Gael hizo una pausa para responder.
-Es probable que te hayas esforzado o estresado de más durante estos dos primeros meses, te voy a recetar unos cuantos medicamentos, solo recuerda tomarlos y descansar.
Respondí entre dientes mientras me movía en mi silla para nada contenta.
-¡Si hubiera sabido que embarazarme sería tan agotador, no lo habría hecho!
A lo que que contestó con una risa.
-¡Qué dices! Me uniré a ti al viaje de negocios, así que podré cuidarte.
Sorprendida contesté:
-¿Vienes por mí o....?
-¡Oh, no! Es que yo también tengo cosas que hacer por allá.
-¡Bien! Entonces te estaré contactando -dije sintiéndome más tranquila, pues sabía que Gael era un amigo atento y muy minucioso.
Luego de colgar la llamada me quedé recostada sobre el escritorio, me sentía completamente cansada y no podía creer que ya tenía un embarazo de 2 meses. Antes, solía pensar que me divorciaría y que sería capaz de dejar Ciudad J al renunciar a mi trabajo pero, la vida suele dar muchas vueltas, ¿Qué debería hacer ahora? Además, si Álvaro quería a nuestro bebé tendría que quedarme, ya había aguantado la existencia de Rebecca durante 2 años así que, con mi hijo no creo que las cosas sean peores, ¿cierto? Comparado al hecho de imaginar que mi hijo creciera sin un padre, el resto de mis preocupaciones dejaban de importar.
En los próximos días continuó lloviendo, eran lluvias torrenciales por lo que algunas áreas de Ciudad J terminaban inundadas así que en la empresa tuvieron el gesto de dejarnos salir antes de tiempo. Cómo sabía que Álvaro pasaría el rato con Rebecca porque no le gustan los truenos, decidí irme directo a los Apartamentos Glenwood con Mayra.
Mayra había dejado de ir al bar después del incidente de la droga, así que se quedaba en casa a cocinar y yo estaba feliz porque podía pasar más tiempo con ella. Luego de pensarlo, entendí que debía perder la esperanza en que Álvaro me visitara algún día por lo que solía perderme mirando hacia el techo. A veces me pasaba que si me quedaba mucho tiempo sentada, se me empezaban a entumecer las extremidades y aunque Gael me había dado bastante medicamento siempre me olvidaba de tomarlo, así que Mayra se encargaba de recordármelo.
Después de una semana de lluvias intensas, el cielo se despejó y el sol comenzó a asomarse sobre toda Ciudad J. La auditoría con Corporativo Ayala ya había comenzado y yo me encontraba muy ocupada con HiTech; por otro lado, Mayra me dijo que saldría de viaje por unos cuantos días. Yo sabía lo frustrada que se sentía por haber sido acusada de manera injusta de posesión de drogas y tal vez si el señor Montoya no la hubiese ayudado, en estos momentos estaría cumpliendo su condena; Además se sentía muy molesta porque aunque sabíamos que Rebecca estuvo detrás del incidente, no podíamos hacer nada por que Álvaro la protegería. Podía entender a la perfección porque se quería ir.
Dudo que Mayra no estaba, decidí que lo mejor sería regresar al chalé porque estaría con la señora Hernández y ya no me quedaría sola. Luego del trabajo, conduje hasta la casa y por casualidad, me encontré con Rebecca fuera del chalé; esta llevaba un vestido azul, era largo y acampanado, parecía una diosa griega junto al auto de Álvaro.
-¡Qué bonita! -exclamé, no pude evitar decirlo. Al mismo tiempo, pude sentir como mi corazón se rompía en mil pedazos y como la irá y el odio me recorría el cuerpo.
Para entonces debí desacelerar, pero en su lugar aceleré y me fui directo contra ella; mi lado oscuro estaba saliendo y pensaba que siempre y cuando Rebecca muriera, no tendría que preocuparme por si Álvaro se iba o a qué horas regresaba. Mientras iba directo hacía ella, en verdad comencé a desear que estuviera muerta, pero de pronto, Álvaro intervino y se colocó frente a Rebecca para protegerla; su expresión se mostraba totalmente seria.
De inmediato frené en seco llena de confusión, pero debo reconocer que por un instante en verdad le deseé la muerte. En eso, Álvaro se acercó a mi auto y me bajó de él de manera agresiva.
-¡Samara, ¿Qué crees que estás haciendo?
Me dejé caer al suelo pero él me detuvo al tiempo que su mirada se llenaba de coraje. Sin poder aguantar más, comencé a llorar y lo miré.
-Álvaro, por favor dile que se vaya -dije al tiempo que tiraba de su mano y suplicaba- : Yo te quiero más que a nadie, incluso más de lo que puedes imaginar, el verla aquí me esta volviendo loca, o le pides que se vaya o no sé que rayos pueda hacerle, así que por favor, ¡dile que se retire! -Ya no podía detener más mis emociones, tenía el corazón roto y le había mostrado mi crueldad, egoísmo y todo lo que sentía y llevaba dentro.
Al tiempo que nuestras miradas se encontraron con Álvaro frunció los labios y pude notar como su mirada se relajaba, luego extendió su mano, me tomó y me acercó a él. Después presionó su nariz contra la mía y dijo:
-¡Eres tan tonta!
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Reticencias de amor
FanfictionConmocionada, me quedé de pie sin poder moverme luego de leer las dos palabras que aparecían en mis resultados de la ecografía. ≤¡Solo Sucedió una vez! ¿Cómo quedé embarazada? ¿que debo hacer ahora?≥