Lo que ocultan las palabras

CAPITULO 83

La primavera llegó, pero aún hacía frío, el joven Jay no podía confiarse mucho con el tiempo, se había puesto la última camisa que se había comprado, estaba orgulloso, era lo primera que compraba con el sueldo que le daba su padre por su trabajo, se desilusiono cuando noto el frío, se tuvo que poner una chaqueta, no podría lucir bien su outfit.

El beta estaba enfadado, no podía enseñarle el outfit a Noah, quería que su hermano viera lo bien que le quedaba. Espero a que bajara, Jay intentaba que su querido amigo no estuviera tanto tiempo con su tío, se había enfrentado a ese apestoso alfa más de una vez, siempre conseguía llevarse a Noah con él.

-¿Qué pasa? – estaba curioso, escuchaba murmurar al beta, sabía que estaba enfadado, pero no entendía porque- Jay ¿has discutido con alguien? Hoy no has visto a mi tío.

-Yo quería enseñártelo bien – Noah lo miro de reojo, Jay nunca pensaba lo que decía, era algo muy común- Estuve media hora preparándome, para que mi hermanito lo viera, pero esta chaqueta lo arruino todo – hizo un puchero y el omega no pudo evitar reír- Debería hacer más calor ¿no? Ya quiero que venga el verano ¿vendrás a la playa conmigo?

-Sabes que mi tío no me deja – Jay se quejó, él siempre invitaba a su hermanito a ir, pero se negaba- Un omega como yo, no puede ir a la playa, es demasiado peligroso.

-Pequeño omega tonto, si estoy contigo, ningún idiota se te acercará, tu tío solo dice mentiras – no le gustaba ese hombre, nunca le había caído bien- Mi hermoso hermano, debería ir a la playa.

No le contesto, Jay se quitó la chaqueta, para lucir su outfit al completa, le daba igual el frío, Noah le seguía, mientras él intentaba convencerlo para ir con su familia a la playa, en realidad sabía que el omega quería ir, pero le tenía demasiado miedo a Connor.

-Vienes al teatro esta noche ¿no? – negó con la cabeza, Connor solo le dejaba estar fuera de casa hasta las siete, si llegaba más tarde sería castigado- Dile que te quedas en mi casa, ya lo has hecho antes.

-Su amante le acaba de dejar y está demasiado enfadado, no quiero ser el motivo que lo enfade más, aún tengo las marcas de la última vez – no le contó lo que paso realmente, solo le pidió que fuera a por él- Cada vez que rompe con alguien, lo paga conmigo, estoy acostumbrado.

Jay miraba con lástima a su hermano, ha pensado en llevárselo a su casa más de una vez, mientras Connor estuviera fuera, y no dejarlo volver, pero Noah rechazaba esa idea, ese estúpido alfa era su tío.

-Al menos escucharas el ensayo de hoy ¿no? – Noah asintió, eso hizo sonreír a Jay- Hemos preparado la canción que te gusta, esta vez, voy a ser yo el cantante, estoy un poco nervioso.

-Lo vas a hacer genial – le sonrió, amaba la voz de Jay, no se parecía su carácter fuerte y a veces errático, cuando el beta cantaba parecía un ángel – Yo siempre seré tu mayor fan, recuérdalo, Jay.

-El primer disco que saque a la venta, será para mi hermanito – los dos se rieron, pocas veces Noah estaba tan relajado- También te sentarás en primera fila, cuando me convierta en un cantante mundial, me da igual el horario de tu tío apestoso.

Llegaron al pequeño local que alquilaron, no era el mejor sitio para ensayar, pero si el más barato para unos chicos que acababan de empezar a trabajar, no podían permitirse grandes lujos, así que su padre les dejo instrumentos viejos de la tienda, los cuidaban bien, no podían romperlos.

-Bienvenido Noah, ya te echábamos de menos, Jay no te quería volver a traer, dice que tiene miedo a que te hagamos algo – el castaño hablo, mientras miraba al beta, la última vez que trajo a Noah se enfadó mucho con ellos- Lo de aquel día, solo fue una broma, supéralo ya.