ella se inscribió allí, intentado conseguir algo más de comida, la casa abandonada les daba techo y agua, aunque no era potable, así que debían almacenar las botellas que conseguían.
-Noah vendrá pronto...- el pequeño alfa ya no creía las palabras de Celia, siempre le decía lo mismo, pero no vio nunca a su mamá, sabía que estaba mintiendo, ella miente muy mal- No te preocupes, Tyrion.
Celia dejaba muchas veces a Tyrion con un chico del barrio, él les había ayudado a encontrar una casa en la que poder dormir, incluso ayudo a Celia a encontrar trabajo, aunque no funciono, la beta perdía muy deprisa aquellos trabajos, al no ser la indicada, buscaban a mujeres omegas y ella no lo era.
-¿También me tendré que quedar con él, hoy?- se quejó el pequeño, cuando vio que Celia se cambiaba de ropa- Yo quiero estar contigo, Celia.
-Pobre Gio, a él le gusta jugar contigo, se entristecerá si se entera...- acarició la cabeza del pequeño, pero Tyrion no quería mirarla- Os lo pasareis bien.
Celia salió de la casa cuando el chico llego, Tyrion la miraba asustado, no le gustaba estar a solas con él, le hacía hacer cosas muy extrañas, que tenía prohíbo decirle a la niñera, el pequeño alfa tenía mucho miedo, ese chico solo era amable con su niñera.
-Vamos a conocer a unos amigos...- Gio tiro de Tyrion para que estuviera más cerca de él- A ellos les gustan los niños, te lo pasaras muy bien.
El pequeño alfa iba de la mano de Gio, el chico sonreía a todo el mundo, parecía inofensivo, hasta que llegaba a aquella calle desierta, la cara de aquel omega cambia radicalmente, según Tyrion, le salían arrugas en la frente y sus ojos cambiaban de color.
-Lo he traído, como habéis dicho...- un grupo de betas y omegas estaban sentados en aquellos sillones mugrosos, querían aparentar tener dinero, pero sus trajes eran viejos y gastados- No le hagáis ninguna herida visible, no podemos permitirnos que ella lo descubra, sería peligroso.
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Lo que ocultan las palabras
RomanceNoah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a...