Un omega con pancita empezó a seguir a su hermano junto a una mini versión de él, Noah estaba triste, hoy iba a visitar a sus abuelos, pero el tiempo decidió que no era buen momento, quería que Jay le hiciera caso, pero el beta estaba cansado de la insistencia del omega, ya le había dicho mil veces que no irían, incluso tuvo que aguantar la mueca de tristeza que le hizo Noah, no iba a arriesgarse a llevar a su hermano con ese tiempo.
-Taku, no le hagas caso...- amenazó al alfa, quien estaba cogiendo las llaves del coche- Está lloviendo, Noah, no podemos salir con este tiempo ¿Qué pasa si te refrías? No voy a arriesgarme – Noah lo miro de nuevo, quería que le hiciera caso- No me pongas esa cara, ya he avisado a tu abuela, iremos mañana ¿no puedes esperar un día?
-Jay...- el omega hablo triste, está mañana se había levantado emocionado, pero empezó a llover de la nada- Prometo que no refriare, Sky estará bien.
El beta lo ignoró, no sabía cuan cabezota podía ser el omega, parecía un niño pequeño, se estaba comportando peor que Tyrion. Noah continuo siguiendo a Jay por un buen tiempo, hasta que sus piernas se cansaron, se sentó en el sillón que estaba cerca de la ventana y empezó a ver por ella.
-No te da tristeza...- el alfa miraba a Noah desde lejos, la escena le rompía el corazón- No me cuesta nada llevarlo, intentaré mantener el coche con una temperatura buena para él, pero no quiero seguir viéndolo así, Jay...
-Nos está provocando – cruzo sus brazos, sabía cómo debía tratar con Noah, estaba jugando para que le hicieran caso- Es un viaje de tres horas, por más lento que vayas es peligroso, Noah está en las últimas de embarazo y un golpe puede provocar el parto, Joe me lo dijo, no me voy a arriesgar, lo llevare mañana si hace buen tiempo, no quiero que le pase nada malo, Taku, no caigas en sus garras...- miro al pequeño, que estaba escuchando todo- Tyrion, no imites a mamá.
El pequeño se fue indignado, solo quería que jugaran con él, no estaba imitando a Noah, pero Jay pensaba que sí, Tyrion se fue donde estaba su mamá y se sentó a su lado, el olor de Noah le daba tranquilidad, pero él prefería abrazar su vientre, al cabo de los minutos, los dos se quedaron dormidos mientras se abrazaban.
-Taku, ayúdame a llevarlos a su habitación...- el alfa cargo con Noah, Jay ya no podía llevarlo, pesaba mucho para él.
Taku puso con cuidado al omega en la cama, Noah dormía rodeado de almohadas y abrazado a Tyrion, así que lo puso todo como le gustaba al omega, con cuidado de no hacerle daño a su vientre.
-Ahora es la bella durmiente...- se burló Jay, no le molestaba que Noah estuviera emocionado, pero tenía miedo de que su amigo sufriera- Mañana te llevaré, ahora duerme tranquilo- acarició su cabello y luego saludo al bebé- No hagas que mamá se despierte, pequeño tesoro.
Jay y Taku se quedaron el sofá, ahora la casa estaba completamente tranquila, los dos omegas estaban dormidos, podían tener un momento romántico, total faltaban unas horas para el día siguiente.
-Jay...- el alfa, comenzó a pasar su mano por la pierna de su compañero, hasta llegar al abdomen del beta- Vamos a la cama, los tengo escondidos para que no lo encuentre Tyrion...- siguió provocando al beta hasta llegar a la habitación- Noah tiene el sueño profundo.
Taku cerró la puerta tras ellos y puso a Jay en la cama, el beta lo miraba con cara pilla, mientras el alfa se quitaba la camisa del pijama, levanto sus manos para tocar los abdominales de su pareja y los conto uno a uno, el alfa jadeaba al tacto del beta, eso le encantaba a Jay.
-¿Cuántas haremos hoy?- el alfa estaba sonrojado, Jay era demasiado para su inocente pensamiento- Taku ¿Cuántas veces quieres hacerlo?- beso los labios del alfa despacio- Tengo mucha energía.
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Lo que ocultan las palabras
RomanceNoah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a...