𝓟𝓪𝓵𝓸𝓶𝓲𝓵𝓵𝓪 𝓶𝓮𝓷𝓼𝓪𝓳𝓮𝓻𝓪

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Aldea Hwang.
A lord Yul de Hwang.

Yangdong. Undécimo mes. Día veinte.

Me alegro mucho de que recibas esta primera carta de mi parte, hermano, aunque calculo que habrán pasado ya casi dos meses desde que la escribí hasta que la recibas en tus manos.
Sabes que con la nieve plenamente asentada el viaje se haría más pesado y no es fácil completar en menor tiempo para ningún mensajero, por tanto, te suplico que recibas bien a esta pequeña palomilla mensajera.
Es el único, a pesar de su joven edad, que se ha llenado de valor para realizar el viaje.
Mi marido lo ha puesto a mis servicios por mi propia petición, y le he confiado llevarles mis cartas, pues ha demostrado ser leal y se ha ganado mi confianza. Su nombre es Ryeo Sun.
Querido hermano, tengo mucho que quiero contarte en las siguientes líneas, pues sabes que no puedo pasar un día sin anhelarlos y mi deseo de tenerlos a mi lado crece a cada suspiro; mas mi principal motivo para enviarte una carta tan presurosa en pleno invierno es, de hecho, comunicarte los recientes hechos que sacuden no sólo a Yangdong, sino a todas las provincias y que, según sospechas, poco se relaciona con lo que está sucediendo en Hanyang.
Seguramente, y haciendo énfasis en que me siento tan resentida como tú, recordarás el incidente que detuvo tu viaje de vuelta a nuestro hogar por al menos medio día, pues, aún no han concluido las repercusiones, aunque cada día se esclarecen más las razones de tan vil acto creando grandes desacuerdos entre los nobles. Los más grandes asumen que deben dejarlo atrás y centrarse en los asuntos de mayor importancia relacionados a la que aún consideran su capital. Los más bajos insisten en que deben continuar su investigación y han puesto en duda mucho de lo acontecido. Aseguran que tuvo algo que ver la oferta de matrimonio que lord Sin Gong Chul te había hecho y me pregunto si acaso será verdad.
Por supuesto, de ninguna manera quiero decir algo que te ponga en una posición incómoda, así que tampoco he sido muy útil al momento de limpiar tu imagen en esta aldea, pero no has de preocuparte. Todo es más el chismorreo de la gente. El emperador, con su pulcra e invicta sabiduría ha dejado de lado lo que se te refiera gracias a tu propia confesión de los hechos, que poco a poco se han ido corroborando e intenta recobrar la conciliación y paz entre los nobles, a pesar de sus grandes diferencias en relación a este evento.
Así pues, hermano, paso a narrarte un poco de todo ello para que no puedan emboscarte los malintencionados si volvieran a citarte en días venideros, aunque lo veo difícil, pues se tiene por entendido que es imposible dejar la casa en esta temporada.
El mismo día en que Jeong y tú estaban por marcharse, y después de ser interrogados por el emperador, se reveló la gran sospecha de que habría sido Sin Ha Hyun quién asesinó a lord Sin en medio de un arranque de ira propiciado por el calor de una discusión entre padre e hija.
He escuchado rumores que dicen que Sin Ha Hyun, de hecho, repelía a los hombres prefiriendo una compañía femenina, lo cual la ponía en boca de nobles y plebeyos y arrastraba abajo a su familia, por ello lord Sin intentaba casarla de prisa y, tras conocerte y enterarse de tu soltería en tan buena edad, pensó que el cambio de aires le vendría bien, además de acabar con las habladurías y recuperar el prestigio de su familia. Tristemente, ella no lo tomó a bien y sus discusiones no hicieron más que incrementar. Querido hermano, tal parece que ella nutrió en su corazón un odio irracional hacia ti por ser el más cercano a desposarla. Ya que no la rechazabas y tampoco la juzgabas por chismes, entiendo que el compromiso casi estaba hecho y ella te detestó por ello. Esto es mera conclusión mía, pero es bastante razonable considerando esos puntos y es que ¿qué mejor manera tendría para evadirte que destruir tu buena imagen?
No me imaginé que llegaría a tal punto y realmente no entiendo por qué a lord Sin. Quizás, ella, pretendió inculparte de su muerte ya que sería un delito muy grave, y robó tu espada para cometer tan horrible crimen.
La emperatriz me lo ha confirmado: encontraron el arma en el mismo lugar en donde ella se quitó la vida esa misma noche, quizá para evadir la culpa y la sentencia o por remordimiento. Fuese lo que fuese, dos muertes se sellaron aquella noche y aún te perjudicaron, lo cual lamento profundamente, aún más al haberte visto marchar en ese silencio sepulcral, pero no puedo culpar solamente a los lores en esta región por tal desenlace, ¿no crees?
Tu actitud al confrontar a mi esposo para llevarme contigo no fue la mejor, aunque sé que estabas muy preocupado, deberías haber entendido que mi lugar será aquí hasta el último día. Sabía eso en el momento en que me casé y tú deberías haberlo tenido en cuenta en el momento en que aceptaste que él me desposara, especialmente ahora que estamos esperando a nuestro hijo. No sabes cuán difícil ha sido para mí también. Por favor, ten algo de consideración por mí. Ahora crío a las hijas que la señora anterior dejó solas al huir de la casa Yoon por su capricho; no puedo abandonarlas también, además tengo a esta pequeña criatura que proteger.
Hermano, lo único que te pido es que seas un poco paciente. Sé que cuento con ustedes, mi querida familia, y sabes que no dudaré en refugiarme en ti, así que no estés tan angustiado por mí. Ahora mismo estoy muy bien. Mi marido me cuida y me mima mucho y todos mis acompañantes me devuelven la calidez a la que estoy acostumbrada, además he hecho amigos. Aún soy cercana a lord Song, quien viene a menudo a nuestra casa para hablar de asuntos políticos con mi marido, pero también me reúno con él y otras damas y lores para jugar algunas rondas de tuho. Les he vencido en la mayoría de las veces, aunque en otra han tenido mejor puntería que yo.
Lord Song dice que estoy teniendo mucha ventaja por la tensión que existe por lo sucedido en Hanyang y que tienen a todos muy consternados por haber perdido los tesoros de la nación que corresponden al menos a tres cuartas partes de la economía total de la nación y la pérdida de acceso a los puertos de la provincia de Gyeonggi, pero dice que cuando todo se resuelva, porque tiene fe en vencer, vamos a reunirnos y jugar tuho en forma seria.
También me gustaría comentarte que he aprendido muchas de las tradiciones y etiquetas de estas regiones y las he asimilado con diligencia satisfaciendo las expectativas de la emperatriz, que me felicita a menudo y me permitirá asistirla en la enseñanza a otras niñas de la nobleza. Empezaré por las pequeñas y te estaré contando mucho más en mis siguientes cartas.
Quisiera decir más, pero eso amerita muchas más hojas. Quizá lo envíe por partes para que no pierdas detalle de mis días.
Por ahora, sólo tengo una última súplica: recibe a mi pequeña palomilla en casa unos días para que no muera por el clima.
Si tienes oportunidad, me gustaría recibir una respuesta tuya.
Cuida a mi hermano por mí y hazme saber cómo está, por favor. Sabemos bien lo enfermizo y friolento que es.
Brinda en las noches por tu salud y la de todos nosotros y yo brindaré por nuestros propósitos.
Con caluroso cariño:
Tu hermana, Ari de Hwang.

Herencia de sangre | 𝑺𝒑𝒊𝒏-𝒐𝒇𝒇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora