Capítulo 12 Matones

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Estaba confundida y fui con Mayra quien estaba en Bar La Hora. Aún era temprano y no había muchos clientes. Mayra ordenó un cóctel y me lo dio.

-¿Que haces aquí a esta hora? Paso algo?

Mi mirada se fijó en las chicas bailando en el tubo. Al parecer la música Pop en volumen alto y los gritos, sacudi la cabeza. El cóctel estaba en mis labios cuando lo baje.

-No, vine a despejarme.

-¿Te volvió a molestar Álvaro? -pregunto Mayra, irritada -. Si ya no puedes con eso, divorciate. Eres muy bonita para poder conseguir otro hombre que te atraiga. ¿Por que quedarte con una estatua de yeso por siempre? ¿No es muy cansado? -Mayra siempre era directa. Éramos muy buenas amigas y odiaba Verme deprimida por Álvaro. Le di el reporte de mi embarazo y sintiéndome pérdida, le dije:

Incluso si soy bonita, ¿Porque un hombre me aceptaría si tengo un bebé?

Mayra tomo el reporte y lo leyó con cuidado. Sus ojos se extendieron y me pregunto:

-¿Tienes seis semanas de embarazo; Pensé que nunca habías tenido sexo con Álvaro. ¿Como te embarazaste?

¿Recuerdas como me puse ebria el mes pasado y Álvaro vino a recogerme? _Le quite el reporte de las manos y le tomo un tiempo recobrar la compostura.

-¿Que harás ahora?

Sacudí mi cabeza. Para ser honesta, yo también estaba confundida.

-Abortalo -Sugirió Mayra-. Álvaro y tu no pertenecen juntos. Jorge murió y estar embarazada traerá problemas. Deberías abortarlo y divorciarte. La vida no es corta y el no es el único hombre en tu vida.

Me sentia pérdida y mientras llegaba más gente, le dije Mayra:

_Deberias regresar a trabajar. Yo me quedaré aquí.  Era evidente que no iba a seguir el consejo de Mayra. Al ver esto, Cambio mí cóctel por un jugo de naranja y volteó los ojos antes de irse. Al caer la noche, el bar se llenó de personas y empezó a ser ruidoso. Mayra estaba ocupada hablándome y me senté en una esquina mirando a la nada. Ver a la gente bailando en el bar me fascinaba y no me di cuenta cuando llegaron unos matones.

Ni fue hasta que las personas comenzaron a gritar y varias cosas comenzaron a caer al piso que regrese a la realidad. Unos matones llegaron al bar y estaban rodeando a Mayra. La mayoría de los clientes ya se habían ido e incluso la música se había apagado. Yo estaba sentada en una esquina bajo la sombra para que nadie me viera. Los matones, quienes la rodeaban tenían palos de madera y era obvio que venían buscando causar problemas. Para mi sorpresa, Mayra estaba extrañamente calmada y les pregunto:

-;¿Vinieron a buscar problemas o a divertirse?

-Problemas, por supuesto, señorita. ¡Si tiene las agallas también podemos divertirnos! -Hablo el líder de manera lasciva al tocar la mejilla de Mayra.

¡Splash! Antes de que el pervertido pudiera tocar a Mayra, le lance el jugo de naranja y ante la repentina interrupción, el matón grito de dolor.

-¿Quien lo hizo?

_¡Yo! -Me levante de mi asiento y me le acerque. Mayra parecía ansiosa.

-¿Porque sigues aquí?

Me quedé sin palabras.

<Pensó que me había ido>

Volteé los ojos y respondí:

-¿Donde más podría estar?

-¡Idiota! -Me regaño Mayra y se paró enfrente de mi con una pose a la defensiva, susurrando -. Deberías escapar si terminamos peleando después.

Sabía que estaba preocupada por mi y no tuve que dar explicaciones. Al ver directo al matón que le lance el jugo, pregunté:

_¿Se están poniendo se acuerdo para molestar a una jovencita?

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