Reticencias de amor

Capítulo 62 Rutina de trabajo

Era una llamada de Estela y se escuchaba un tanto ansiosa.

-Señorita Arias, Créditos Herrera ya se puso en contacto con el Departamento de Finanzas pero, ¿Qué pasará con el Corporativo Quintana?

Estaba consciente de que en mi estado actual no podía tomar las mejores decisiones, así que preferí darle una indicación.

-Ahora mismo ponte en contacto con Créditos AC y entrégales el informe del Corporativo Quintana, a partir de este momento tú te harás cargo de este asunto.

A través del teléfono pude escuchar como Estela murmuraba en aceptación y luego agregó:

-Por supuesto , señorita Arias. Por cierto, HiTech comenzará a operar pronto por lo que es probable que tenga que ir de viaje de negocios por unos cuantos días.

Asentí con la cabeza, pues sabía que el viaje de negocios sería inevitable, así que después de cortar la llamada me puse de pie aunque seguía un poco agotada; al levantarme me di cuenta de que Mayra ya me había preparado algo de comer:

-Perdóname, creo que perdí el toque! Hacía mucho tiempo que no cocinaba...

Miré la sopa ligeramente quemada sobre la mesa y me reí.

-¿En verdad serías tan cruel con una mujer embarazada?

Los labios de Mayra se curvaron en una pequeña sonrisa llena de ironía.

-De todas formas deberías probarla.

Ni siquiera necesitaba tomar una cucharada de la sopa porque con solo verla, podía darme una idea de cuál era su sabor, pero al ver que Mayra estaba tan emocionada no pude rehusarme.

-¿Te gusta? ¿Sabe bien? -Esperaba mi respuesta.

En realidad no sabía qué decirle, ni siquiera después de quebrarme la cabeza pensando en qué podía decir, así que opté por hacer un comentario divertido ya que tampoco quería desanimarla, solo me reí y dije:

-¡Necesitas más práctica!

Como no podía soportar verla así, tomé mis cosas y me fui rápidamente al trabajo, no obstante, Mayra se fue detrás mío.

-Regresa temprano, voy a cocinar algo delicioso.

<<¡¿Qué?! ¡Por favor, espero puedas perdonarme!>>

Llegué temprano a la oficina pero para mi mala suerte, cuando se abrieron las puertas del elevador Joel estaba en él y en ese momento me di cuenta de que no podía estar más de acuerdo con el dicho <<en cuanto más odias a alguien, más probable es que te los topes>>.

Al verme, me saludo con una sonrisa.

-¡Buenos días, señorita Arias! ¿Álvaro se quedó con usted durante la tormenta? -Me quedé callada mientras él seguía hablando con sarcasmo -Rebecca le teme a los truenos, así que siempre que hay tormentas Álvaro se queda con ella, estoy seguro de que anoche no la dejó sola.

Al tiempo que miraba las perlas en mis zapatos no pude evitar reírme.

<<Ahora todo tiene sentido, Álvaro se recompuso anoche de su frenesí porque había tormenta y temía que Rebecca no pudiera ser capaz de dormir, por supuesto que no podía dejar a su querida amante sola>>. Esta vez Joel tenía razón y no sabía qué responderle.

<<En un trío de relación siempre hay dos personas que se quieren de verdad y luego está la que sobra, que en este caso, soy yo>>.

De repente, Joel me dio un codazo y dijo:

-¡Oye, por qué te ves tan perdida! ¿Escuchaste lo que acabo de decir?

Lo miré con calma y respondí.

-Si, lo escuché perfectamente y claro que son la pareja ideal. -Dicho eso, las puertas del elevador se abrieron justo a tiempo y salí a toda prisa.

Pero Joel, todavía sin estar satisfecho con lo que dijo, exclamó: -¡Samara, qué te pasa?

Al momento en que pisé la oficina, Estela entró con una pila de documentos y los dejó encima de mi escritorio.

-Señorita, debe firmar todos estos documentos antes de que comience la auditoría, Créditos Herrera ya comenzó con su trabajo y deberían tener la auditoría de Ciudad J en estos días, así mismo Créditos AC comenzará su trabajo con el Corporativo Quintana hoy mismo.

Asentí y empecé a firmar los papeles.

-Estate al pendiente de la auditoría al Corporativo Ayala y mantenme informada ante cualquier problema, también vigila a HiTech, que comenzaremos con todo una vez que estemos listos.

Estela asintió mientras esperaba que terminara de firmar, sin embargo, al tiempo que revisaba algunos de los documentos empecé a asentirme mal. Ya tenía días así y para colmo, no había logrado dormir la noche anterior. Como ya solo me quedaban algunos documentos por firmar, le dije a Estela:

-Puedes irte, te los haré llegar cuando haya terminado.

Pero ella respondió con una sonrisa en el rostro:

-No se preocupe, puedo esperar porque tengo que entregar estos documentos cuando antes a Créditos Herrera y a Créditos AC.

Fue así que no me quedó más remedio que apresurarme, pero mientras seguía firmando, sentí un fuerte dolor en las sienes, así que rápidamente se los entregué a Estela.

-Listo, aquí tienes.

Estela se dio cuenta de mi estado y preocupada preguntó:

-¿Está bien, señorita Arias?

-Si, no te preocupes -contesté, pues de todas maneras ya tenía tiempo sintiendo este dolor y no había nada que pudiera hacer.

Entonces, se fue con los papeles en mano. De pronto, se me ocurrió llamar a Gael pero de manera sorpresiva, al mismo tiempo me entró una llamada suya; antes de que pudiera hablar, me preguntó:

-¿Te iras de viaje de negocios una vez que finalice la auditoría para el Corporativo Ayala? 

-Sip -contesté mientras me masajeaba el entrecejo, luego contesté algo irritada-: Últimamente he tenido mareos y dolores fuertes de cabeza, ¿son síntomas normales durante el embarazo?