Luke convenció a ambos hermanos, diciendo que estaría bien después de tomar la pastilla, y le agradeció a Joe de haber venido, pidiéndole disculpas varias veces por haberlo despertado, hizo lo mismo con Lander. Ambos hermanos se miraron de reojo.
-No le digáis nada a Jon, estoy bien...- sonrió, quería demostrar que no pasaba nada y que solo había sido un pequeño susto- Gracias, Lander y Joe.
-Debes ir al hospital, Luke...- insistió Joe, el beta estaba muy preocupado por él- Mi padre lo entenderá, puedes estar unos días descansado.
-Jon ya ha hecho mucho por mí, no puedo molestarlo por una pequeña molestia, doctor Ross.
-Que volvieras a caminar, fue casi un milagro, Luke...- el beta se sentía orgulloso por su logro- Pero eso no significa que estés bien, tu cuerpo necesita recuperarse, y no le estás dejando.
-Tengo que cuidar de mi pequeña...- Joe lo miro algo enfadado, sentía que estaba fallando en algo – Mi única familia es Leah, debo darle una buena vida.
-Para darle una buena vida a tu hija, debes estar bien y no le estás, joven Luke – Lander se sentó a su lado- No puedes seguir fingiendo que no te duele, pronto papá se dará cuenta, no te va a despedir, él no haría eso.
-Tengo que cuidar de mi pequeña...- volvió a repetir, Lander quería golpearlo para entrará en razón- Estamos solos.
-No estáis solos, nos tenéis a nosotros, por favor...- el alfa estaba a punto del llanto- Deja de decir que todo está bien, joven Luke, pídenos ayuda.
Luke se quedó en silencio, Joe volvió a su casa, mientras Lander se quedó con el beta, le había pedido que se fuera a cuidar a su mujer e hijo, pero él no quiso, sabía que ellos estaban bien.
-Señorito Corbin...- lo miro, el alfa estaba triste por su culpa- Iré al hospital cuando me despida del pequeño Reed.
-¿Hasta cuándo vas a seguir sufriendo? – Luke se quedó mudo, Lander estaba llorando- No hagas lo mismo que Archie, por favor. No te vayas, papá no podrá soportarlo.
-No me voy a morir, señorito Corbin – no podía hacerlo, Leah era importante para él- Mi hija me necesita, no puedo dejarla sola.
-Tú también necesitas a alguien, joven Luke...- el beta se rio, le gustaba estar solo – No puedes quedarte solo con los recuerdos dolorosos, necesitas ser feliz.
-Ya soy feliz, muy feliz, con Leah...- Lander negó con la cabeza, su amigo necesitaba confiar en alguien, hablar con alguien, pero no lo hacía- Solo quiero que ella este bien.
-¿Y tú? ¿Cómo estás? – un nudo se formó en la garganta de Luke- ¿Estás bien? Joven Luke ¿Eres feliz?
No contestó, le dijo a Lander que estaba muy cansado y se durmió, el alfa se quedó allí, dormía en el sofá e iba a ver como se encontraba Luke, le cambio el pañal a Leah, para que siguiera durmiendo, el beta tenía muchas pesadillas, le pedía a Nathaniel que se detuviera, le pedía a Charly que no se fuera, se disculpaba con Archie y Noah, lloraba y se golpeaba para castigarse.
-No lo hagas, joven Luke...- Lander detuvo los golpes, el beta estaba temblando- No te volverán a hacer daño, nosotros estamos a tu lado.
A la mañana siguiente vistió a Leah, mientras Luke se cambiaba, preparo el desayuno y muy a su pesar los llevo al orfanato, el beta no estaba en condiciones para ir, pero no podía negarse, le prometió que iría al hospital cuando Reed se fuera con sus nuevos padres.
-Estoy bien...- Lander lo miraba de reojo, cada vez que detenía el coche- Gracias.
-Pídele vacaciones a mi padre, por favor...- se rio, el alfa hablaba en serio- Yo haré tu trabajo, no te preocupes, cuidaremos de Leah entre todos.
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Lo que ocultan las palabras
RomanceNoah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a...