CAPITULO 50

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Pasaron cuatro días en el hospital, hasta que Noah estuvo completamente recuperado, también le hicieron unas pruebas al pequeño Sky, todas dieron buenos resultados, Skyler era un bebé sano y algo glotón, al que no le gustaba que le cambiaran de ropa, solo se calmaba si Noah lo cogía en brazos, el omega pensaba que era mala idea que estuviera tanto tiempo en sus brazos, pero no quería que su bebé llorará.

Se fueron de nuevo a casa, con dos vehículos diferentes, Joe se ofreció a llevar a Tyrion con él, aunque el pequeño lloró un poco al separarse de Noah, el beta tuvo que explicarle que su mamá estaba enferma y necesitaba dos asientos en el coche para poder cómodo. A Noah le molestaban los puntos, apenas se podía mover bien solo, Jay lo tenía que ayudar.

-¿Estás cómodo? – el beta se giraba cada dos por tres a verlo, Noah le respondía con una sonrisa, intentaba que Skyler no se despertará- Si te molesta algo, o tienes frío puedes decirlo.

-Estoy bien, Jay, no te preocupes, Sky está dormido, ha sido buena idea darle de comer antes de irnos.

Taku conducía con cuidado, mientras soltaba pequeñas feromonas para calmar a Noah y Sky, al pequeño le gustaba estar con él, aunque lloraba si no estaba su madre cerca, Joe les dijo que el bebé tenía buenos pulmones. Tyrion seguía mirado al alfa de manera sospechosa, así que él intentaba mantenerse lejos de aquel niño curioso.

-Hemos llegando – anuncio Taku, mientras entraban al parking, de lejos vio a Tyrion, sentado al lado de Joe, el beta hablaba con él, pero el pequeño lo ignoraba – Han sido más rápidos de lo que pensaba.

Jay ayudo a Noah a bajar, mientras Taku cargaba con Skyler, el pequeño se despertó cuando el coche se detuvo y empezó a llorar, estaba en un sitio que no conocía y eso lo asustó.

-Hermanito...- Tyrion corrió hacía Taku cuando lo vio, pero el alfa le pidió que bajara la voz- Ahora te enseñaré la estrella, Taku me ayudo – le susurro- No te preocupes, guarde las luces de nube, Sky.

Joe iba detrás de Noah y Jay, llevaba la mochila del omega y del bebé, mientras que ambos amigos estaban discutiendo, Noah quería ir solo, pero Jay no le dejaba, eso hacía enfadar al omega.

-¿Qué pasa si te caes? – le recrimino el beta, Noah intentaba caminar unos pasos delante de él- Con cuidado, acabas de salir de quirófano, no vayas tan deprisa.

-Estoy bien, Jay, solo me duele la cabeza...- el beta se asustó, acercándose más a él- Tu eres el causante del dolor de cabeza, puedo ir solo, no lo ves, no me duele.

-Noah, lo hago por tu bien, cuando lleguemos a casa te dejaré ir por donde quieras, los pasillos son muy largos y no quiero que te canses- el omega acepto sin rechistar más, había sentido una pequeña punzada en el vientre- Así mejor ¿no?

Jay estaba feliz, de haber vencido a Noah, el omega le escuchaba reírse por lo bajo, quería vengarse de él, pero no tenía las fuerzas suficientes. Tal y como dijo el beta, dejo libre a Noah cuando llegaron a casa, el omega se dirigió a la cocina, para coger un trapo y limpiar lo que había ensuciado hacia unos días, Taku al ver que el omega intentaba agacharse para limpiar, lo detuvo.

-Ya lo limpie, no tienes que preocuparte...- sentó a Noah en el sofá y le puso a Sky en los brazos- Tiene hambre, está buscando la comida con desespero, ha intentado morderme.

Sus compañeros no dejaron que el omega se moviera apenas, Tyrion era el encargado de vigilar a los dos, mientras los demás guardaban las cosas y echaban a lavar la ropa sucia de Sky, en cuatro días que tenía ya necesitaba una lavadora para él solo.

-¿Te gusta Sky? – el pequeño omega, acariciaba la manita de su hermano despacio, tenía miedo de hacerle daño y sabía que se enfadaba si le molestaban mientras comía – Cuando termine quieres abrazarlo – el pequeño aceptó, pero primero debía enseñarle algo a Skyler.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora