𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)

Capítulo 30. Malfoy Lupin.🔞

Un año después.

— ¡Calie, Calie, Calie!

Hermione abrió la puerta de la habitación.
— ¡Llegas tarde!— reprendió a Pansy, quien sin prestarle mucha atención, se dio paso hacia la habitación, donde el resto de las damas de honor estaban esperándola.

— ¿Dónde estabas?— le preguntó Ginny.

— ¿Y Calie?— preguntó Pansy.

— Está en el baño— respondió Luna, que estaba peinando a Ginny—. Lleva un buen rato ahí dentro.

Pansy se apresuró y tocó la puerta del baño. Calie, quien al parecer escuchó el escándalo, abrió rápido y la jaló hacia el interior.
— ¿La conseguiste?— susurró.

— Sí— respondió Pansy, en un suspiro—. No sabes lo que me costó hacer que Blaise no se enterara— sacó una caja de su bolso y se la entregó—. ¿Lo harás ahora?

En eso escucharon la voz de Hermione:
— ¡¡Calie, Narcissa está aquí!!— anunció—. ¡¡Ya tienes que estar maquillándote, apúrate!!

— Lo haré después— susurró Calie.

Ambas salieron del baño y Calie fue a recibir a Narcissa, quien la observaba con una mirada cálida.
— ¿Estás lista, querida?— le preguntó.

— Estoy nerviosa— respondió con sinceridad.

Narcissa hizo un gesto con la mano, restándole importancia.
— No tienes de qué preocuparte.

— Solo de no vomitar mientras caminas al altar— dijo Pansy, con una sonrisa burlona.

Calie la fulminó con la mirada.
— Tu trabajo es ayudarme no ponerme más nerviosa.

— Tiene razón— coincidió Hermione, quien tomó a Pansy y la hizo sentarse—. ¡Ahora a maquillarte! Porque Tonks llegará pronto con el vestido de Calie y tenemos que estar listas para entonces.

— Ven, Calie— Narcissa la tomó de la mano y la encaminó hasta el tocador. Soltó el cabello que Calie tenía sostenido con una pinza y se lo pasó sobre los hombros—. ¿Recogido?

Calie sonrió y asintió con la cabeza.
Narcissa comenzó a recoger el cabello de Calie con movimientos delicados y expertos, formando suaves trenzas que se enroscaban hacia la parte superior de su cabeza. Sus dedos hábiles parecían trabajar sin esfuerzo, creando un recogido elegante que dejaba pequeños mechones sueltos alrededor del rostro de Calie, enmarcándolo con sutileza.

— Te ves hermosa, querida — dijo Narcissa con una sonrisa orgullosa—. Draco no podrá apartar la mirada de ti.

Calie, aunque aún nerviosa, sonrió con gratitud. Antes de que pudiera responder, la puerta de la habitación se abrió y Molly Weasley apareció, seguida por Tonks, quien cargaba al pequeño Teddy, cuyo cabello azul turquesa resaltaba al instante.

— ¡Tocamos pero nadie escuchó con tanto alboroto! — dijo Molly con su habitual energía, mientras sostenía una caja larga, evidentemente el vestido de novia.

— ¡Oh, Molly, Tonks! — exclamó Hermione, levantándose junto con las demás—. ¡El vestido!

Las chicas, ya vestidas con sus elegantes atuendos verde olivo, se acercaron emocionadas, sus ojos brillando de expectación.

— ¡Ya, por favor, déjennos verlo! — imploró Ginny, casi saltando de emoción.

Molly rio, negando con la cabeza.
— Lo siento, chicas. Solo Tonks y Narcissa se quedarán para ayudar a Calie a vestirse. Nosotras tenemos que esperar abajo — dijo con firmeza, aunque su sonrisa era amable—. Y me llevo a Teddy.