CAPITULO 91

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La tensión se podía sentir en el ambiente, Jay consiguió engañar a Noah para ir a ensayar, el omega no diría nada a cambio de una semana de dulces gratis, pagados por el beta, podía pedir tantos como quisiera. El beta entro en el local emocionado, aún le dolía el cuerpo, pero ya tenía ganas de estar con ellos, solo habían pasado dos días, pero él ya estaba recuperado o eso quiso hacer entender a Noah, el omega pensaba que no era cierto del todo, pero no podía permitirse perder ese trato, su tío no le dejaba tomar dulce en casa.

-No tienes que juntarte más con ese bailarín- le grito Jasper, el alfa estaba harto de escuchar a Jay hablar de Taku- Has tenido que ir al hospital por su culpa ¿Por qué sigues quedando con él? Esperas a que te maten ¿o qué?

Noah se escondió detrás de Marco, el beta era grande, si lanzaban algo, él lo detendría, el omega sabía que su hermano estaba enfadado, podía ver cómo le temblaban las manos de rabia, Jasper detuvo el ensayo cuando Jay recibió un mensaje de Taku, segundo después se puso a gritarle, el beta se estaba conteniendo para no golpearlo, pero no sabía cuánto tiempo podía durar.

-Con mi vida puedo hacer lo que quiera – dejo la guitarra a un lado, no quería romperla – No eres quien para decirme con quien puedo juntarme, Jasper.

-Soy tu amigo y quiero que estés bien, ese alfa te hará daño, ya lo ha hecho una vez, Jay abre los ojos.

-No fue culpa de él – agarro el cuello de la camisa del alfa- Tu no estabas allí, no puedes hablar.

-Tuviste que ir al hospital y aun así lo defiendes, Jay – hizo la misma acción que el beta- ¿Acaso estás loco? Sería mejor, que buscaras a una persona que no tuviera problemas con su pasado.

-Será mejor que no sigas por ese camino, Jasper – lo amenazo- Mantén la boca cerrada.

El alfa soltó el cuello de la camisa de Jay y saco el móvil de su bolsillo para enseñarle la información que había encontrado, ese chico no le cayó bien desde el primer momento, no iba a dejar que Jay sufriera otra paliza por su culpa, tenía que hacerle abrir los ojos.

-Violo a un omega, cuando iba al instituto- le enseño la noticia, se podía ver a un Taku más joven- Le dio una paliza, para después violarlo, casi lo mata, Jay.

-Él no fue – estaba seguro, el alfa que había conocido no era capaz de hacer esas cosas – No es cierto, Jasper.

-Una noche llevo al omega a una casa abandonada, y lo violo hasta casi matarlo – leyó la noticia en voz alta, para que todos lo escucharan- El omega se quedó embarazado, y él no se hizo cargo de nada, para colmo se libró de la cárcel ¿sigues pensado que es una buena persona?

-Taku no es capaz de hacer eso, yo he visto el miedo que siente, él no fue, Jasper – apretó más el cuello- No hables de él sin conocerlo.

-Eres tan ciego, que no ves lo que está pasando – empujo a Jay con fuerza, logrando tirarlo al suelo- Y si ahora eres tu quien acaba en una casa abandonada, puede que no tengas tanta suerte como ese chico y acabes muriendo, pero aún seguirás defendiendo a ese idiota, Jay abre los ojos.

-Él no hizo nada, yo creo en sus palabras – el beta puso su brazo sobre el abdomen, el golpe le había dolido- Jasper, deberías confiar en él.

-No me invites a tu funeral, no pienso ir- segundos después se fue del local, no lo volvieron a ver en las siguientes dos semanas.

Jay había llevado a Noah a su casa, como era costumbre, se había recuperado más o menos de las heridas, ahora podía moverse con más libertad y su madre le había quitado el castigo, podía ir a ensayar, aunque solo estaba con Marco y Noah.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora