El teatro estaba rodeado de policías y personas curiosas, habían acordonado la zona para que nadie pase, pero había gente dentro que no tenía nada que ver con ellos. No dejaban que nadie saliera del teatro y tampoco entrara, algunos de los niños de las clases empezaron a llamar a sus padres desesperados, tenían miedo y no sabían lo que pasaba, Hanya los intentaba calmar sin éxito, ninguno de los presentes entendían lo que ocurría.-Han denunciado que este lugar vende droga – Pavel lo negó en varias ocasiones, pero seguían diciendo lo mismo- Uno de sus trabajadores vende droga.
-Conozco a mis chicos y sé que no han hecho nada como eso – el beta se estaba cabreando- Pueden revisar todo el teatro si quieren, pero primero dejen ir a los niños.
-No podemos hacer eso – Orfeo se interpuso entre la policía y los niños cuando uno de ellos intento llevarse a uno de sus alumnos- Tenemos que revisarlos también.
-Son niños, no podéis hacer eso sin el consentimiento de sus padres, dejad ir a los niños y hablad con nosotros con tranquilidad.
Al cabo de unos minutos accedieron, los alumnos salieron poco a poco y se reunieron con sus padres, Pavel observaba a los policías, habían entrado sin que él se diera cuenta y empezaron a llamarlos a todos, se asustó cuando escucho a los niños llorar.
-Vamos a revisar las habitaciones, vosotros quedaros aquí, no os podéis mover, si escondéis algo, nos daremos cuenta.
Hanya miraba horroriza como desmotaban el teatro, pensaba que podían tener un poco más de cuidado, algunas cosas que se encontraban allí tenían gran valor para ella, sobretodo los premios que habían ganado.
Estuvieron una hora revisándolo todo y volvieron con una mochila, la cara de los policías era indescriptible, preguntaron de quien era y Taku dio un paso hacia delante.
-Tiene que venir a comisaria con nosotros – el alfa accedió, sin oponer ninguna resistencia, Pavel intento detenerlo, pero no pudieron- El teatro permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.
Subieron a Taku al coche policial, mientras los vecinos observaban, el bailarín era famoso en el barrio, no podían creer que hiciera algo ilegal, incluso algunos empezaron a insultarlo, pero Pavel les hizo callar, nadie insultaba a uno de los suyos.
El alfa se encontrada esposado entre los dos policías, no quería mirarlos así que mantenía la cabeza gacha, esta escena le traía recuerdos amargos, intentaba controlarse y no ponerse nervioso, podía sentir las feromonas de advertencia de uno de ellos y tenía miedo.
Al llegar a comisaria, Taku salió acompañado, le cubrieron el rostro para que no lo vieran, su cuerpo temblaba, no sabía cómo había llegado la droga allí, él nunca había tomado nada de eso y menos vendido, estaba en contra de esas cosas.
Le obligaron a sentarse y empezaron a leer sus antecedentes, su nombre estaba registrado por lo que paso aquella noche, aunque el juicio salió a favor de él, el rastro de la presunta violación le seguía.
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Lo que ocultan las palabras
RomansaNoah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a...