Capitulo 32 Sopa de Jengibre y Zanahoria

6.8K 371 7
                                    

Su pregunta me tomó por sorpresa porque no había pesando en eso. Después de resolver las cosas aquí, mi barriga estaría creciendo y no sería conveniente buscar otro trabajo en este estado.

-Quizás me tome un descanso o algo.
-Una vez que el bebé nazca, es probable que esté ocupada y lo mejor sería esperar hasta que el bebé crezca para pensar al respectó.

-Buena idea. -Mayra se quedó callada por un momento; tal vez contemplando algo-. Has sufrido mucho todos estos años por Álvaro y es tiempo de que te tomes un descansó. ¡Que bueno que ahorre dinero para las dos y así tener mucho tiempo para gastarlo!.

Me solté a Carcajadas.

-No te preocupes. No estaré desamparada por completo incluso cuando Álvaro se divorcie de mí. Aun tengo ahorros. -El abuelo dime dejo el chalé e incluso si Álvaro me lo regalara, no lo vendería. En cuanto a los bienes de la empresa, aún no decidía que hacer con ellos. Luego de unas cuantas carcajadas, terminamos la llamada. Me envolví entre mis brazos y me incliné en la ventana de techo a piso, observando la vista de afuera. En efecto, era tiempo de pensar en lo que quería hacer con mi futuro. Por alguna razón inexplicable, el aire pareció tornarse un poco escalofriante. Me di la vuelta frotando mis brazos para buscar un abrigo y me asuste al ver a Álvaro parado atrás de mi con una postura rígida. Me quedé alarmada y mis brazos se pusieron viscosos al instante.

-¿No....no fuiste a la empresa? -No tenía idea de cuánto tiempo estuvo ahí parado y que tanto escucho de la conversación con Mayra. Sus ojos negros obsidiano parecían ver a través de mi alma y con tono amenazante, pregunto:

-¿Vas a alguna parte? -Su pregunta me dejo impactada y supongo que escucho algo de nuestra charla.

-¿A que te refieres? -Fingí estar despistada con la conciencia culposa. Al verlo acechándome, me hizo entrar en pánico y me rompí la cabeza tratando de encontrar una manera de distraer su atención. Me tome la barriga de forma abrupta y fruncí el ceño- ¡Auch, mi estómago! ¡Me duele mucho! -Me senté en cuclillas para terminar el acto. Álvaro pausó sus pasos, se puso a mi lado y me acostó con un fruncido.

-¡Vamos al hospital!

<<Maldición. ¿Esto cuenta como cavar mi propia tumba?>>

-No.... -Lo rechace muy pronto y entrecerró los ojos con una mirada intensa.

-Pareces estar demasiado en contra de ir al hospital, Samara.

-No...-Un rastro de tristeza apareció en mi rostro y le respondí con ojos rojos-. Solo me recuerda lo indefensa y asustada que estaba en el quirófano.  - Al escuchar esto, se quedó paralizado. Luego de un rato, me saco de la habitación de forma brusca. Pensé que me iba a llevar al hospital y tiré de su manga para protestar con ojos llorosos.

-¡En serio, no quiero ir, Álvaro! -Además, no tenía ningún dolor de estómago.

-Ve a Comer algo. -Me miro con ojos fríos , pero parecía haber un rostro de impotencia en ellos. Por un momento, me dio un sentimiento indescriptible. Anoche me rescato y hoy se comprometió a cuidarme. De alguna manera, no estaba siendo impaciente conmigo. Los humanos somos una criatura codiciosa. Una vez que probamos algo, queremos más y al final nos volvemos posesivos. Al ayudarme a sentarme en el comedor, fue a la cocina y regreso con un tazón en sus manos. Pensé que era sopa de champiñones enlatados, pero para mi sorpresa, era jengibre y Zanahoria. Me le quede viendo con emociones encontradas por un momento y me lanzo una mirada indiferente antes de informar con voz baja:

-Gael va a venir a revisarte más tarde. No vayas a la empresa por ahora. Aunque el proyecto con el Dr. Lara está completo, necesitas lidiar con las perdidas debido al retraso que causaste, ¡pero hoy descansa en casa! -En cuanto termino de hablar, de puso su abrigo, tomó sus llaves y se fue. Me quede congelada por un momento.

<<¿Cuando empezó a tratarme tan diferente? ¿Después de enterarse que estaba embarazada?>>

Lo único que podía hacer era observar la sopa de Jengibre y Zanahoria por un buen rato. Cuando Gael llegó, todavía estaba fuera de mi y al verme, frunció.
-No tienes que comer esto si no te gusta. Puedes comer lo que quieras. El feto no es tan frágil, ¿Sabes? -Su voz me dejo pasmada y voltee a verlo parado a un lado del comedor, mirándome con su maletín médico en la mano. Pronto, me levante.

-¡Oh, llegaste!

Gael parpadeo, sorprendido sin comentar nada, abrió su maletín para sacar algunos medicamentos y me las entregó.

-Tomate esto 3 veces al día durante 21 días. Vas a tener que abstenerte de beber alcohol de ahora en adelante por que puede ocasionarle un retraso de desarrollo al feto o una malformación y también puede que empieces a tener revisiones de tu embarazo en el hospital. Asentí y tome la medicina.

-¡Gracias!

Al inicio, se iba a ir después de esto, pero lo pensó un poco y me miro.

-Viéndote en tu estado actual, no creo que puedas irte todavía. ¿Porque no eres sincera con Álvaro? ¡Parece querer tener al bebé y estoy seguro de que se encargará de todo lo demás! -Sabía hacia donde iba. El <<Todo lo demás >> era referente a Rebecca. No sabía mucho sobre ella ni tampoco le había preguntado a Álvaro al respecto, pero no pude evitar decir:

-¡Álvaro debe amar mucho a la señorita Villa.

Gael caminó hacia el sofá y tomó asiento, lanzándome una mirada fugaz antes de responder :

-Esto no tiene nada que ver con el amor. Si en verdad quieres estar con Álvaro, dile la verdad. El tiene su propia manera de arreglar las cosas.

Reticencias de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora