Capítulo 125 La secretaria de industria y comercio

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-¿Sabes en dónde está la señora Ortega?

No confiaba en Rebecca, así que tenía que confirmarlo con alguien más.

-Estaba llevando a Rebecca a Ciudad K con Zacarías. Ah, creo que tu esposo también fue con ellos.

Era probable que Nicolás estuviera despierto antes de mi llamada pues no sonaba para nada cansado. Incluso podía escuchar el sonido distante de su teclado en el fondo.

-¿Se han comunicado contigo de Ciudad K? -pregunté con el ceño fruncido.

-No, ¿por qué lo harían? ¡Yo no soy nadie! -dijo en un tono más fuerte.

-Me refiero a tu madre, Camila. ¿No temando un mensaje diciendo que llegaron bien a Ciudad K?

No conocía a muchas personas  en ese círculo, así que Nicolás era la única persona a la que le podía preguntar. Escuché un fuerte ruido cuando golpeó su teclado con el puño.

-En mis 20 años, nunca me ha hablado de nada. No hay manera de que me avise cosas tan insignificantes como esas. Como sea, ¿por qué me estás llamando tan tarde? ¿Hay algo que quieras  preguntarme?

-Me dijeron que el avión que tomaron sufrió un accidente. ¿Podrías ayudarme a investigar al respecto?

-Él era la única persona en la que podía contar para descubrir lo que había sucedido.

-De acuerdo, ¡lo investigaré! -dijo después de una breve pausa y después terminó la llamada, dejándome esperando por su respuesta.

Me sentía vacía sin Álvaro, así que bajé las escaleras y prendí todas las luces del chalé. Incluso prendí las noticias en la televisión con esperanza de escuchar algo acerca del accidente, pero no había nada al respecto.

Nicolás me llamó alrededor de 15 minutos después.

-He reservado boletos para el vuelo pronto. Sale a las 7. ¿vienes?

Me estremecí un poco al escuchar eso.

-¡Si!

Mi voz sonaba débil y se me dificultaba respirar. Tenía cientos de preguntas en la mente, pero terminaron atoradas en mi garganta.

-Las cosas se dificultaron un poco cuando el avión aterrizó de emergencia en el aeropuerto, pero creo que estarán bien -dijo después de una larga pausa.

-De acuerdo. ¡Nos vemos en la mañana!

No pude seguir durmiendo después de la llamada, así que me senté en la sala con mis brazos alrededor de mis rodillas. Las horas siguientes fueron como un infierno mientras estaba ahí en el enorme y vacío chalé, esperando a que el tiempo pasara. <<Creo que una casa más pequeña hubiera sido mejor...>>

Al amanecer, guardé mis cosas y me fui tan rápido como pude. Nicolás ya estaba en el aeropuerto con los boletos en mano cuando llegué. El lugar no estaba tan lleno en ese momento pues la mayoría de las personas llevaban prisa. Nicolás miró su reloj cuando me vio y dijo:

-Tenemos media hora. Creo que debemos ir a seguridad ahora.

-No dormiste nada, ¿cierto? -pregunté al ver lo pálido que lucía. Él levantó una ceja y dijo:

-Lo mismo te pregunto.

Me quedé en silencio y solo asentí en respuesta.

La fila en seguridad no era larga y pronto llegó nuestro turno. Entregué mi boleto y mi identificación al oficial de seguridad, quien me miró de una forma extraña al ver mi nombre.

-¿Samara Arias?

Vi que Nicolás ya había completado el proceso de seguridad y apresuré al guardia:

-Así es. ¿Podría apresurarse, por favor? Llevamos algo de prisa.

-Lo lamento, pero necesitaré que coopere con nosotros con una investigación -respondió el oficial de seguridad.

Antes de entender lo que estaba sucediendo, dos jóvenes con uniformes de policía se acercaron a mí y comenzaron a llevarme a otro lado. Nicolás corrió hacía nosotros y se puso en nuestro camino.

-¿Qué sucede, oficial?

-Somos del departamento de Industria y Comercio. Recibimos reportes de que el Corporativo Ayala estaba involucrado en el mercado negro, así que llevaremos a la Señorita Arias con nosotros para que nos ayude con la investigación.

No tenía idea de lo que estaban hablando. Nicolás tomó a uno de ellos del brazo y dijo:

¿Por qué la están arrestando? ¡Ella es solo una empleada! Si acaso, ¡deberían estar arrestando a la persona a cargo del Corporativo Ayala!

-Señor, por favor no se entrometa en nuestro trabajo. La señorita Arias es una empleada del Corporativo Ayala y la esposa de la persona a cargo. La mayoría de los documentos de la empresa los firmó ella, así que tiene conexión directa con este caso. Puede consultarlo con un abogado so tiene más preguntas.

-No se preocupe, iré a investigar las cosas en Ciudad K. ¡Y decidiremos nuestro próximo paso! -gritó Nicolás para mí.

<<Esto es malo... No estoy segura de que Joel y Gael puedan lidiar con el Corporativo Ayala sin Álvaro y sin mí..>>

Los oficiales me llevaron a un cuarto de investigación en donde me senté frente a una mujer de mediana edad.

-Lamento traerla hasta aquí de esta manera, señorita Arias. Ya que su empresa está involucrada en asuntos legales, necesito grabar la siguiente conversación con usted. Espero que coopere conmigo en esta investigación.

Por fin me había tranquilizado del impacto y miedo que sentía y asentí en respuesta.

Reticencias de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora