Capítulo 128 Conspiraciones

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<<Joel es un chico listo. No haría un sacrificio tan grande para vengarse de Álvaro. Aun así, no tenía idea qué hacer si él no estaba...>>

Mayra me dio una palmadita en el hombro cuando vio lo estresada que estaba.

-Vamos, no te preocupes por ello. Solo tienes 26, así que está bien que no sepas mucho obre las políticas y conspiraciones de trabajo como para evadirlas. Además, es claro que hay muchas más cosas sobre este incidente de lo que parece.

<<Ella tiene razón! ¡Todo esto sucedió mientras Álvaro, Joel y Gael no estaban! Ahora que lo pienso, ¡Si parece planeado! ¿Quién podrá s...? ¡Zacarías!>>

La expresión en mi rostro se puso fría al pensar en ese nombre.

<<¡Si, todo tiene sentido! ¡Zacarías y Camila son los únicos que pueden ayudar a Álvaro si el Corporativo Ayala cae! Considerando las conexiones y todo el dinero que tienen, ¡sería pan comido! Después de todo, ¡acaban de recuperar a su hija que estuvo perdida por más de 20 años! ¡Es obvio que van a hacer todo lo que puedan para ayudarla a conseguir lo que quiera! Todos sabemos que Rebecca ama a Álvaro, pero es muy poco probable que se divorcie de mi porque estoy embarazada de él. Pero con este incidente, ¡sería una historia completamente diferente!>>

-¿En qué piensas? -Mayra hizo que despabilara al tirar de la manga de mi camisa.

-¡Es un complot! -Había perdido todo mi apetito y puse todos mis utensilios en la mesa mientras la miraba-. Creo que no van tras de Álvaro, ¡van detrás de mí!

-Espera, ahora estoy confundida, ¿De qué estás hablando?

Ignoré su pregunta mientras otro conflicto aparecía en mi mente.

-Pero... Si de verdad fueron Zacarías y Camila los que hicieron todo esto, ¿por qué estarían involucrados en este accidente con Álvaro y Rebecca? Por mucho que quieran a Rebecca, ¡no tendría sentido que arriesgaran sus vidas así!

-Olvídalo, probablemente estoy pensando las cosas demasiado...

Me levanté y me dirigí a la habitación después de decir eso. Luego de pensarlo por un momento, decidí llamar a Nicolas, quien contestó en cuestión de segundos.

-¿Estás bien, Samara?

-¡Si, estoy bien! -dije mientras miraba hacia abajo desde el balcón-. ¿Cómo están las cosas contigo?

-Álvaro sigue en la UCI, así que no hay mucho que pueda hacer. Esperar aquí es una pérdida de tiempo, así que regresaré hoy. Tengo muchas cosas con las que lidiar ahora que Créditos Herrera está bajo investigación.

Era cierto que no tenía sentido quedarse ahí si no podía ver a Álvaro.

-¿Joel y Gael están ahí? ¿Los has visto? -pregunté.

<<¡Es imposible que se queden ahí con Álvaro después de lo que pasó con la empresa! ¡No tendría sentido!>>

-Gael está en la UCI. Joel se fue esta mañana después de que alguien tomara su lugar ahí. Oye, no tienes por qué preocuparte por el Corporativo Ayala, ¿de acuerdo? Estoy seguro de que todo estará bien después de unas semanas.

Era probable que me estuviera hablando desde el pasillo pues podía escuchar el eco de su voz de vez en cuando.

-Si, claro -Yo no tenía la perspectiva que ellos para entender el panorama por completo. así que terminé la llamada poco después.

<<Si Joel va a regresar hoy, ¡seguro irá a la oficina!>> Con eso en mente, me apresuré a guardar mis cosas y me preparé para salir de casa. Mayra se sorprendió al ver que me iba y enseguida me detuvo en la puerta.

-¿Estás loca? ¿A dónde crees que vas?

-Joel viene de regreso. Tengo que ir a la oficina.

-¡Deja que él se encargué! ¡No te puedo dejar salir cuando estás así de embarazada! ¿Qué tal si algo te sucede?

-¡Estaré bien!

Pensé que quizás no sería tan serio como lo imaginé. Además, Joel iba a regresar unos días después de que el incidente ocurrió, así que era obvio que él sabía algo que yo no sabía.

-¡Iré contigo!

Mayra sabía que no podría detenerme, así que tomó su abrigo y salió conmigo. El enorme grupo de reporteros y accionistas que estaban reunidos afuera del edificio hicieron que fuera imposible llegar a la entrada, pero Mayra tuvo una brillante idea. Tomó mi auto, lo estacionó afuera del edificio u así pudo obtener la atención de la multitud de inmediato.

-Oigan, ¿no es ese el auto de la señora Ayala?

Esa pequeña distracción me permitió salir del edificio mientras la multitud se apresuraba a rodear mi auto. Solo algunos miembros del personal directivo se encontraban en la oficina en ese momento. El resto de las personas eran investigadores del departamento de industria y comercio. Me acerqué a la sala de conferencias y vi a Joel hablando con los investigadores. El hombre levantó una ceja al verme.

-¿Cómo llegaste aquí?

-¡Caminando!

Uno de los investigadores le entregó una pila de documentos y dijo:

-Mañana se anunciarán los resultados de la investigación. Hasta donde sé, no hay otros problemas aparte de las violaciones de seguridad en HiTech.

Joel asintió en respuesta y dijo:

-¡Gracias, oficiales!

Después de que el investigador se retirara, Joel comenzó a revisar los documentos. A pesa de todo lo que había sucedido, no parecía ni un poco nervioso. De hecho, estaba tan tranquilo que era un poco inquietante.

Reticencias de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora