Capítulo 16 Debes abortarlo

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Asentí con honestidad.

-El quiere el divorcio. Si le digo lo del bebé, va a pensar que lo estoy usando para mantenernos casados.

Gael levanto la ceja, cuestionando:

-pero ya lo sabe. ¿Que harás?

Me quedé sorprendida por su pregunta. Trate de sondearlo y pregunté:

-¿Álvaro quiere un hijo?

-No soy Álvaro -Respondió Gael metiendo su teléfono en su bolsillo y mirándome -. Pero ya tiene 30 años y no hay razón para negarse a tener uno.
-Dicho esto, coloco sus manos en los bolsillos y se fue.

<Eso significa que Álvaro quiere que tenga al bebé?>

Al parecer mi momento de optimismo fue  prematuro. Cuando Rebecca entro  mi Cuarto, seguía atada al suero intravenoso y me agarró del cuello de forma impulsiva. Sus ojos estaban rojos.

-¿Porque? ¿Porque te embarazaste? Samara, ¡Mataste a mi bebé y no dejaré que el tuyo viva! -Mientras me acordaba, no podía respirar y lo único que podía intentar era quitar sus manos de encima, pero Rebecca habían perdido el control -. ¡No dejaré que tengas A tu bebe! ¡No lo usarás para quedarte con Álvaro! -declaro de forma viciosa. Era pequeña y frágil, pero en ese momento, mi resistencia fue en vano al tratar de enfrentar su fuerza. Logré decir algunas palabras ahogadas:

-Matame....y pagarás.....

Rebecca resopló y me agarró con más fuerza.

¡Puedo matar a la mamá y al bebé! ¡Vale la pena!

-Rebecca, ¿que haces? -La voz familiar de un hombre sonó por la puerta y al escucharla, Rebecca se quitó a la primera. Su mirada amenazante se desvaneció mientras comenzaba a llorar y colapsó al piso en la presencia de Álvaro. Álvaro la atrapó a tiempo y yo agarre aire, intentando recuperar mi libertad de nuevo. Nos tomo un tiempo calmarnos y Rebecca estaba llorando desconsolada en los brazos de Álvaro.

-Alvi, me prometiste que no permitirias a otras mujeres tener tu bebé, ¡Me diste tu palabra!

Observe a la pareja amorosa con calma y se me revolvió el estómago. Álvaro me volteo a ver con ojos fríos y acaricio la espalda de Rebecca para consolarla.

-Deja de llorar. Te acabas de recuperar, ¿Si? Dijo con un tono grave y resonante.  Rebecca lo miro y se limpio las lágrimas, preguntando:

-Alvi, no la vas a dejar tener tu hijo, ¿verdad?

Mire a Álvaro esperando su respuesta con ansias, pero ni siquiera me pudo voltear a ver. En lugar de eso, observó a Rebecca con cariño y le limpio las lágrimas.

-Y déjalo, Rebecca.

Tome un gran suspiro de alivio Al escuchar su respuesta.

<Al menos , no me va a pedir que aborte al bebé>

-¡No! -Rebecca se puso emocional de nuevo y sus lágrimas comenzaron a salir de forma incontrolable, tirando de la camisa de Álvaro -. Alvi, prometiste que me cuidarias. Después de que mi hermano falleciera, fuiste la única persona en quien podía depender. -Apunto hacia mi, inhalando -. Si da a luz a tu bebé, no te vas a divorciar de ella, ¿Verdad? ¿Vas a cumplir tu palabra y me vas a cuidar por siempre? Tendrás tu propia familia, pero yo no tendré nada. No quiero terminar sola.

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