Lo que ocultan las palabras

CAPITULO 80

Fue un mes complicado, los chicos intentaron que el pequeño dinosaurio no se diera cuenta, pero era demasiado curioso, tenían que hablar de sus planes cuando estaba durmiendo o Taku lo llevaba al parque. Noah sabía que nunca había celebrado su cumpleaños, así que le quería dar una sorpresa, todos estuvieron de acuerdo, el pequeño omega necesitaba celebrarlo.

-Luke, no hace falta que traigas nada, nuestros cocineros se encargaran...- Joe y Taku tenían una rivalidad culinaria demasiado alta- Tyrion no sabe nada, se piensa que no nos acordamos – Luke quería llevarle algo, aunque Noah se negaba- A él le gusta mucho dibujar, su libreta se terminó, no necesita ropa, Jay le compra ropa casi todas las semanas – el beta insistía en comprarle algo más- Él estará bien, le gusta cualquier tontería, no tenéis que gastaros mucho dinero.

-Sky ¿necesita algo? – negó la pregunta- Estás seguro ¿Está bien que vayamos?

-Tyrion te llama tío, y está esperando en ver a la pequeña Leah, habla de ella continuamente, quiere jugar con ella y Celia.

-Él ¿Está bien? Hace un año de ese incidente...- estaba preocupado- El pequeño ¿se ha recuperado? Siempre ha tenido una salud muy débil.

-Taku, se encarga de que este sano y cuando tiene un ataque de asma estamos preparados, Joe nos ha explicado lo que tenemos que hacer y lo llevamos al psicólogo una vez a la semana, ese pequeño travieso está perfectamente – escucho reír al beta, eso lo alivio- ¿Puedes comer de todo? O ¿tenemos que prepararte algo en especial?

-La doctora Blue, dijo que podía comer con moderación, la herida aún no se ha cerrado del todo...- le quitaron el tubo hacía unas semanas, tiene que seguir yendo a las cura- No puedo comer picante, es malo para el estómago – Noah se apuntó todo lo que le decía en las notas, para no olvidarse.

-Leah ¿ya come sólido? Le voy a preparar un puré de verduras a Sky ¿A ella le gusta?- asintió- Tengo una almohada especial, que usaba en el embarazo, para que no me molestara la barriga ¿la necesitas?- Luke se reía, el omega estaba demasiado preocupado.

-Voy a estar bien, Noah.

El plan era llevar a Tyrion al parque, junto a Sky y Jay, mientras Taku y Joe recibían a los invitados, tenían que distraer al pequeño al menos por dos horas, algo complicado, ya que el pequeño tesoro se cansaba enseguida. Noah intentaba engañarlo, pero Sky era listo, no dejaba que su mamá lo mintiera tan fácilmente.

-¿Quieres venir con el tío Jay? – el beta se tiraba por el tobogán con Sky, al pequeño le hacía cosquillas y eso le gustaba- ¿Otra vez?

-Mamá...- el pequeño dinosaurio observaba a Noah, curioso, nunca lo llevaba al parque tan temprano, era muy raro, el omega se estaba poniendo nervioso- ¿Quieres jugar? – respiro aliviado- Quiero llegar muy alto, mamá – Tyrion amaba el columpio.

Minutos después, se fue a jugar con unos amiguitos que había hecho esos últimos días, Noah estaba pendiente de los mensajes, Joe le avisaba cada vez que llegaba alguien. Sus abuelos, Luke, Celia y Leah, ya habían llegado, al igual que los padres de Jay y la hermana de Taku, solo faltaban dos personas. Jon también quería ir a verlo, pero tardaría un poco en llegar.

Avisó a Jay, estaba distraído con los pequeños diablillo, Sky intento comerse varias piedras, se enfada mucho cuando Jay se las quitaba, Noah no sabía quién era más cabezota, Sky intentaba engañar a su tío.

-Me da igual que te enfades, pequeño tesoro...- se puso a llorar en los brazos de Jay- No puedes jugar con eso, eres muy pequeño...- arrugaba su frente, mientras el beta intentaba no reírse- Cuando te riñe mamá, no te quejas, pequeño tesoro malvado – apretó su nariz- No me vas a engañar, el tío Jay sabe cuándo mientes.