La pareja fue a casa de Joe después de pasar unos días en el hotel, Tyrion estaba emocionado por ver a su papá, así que recibió al alfa como siempre, hacía tres días que no lo abrazaba, debía demostrarle que le quería mucho, él era quien le daba dulces a escondidas, el malvado Jay los escondía para que no los comiera – Al final te hará daño, pequeño travieso-, el beta estaba loco, como le iba a hacer daño el chocolate, estaba delicioso. Jay le mentía, y el pequeño omega no iba a caer, seguramente se comería su chocolate a escondidas para no darle, eso no podía permitírselo, así que tenía que hablar con Taku urgentemente.
-¿A mí no me saludas? Tyrion- el beta también esperaba un abrazo- También te he echado de menos, y además tengo un regalo para ti.
-No me aprietes, Jay...- se acercaba poco a poco a él, siempre lo engañaba, pero quería saber que era el regalo- Solo te dejo apretar uno de mis cachetes...- no tuvo tiempo de escapar.
-¿Has ido a la playa?- el pequeño asintió, aunque Noah le hubiera puesto bastante crema, había cogido algo de color- ¿Te lo has pasado bien? Joe ¿ha hecho algo malo a mamá o al pequeño tesoro? – asintió y Jay lo miro de reojo- Doctor Ross ¿no estabas herido?
-No hice nada, te lo prometo...- levanto sus manos en señal de inocencia- Solo los he cuidado, el pequeño travieso es un mentiroso...- Tyrion se ofendió y fue hacía Joe- Noah te puede contar la verdad, yo...- el pequeño omega golpeo la herida del beta ¿Cómo se atrevía a llamarlo mentiroso? Esta vez sí que lo había visto.
-Le hizo ¡pam! en el pañal de mi hermanito, cuando él estaba durmiendo...- cruzo sus brazos, estaba realmente cabreado.
Se fue hacía Noah, su mamá le defendería si Joe se enfadaba con él, Tyrion estaría protegido, aunque el omega no le estaba haciendo caso en ese momento. Tyrion tuvo que improvisar.
-Mamá, me duele la tripita...- sonrió cuando le hizo caso, si estaba en sus brazos, no recibiría ningún castigo, puso cara de pena, como lo hacía su hermanito- Joe no me ha dejado comer helado, Jay – se acurruco en los brazos de Noah- Me estoy muriendo de hambre, mamá, por eso me duele la tripita.
-Pequeño mentiroso, acabas de comer un helado hace poco, sigues enfadado por lo de hace unos días...- Joe confesó su delito sin pensarlo- Apenas roce a Sky, él siguió durmiendo – había caído en el juego de Tyrion- No le hice daño.
Ninguno de los dos gano, el pequeño omega se olvidó de la disputa después de que Taku le diera un nuevo helado, estaba contento, consiguió lo que quería, así que dejo tranquilo a Joe por un rato. El beta lo observaba desde lejos, intentando adelantarse a los pasos de ese travieso.
-¿Te gusto mi sorpresa? Doctor Ross...- le susurro en el oído, el beta asintió- Él quería devolverlo, pero el ticket desapareció por arte de magia, yo no sé lo que paso.
-Pero no se puso el otro, los peques lo llevaban, pero él no...- también quería ver cómo le quedaba aquel osito- Trajo el de la última vez ¿Sabes algo?
-Me olvide de él, lo siento...- se dieron la mano, Noah sospechaba que tramaban algo, era raro verlo juntos- A la próxima se lo pondrá, no te preocupes, Joe.
-Pásame el número de ese hotel, Jay...- eso ya no le gusto al beta – Es para un trabajo de investigación, importante.
-¿Qué trabajo? – la voz del beta cambio, pero Joe no se dio cuenta- Cuéntame...
-Tiene una cascada cerca ¿no? He oído que los baños son muy buenos y ofrecen buenos masajes...- Jay no había ido a ese hotel- Noto que a Noah le duele mucho la espalda, creo que es por cargar al pequeño Sky, así que quiero darle un regalo...- estaban hablando de temas diferentes- ¿Es un buen hotel?
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Lo que ocultan las palabras
RomanceNoah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a...