¡Traz,Traz! Un fuerte sonido se escuchó desde afuera. Pronto, cerré la puerta del baño y me senté, enroscada. Sabía que si Álvaro quisiera entrar, no habría como detenerlo; como era de esperar, no tomo mucho para que azotara la puerta y con voz dura, gruñera:
-¡¿Que demonios haces, Samara?! -Ahora estaba parado por el otro lado de la puerta del baño y la detuve para no escuchar su voz.
-¡No quiero verte, Álvaro! ¡Aléjate de mi, por favor! -Sentí un asco incomprensible. Si no hubiera escuchado esos sonidos , quizás me hubiera mentido a sí misma incluso después de saber lo sucedido. Pero ahora, era imposible no dejar de escucharlos. No importaba cuantas veces me había dicho a mi misma que no me lo imaginara desnudo con Rebecca, simplemente no podía. Todo se repetía en mi mente.
-¡Samara, abre la puerta! Lo que sea que es, podemos hablarlo! -podría congelar cualquier cosa con su voz fría. Sacudí mi cabeza porque aún me sentía incómoda tanto en mi corazón como en mi estómago.
-No hay nada de que hablar. ¡Aléjate de mi, por favor!
-¡Samara! -dijo, rechinando los dientes desde afuera de la puerta- ¡No pruebes mi paciencia, ¿si?
-¡Te dije que te alejarás de mi! ¡Aléjate! ¡¿No me escuchaste?! -le grite a la puerta a punto de romper en llanto. ¡Traz! Un gran impacto sacudió las bisagras de la puerta y di unos pasos atrás. Después de tres intentos, la puerta del baño se abrió y apareció su figura alta. Me observo con sus ojos negros desde la bañera.
-Samara, tu.....-Al ver mi cuerpo temblando y el resentimiento en mi mirada, su ira se fue calmando poco a poco. Luego de un largo tiempo, se acercó a mi lado y se agachó, extendiendo sus dedos hacia mi lentamente. Grite de manera instintiva por el miedo a que me tocara y sintiendo repugnancia a su cercanía.
-¡No me toques!
-Dime qué sucede. -Álvaro se detuvo su mano a mitad de camino y su aura escalofriante se disolvió en el aire. -¡Hay que divorciarnos, Álvaro! Por favor, solo hay que hacerlo. No quiero nada más. ¡Solo firma los papeles! -Mi voz se entrecortó. La expresión ya sombría de Álvaro se volvió mucho más seria y su mirada frívola se fijó en mi mientras murmuraba:
-¿Sabes lo que estás diciendo, Samara?
-¡Si! ¡Por supuesto que si! ¡Durante 4 años aguante todo el daño que me causaron, pero el amor no se puede forzar! ¡Ni con todo el cariño y amabilidad del mundo se puede remplazar el amor! -Álvaro me agarro fuerte, me saco del baño y me subió a la cama. Me tapo con una toalla antes de arrodillarse enfrente de mi y con sus dos manos tomando mis hombros con fuerza, me miró, diciendo:
-¿Que está pasando realmente? -Estaba tranquilo. Incluso cuando tuve una rabieta, se mantuvo calmado. Sacudí mi cabeza con vigor y mis ojos se pusieron rojos, diciendo con voz entrecortada:
-Álvaro, ¿me amas? -No supe porque hice esta pregunta, pero no había vuelta atrás. Álvaro se quedó paralizado por un segundo y frunció mientras me miraba con ojos intensos.
-Amor no es una palabra que puedas decir solo así, Samara.
<<Pero se lo dijiste a Rebecca>>
Mi corazón se apretó en mi pecho y casi gritaba las palabras.
-Entonces,¿que es? -Perdí el control de mis lagrimas y con voz atragantada, dije-. No me amas, ¿verdad?
-¡Samara! -su voz baja sonaba cansada-. Dime qué pasa, ¿si? ¿Porque de pronto me pides el divorcio?
-¡No te amo! ¡De verdad, no! Mis ojos estaban rojos y el dolor en mi corazón se extendió por todo el cuerpo-. No te amo tanto como pensé. Soy muy joven y hay millones de oportunidades para encontrar a alguien que en verdad ame. Hay que divorciarnos y liberarnos, ¿si? -Desde el momento en que conocí a Álvaro, nunca pensé que llegaría el día en que le suplicara para dejarlo. Pensé que mientras trabajaba duro, le ofreciera mi corazón, cuerpo y alma, me apreciaría un día o quizás hasta me amara. Por desgracia, olvidé que nada era seguro en esta vida.
En este mundo, muchas cosas podrían ser tuyas solo si trabajas duro, pero el amor es una excepción. Ya era una bendición de Dios si dos personas encontraban el amor entre ellos por que la mayoría de la gente solo puede soñarlo. La temperatura de la habitación pareció baja de forma drástica y me dieron escalofríos. Aún así, agache la cabeza y desvíe la mirada. Después de un rato, Álvaro tomo un respiro y con voz demandante, dijo:
-Descansa. Mañana hablaremos luego de que te hayas calmado. -Se levanto y salió de la habitación al terminar de decir esa corta y concisa oración. Esa noche, Álvaro se fue del chalé y yo me quede despierta toda la noche. Sin embargo, teníamos que seguir adelante o el mundo nos dejaría atrás. Luego de una noche larga , llegue a la empresa agotada y cuando Estela noto mi complexión pálida, pregunto con preocupación:
-Señorita Arias, ¿se quedó leyendo toda la noche los documentos? Las auditorías empresariales no son tan difíciles. No se presione mucho. ¡Su cuerpo se acababa de recuperar y necesita cuidarse!
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Reticencias de amor
FanfictionConmocionada, me quedé de pie sin poder moverme luego de leer las dos palabras que aparecían en mis resultados de la ecografía. ≤¡Solo Sucedió una vez! ¿Cómo quedé embarazada? ¿que debo hacer ahora?≥