CAPITULO 49

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La llegada de Noah a la habitación fue un alivio para todos, el omega seguía un poco adormilado y no sabía muy donde estaba, miraba a todos con una sonrisa, pero se sentía extraño, ya empezaba a añorar las pataditas del pequeño tesoro, todo cambio cuando vi su carita, el bebé tenía hambre, busco desesperadamente el pecho de Noah, su boquita estaba abierta, pero no encontraba nada, el omega seguía con la bata puesta, Skyler impaciente se puso a llorar.

-Espera un momento – el omega quería ir más rápido, pero le costaba moverse- ¿Cómo se hacía? – Skyler no se enganchaba al pezón, y se estaba impacientando, algo estaba haciendo mal, pero el pequeño tesoro fue más rápido que Noah – Tenías hambre, ¿verdad?

Tyrion se sentó al lado de Noah, intentando no tocar a su mamá, Joe le había explicado que tenía una herida en su vientre y debía ir con cuidado, el pequeño omega veía como Skyler tomaba la leche, él intento tocar una de sus mofletitos, se enfadó.

-Tiene carácter desde pequeño – Jay contenía su emoción al ver a Noah, él ya había comprobado que todo estuviera bien con el pequeño tesoro -, cambiarle el pañal ha sido complicado, no le gusta que lo vistan, creo que tendremos un problema – Noah se rio, el pequeño estaba tranquilo en sus brazos, pensaba que Jay estaba exagerando las cosas – Es precioso, hermanito.

-Es mi bebé – el omega, contó los dedos de las manos y los pies, le parecía una imagen maravillosa, le quito el gorrito unos segundos y se dio cuenta que Skyler apenas tenía pelo – Mi pelón, tendremos que comprar más gorritos – Noah, empezó a llorar de la nada, no sentía dolor, ni tristeza, el omega estaba llorando de felicidad, al fin lo tenía en los brazos, estaba aliviado – También me acuerdo de ti, te amo, mi pequeña estrella – el omega, hablaba del bebé que había perdido.

Skyler vino al mundo, la madrugada del 25 de diciembre, cuando la nieve empezó a caer en la ciudad, el pequeño respiro por primera vez, Jay hizo una pequeña broma, pensaba que el pequeño quería celebrar las fiestas con ellos y debía salir, no podía perdérselas.

-Mi vida – la cabeza de Deva se asomó por la puerta del hospital, había recibido el mensaje de madrugada y lo había visto al despertar - ¿Cómo te encuentras? – la anciana omega, puso la bolsa de regalos en el escritorio y se acercó a Noah, el bebé estaba durmiendo plácidamente en la cuna - ¿Es el tesoro?

Deva se acercó a Skyler, junto a Elías, tenía miedo de despertarlo, era tan pequeñito y hermoso, sus bisabuelos lloraron al verlo, el pequeño omega que estaba sentado en el sillón los miraba extrañados ¿Por qué lloraban al ver a su hermanito? Tyrion se levantó y fue con ellos, los miró con curiosidad, sus caras le sonaban, pero no los conocía.

-Soy Tyrion – se presentó, como le había enseñado Taku, debía saludar antes de pedir los nombres- Soy el hermanito mayor de Sky.

-El que le quito el móvil a Noah, para hablar con nosotros – el pequeño no sabía a lo que se refería aquel hombre, pero asintió- Teníamos ganas de conocerte, yo soy Elías, el abuelo de Noah.

-Mamá – miro a Noah, para que lo confirmará, el omega asintió, Deva abrazó a Tyrion, pero el pequeño se alejó, no le gustaba el contacto físico – No, solo lo puede hacer mamá – hablaba serio, tenía miedo a que le hicieran daño – También le dejo a Jay y Taku, pero no me gustan, abuelita de mamá.

Deva se sintió feliz, con la confesión de Tyrion, no iba a hacer algo que no le gustará al pequeño, aunque se muriera de ganas de volverlo a abrazar, Elías perdió su oportunidad, cuando Tyrion se acercó a Jay para que lo protegiera.

-Tenemos un regalo para ti, esta noche han venido a dejarlo en el árbol – el pequeño se acercó despacio a Elías, mientras estaba atentó a sus movimientos – Pesa mucho, ven Tyrion, no puedo sostenerlo más.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora