CAPITULO 84

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El bailarín intento despertar al beta, pero estaba profundamente dormido, Jay se reía cada vez abría los ojos y llamaba "ángel" a Taku, el alfa estaba muy preocupado, pensaba que la lluvia le había afectado a la cabeza. Pensó que debía hacer, no conocía a ese chico de nada, era la primera vez que lo veía. Intento llamar a sus padres, pero no encontró su móvil.

-Te llevaré a mi casa, solo hasta que te despiertes – cargo con el risueño Jay y comenzó a caminar- Pequeño beta ¿Qué hacías ahí?

Jay se acurrucó en los brazos de Taku, el alfa se sentía un poco incómodo, era la primera vez que cargaba a un chico, no sabía lo que pensarían las personas si lo vieran, menos mal que no había nadie.

El apartamento de Taku, se encontraba cerca del teatro, solo tenía que caminar por unos diez minutos para poder llegar, Jay seguía riéndose, pensó que había recogido a un beta borracho.

-¿Qué hacía allí fuera? Hace mucho frio, pequeño beta – poso a Jay en su cama, le quito la ropa mojada, él estaba completamente estático, pero no quitaba la sonrisa de su rostro- ¿Quién eres?

Jay tardó varias horas en despertar, el beta estaba muy a gusto en aquella cama, abrió los ojos cuando empezó a entrar el sol por la ventana y se quejó, le molestaba.

-Mamá, cierra la ventana – su voz sonaba ronca, no le hicieron caso, así que se cubrió con la sabana- ¡Mamá! Apaga el sol, por favor.

-Pequeño beta, creo que eso es imposible – se asustó al oír esa voz, su madre no sonaba así- ¿Estás bien? – puso su mano sobre la frente de Jay, tenía algo de fiebre- Pequeño beta...

Jay se quedó paralizado, pensaba que lo había soñado, el bailarín estaba a su lado, no sabía cómo había llegado ahí, estaba asustado, se cubrió de nuevo con las sabanas, Taku se quedó sin palabras, hasta que el beta grito.

-Mi ropa ¿Dónde está? – se tocó la espalda y la entrepierna, para comprobar que no había pasado nada- No duele ¿pero dónde está mi ropa? Sigo estando completo – respiro profundamente, el comentario de Jay hizo reír a Taku - ¿Qué me has hecho?

-Pequeño beta, tu ropa estaba demasiado mojada, así que la lave y la puse a secar, no quería incomodarte – Jay bajo un poco la sabana, para ver bien a Taku- Ahora está limpia y seca, te la puedes.

-No soy un pequeño beta, mi nombre es Jay – hizo un puchero, Taku no podía verlo porque estaba cubierto- No me gusta que me llamen pequeño beta.

-Lo siento...- le sonrió, el corazón de Jay se aceleró y agradeció que las sabanas le cubrieran- ¿Qué hacías allí?

-Quiero ser tu amigo – Taku empezó a reír, lo que hizo que Jay se sonrojara, se sentía despreocupado en aquella situación- Me gusta mucho como bailas, así que quería conocerte, Taku –se sorprendió al escuchar su nombre, no sé lo había dicho, aún- Pero tardabas mucho, casi me muero de hambre y frío.

-Pequeño beta – Jay lo amenazo con la mirada y el alfa trago saliva – Eso es peligroso, podían haberte hecho daño.

-Soy fuerte, mira – flexiono su brazo para demostrarlo y la sabana bajo, dejando medio cuerpo al descubierto – Era el mejor luchador del instituto – mintió- Ningún alfa me ha ganado nunca.

A Taku le preocupaba otra cosa, si él no hubiera salido y el beta se hubiera dormido, podría haber pasado cualquier cosa, se sentía aliviado de que estuviera bien, aunque pensaba que era una locura esperarlo con ese tiempo.

Jay lo miraba con curiosidad, intentaba descubrir cuál era el color de ojos del alfa, pero su cabello lo cubría, levanto su mano para descubrirlo, Taku se apartó un poco y el beta se enfadó, arrugo su frente, quería saber cómo eran sus ojos.

-Pequeño beta, será mejor que vuelvas a casa – Jay se cruzó de brazos, no se iba a ir tan pronto- Tu móvil no ha parado de sonar, tienes llamadas de tu madre y varios amigos, alguien llamado Noah te está buscando, pregunta cuando irás a por él.

Jay no le quitaba la vista de encima, Taku se sentía observado, el beta se negó a salir de la cama, hasta que no le diera su número de teléfono, se escondió de nuevo, haciendo un pequeño ovillo con la sabana.

-Pequeño beta, no puedo darte mi número – Jay hizo una mueca de disgusto, intento engañar a Taku haciendo como si fuera a llorar- No utilizo a penas el móvil.

-Pues me quedaré aquí – le saco la lengua, Taku se preguntó cuántos años tendría- Ya le he dicho a mi hermanito que hoy no puedo quedar, tengo mucho tiempo libre.

-Pequeño beta, deberías ir a casa, tu madre está preocupada por ti – el alfa le acerco un vaso de agua, Jay le sonrió- Puedo hacerte daño, yo no quiero eso.

-Ya te he dicho que soy fuerte, alfa tonto – no le gustaba que lo vieran débil- ¿Quieres pelear? Para comprobarlo.

-Pequeño beta, te creo, pero es peligroso estar solo con un alfa, lo digo enserio, no quiero hacerte daño – la cara de Taku cambio, ahora parecía triste- Por favor, aléjate lo más posible de mí.

-¿Me das tú número? – Jay se sentó en la cama, y tendió su móvil, no quería irse sin él- Podemos hablar por mensaje, yo quiero ser tu amigo, me da igual no poder verte, iré al teatro – sonrió – Iré a verte bailar.

Taku se rindió, al final accedió a darle su número, Jay estaba realmente contento, lo había conseguido, se sentía orgulloso, tenía que contárselo a alguien, su hermano debía saberlo.

-Nos vemos en el teatro, pequeño beta – Jay se despidió del alfa, Taku se quedó en la puerta, hasta que dejo de verlo- Será mejor que te olvides de mí, Jay, no soy bueno para ti, mereces a alguien mejor – su móvil sonó, y se asustó, Jay le había enviado un mensaje dándole las gracias- No quiero verlos – una lágrima cayó al suelo – Aléjate de mí, por favor.

Le había dicho a Noah que no iba a ir a por él, pero necesitaba contárselo, necesitaba hablar del bailarín con alguien, Marco y Jasper no lo entenderían, incluso se burlarían de él, pero su hermanito era diferente.

-Lo traeré a la misma hora de siempre, no te preocupes- Connor ni lo miró, Noah sonrió al ver a Jay, estar en esa casa lo ahogaba – Hermanito – lo miro pillo, el omega no sabía lo que pasaba- Te invito a un helado.

Jay hablo maravillas sobre Taku y solo hablaron unas horas, Noah no sabía quién era, al principio pensó que era un cantante nuevo, pero Jay lo negó.

-Es mucho mejor que un cantante, Noah.

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Jay, en ese momento, no sabía lo que ocultaba su bailarín, Taku sentía terror, no quería que el beta se acercará mucho a él, no quería hacerle daño a alguien más, de nuevo, aún le tiemblan las manos al recordar aquel día. Jay no se merece ser dañado por su culpa.

Datos sobre la banda de Jay:

*Su amigo alfa se llama Jasper y el dormilón se llama Marco.

*Fundó el grupo cuando estaba en el instituto, pero empezaron a tocar cuando terminaron.

*Marco es conocido por ser un mujeriego.

*Jasper siente algo por Jay.

*La banda se llama "Ghatton", a Jay le encantan los gatos, pero no podía llamar al grupo gato, Marco se negaba.

Datos de Jay: 

*Quería tener sexo, después de casarse, pero sabemos que no fue así. 

*Le hace fotos a Taku, cuando él no lo ve, sobretodo cuando sale del baño, el alfa, suele olvidarse la ropa en la habitación.

Hora de preguntas:

¿Qué oculta Taku? 

El alfa nunca ha hecho daño a Jay, no se lo perdonaría, cuida mucho a su pequeño beta, aunque eso moleste a menudo al beta. 

Espero que os haya gustado :)

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