Aparte de plantas, cortó y recogió ramas para la madera de las armas que necesitaba, e incluso encontró un árbol caído que su asistente tuvo que cortar en secciones de dos metros que sí podía guardar, pues almacenar el tronco entero resultaba imposible.
Es cierto que recogió madera para armas nivel 5, pero sobretodo para 10. Aún no había encontrado de nivel 15, y se temía que estaría en lo más profundo del bosque, donde supuestamente también podría encontrar seres de ese nivel, y donde prefería no ir aún.
No había encontrado casi animales o bestias, y las pocas que había visto eran de nivel 7 o menos, las cuales se habían escondido rápidamente. Parecía que percibían su nivel y preferían mantenerse a distancia, a excepción de un oruga nivel 9, cuya habilidad era lanzar púas venenosas. Pero la protección de ¿Proyectiles a mí?, la de un árbol y cuatro Jabalina con Toque Eléctrico habían acabado con la resistencia del insecto.
Por supuesto eso no significaba que pudiera bajar la guardia, pues cualquier criatura de nivel alto podía aparecer en cualquier momento.
Y fue mientras caminaba cuidadosamente junto a un pequeño hilo de agua, al que no se podía llamar río, cuando oyó el sonido cercano de lo que parecían fuertes golpes.
Se acercó al lugar con precaución, y lo primero que se encontró fue un ciempiés gigante de nivel 11. Estaba incrustado en un enorme árbol de hojas ovaladas y frutos rojos, algunos de los cuales habían caído sobre el insecto. Pero aunque malherido, reaccionó violentamente en cuanto notó la presencia de Eldi, cuyo ¿Magia a mí? palió el ataque eléctrico.
Usó tres veces Jabalina con fuego, pues el insecto era inmune a los ataques eléctricos y su estado le impedía esquivar las lanzas. Y cuando estuvo suficientemente cerca lo remató con el hacha a dos manos, imbuida en hielo. No hizo falta más debido a que ya estaba gravemente herido, y su asistente se encargó de los restos.
Se acercó un poco más al origen del sonido, de donde había salido disparado el insecto, encontrándose con un acantilado del que caía una pequeña cascada y creaba un estanque de aguas transparentes, a la orilla del cual yacía un pequeño potro blanco cuyas piernas estaba dobladas hacía donde no debían. Estaba sucio y tenía varias heridas, y a su alrededor parecía haber ocurrido una explosión, pues no sólo la vegetación había desaparecido, sino que la propia tierra había sido expulsada hacia fuera, a excepción de su posición. Más allá, otros cuatro ciempiés se movían con dificultad, heridos, uno de ellos acercándose.
Los profundos ojos azules del potro, que parecían zafiros encajados con delicadeza, lo miraron fijamente. Quizás intentaba averiguar si era un nuevo enemigo o quizás pedirle ayuda, pero despertaron en él el deseo de proteger a aquella criatura desvalida.
Usó Jabalina para ensartar con una lanza al ciempiés nivel 12 que se acercaba a su presa, lanza que fue esquivada por el insecto. Provocar hizo que el ciempiés se olvidara de su objetivo inicial y se volviera hacia Eldi, quien esta vez logro esquivar el ataque eléctrico, aunque no la habilidad Látigo. Esta hacía que el cuerpo de todo el insecto se extendiera y atacara como su nombre indica, y que Eldi bloqueó sólo en parte con el hacha, obligándole a curarse inmediatamente.
Pero la segunda vez estaba preparado y lo contrarrestó con Hacha Danzante, que también provocó daño de hielo, y acabó de curarlo gracias a Toque Vampírico.
El ciempiés se retiró un par de metros ante la inesperada respuesta, algo que Eldi aprovechó para alzar un Muro de Tierra y saltar sobre él con Poder Canguro, sorprendiendo a su enemigo que, estando tan cerca, no fue capaz de esquivar ninguna de las tres Jabalina.
Y mientras el insecto intentaba librarse de las lanzas y el fuego le quemaba, Eldi saltó con la lanza nivel 9, usando Impacto Perforante. Recibió el impacto del ciempiés, pero también lo atravesó y clavó en el suelo, dañando la lanza en el proceso. Incapaz de moverse, el hacha acabó con el insecto, al mismo tiempo que regeneraba a quien la empuñaba.
Mientras sus asistentes recogían armas y cadáver, se acercó a la víctima, que, para su sorpresa, resultó ser un cachorro de unicornio nivel 20. Podía ver que su maná estaba prácticamente agotado, y eso que era cercano a 1000, una cantidad extraordinaria para nivel 20.
Su vida estaba en un tercio y las heridas hacían pensar que había caído desde lo alto del acantilado, algo a lo que no debería haber sobrevivido. Pero también había profundos cortes simétricos que parecían venir de una garra.
Debido a la diferencia de nivel, aparte de su maná y vida no podía obtener más información, pero aun así se acercó a él, confiando en que, como en el juego y como aparentaba, fuera una criatura amigable.
Observó que en su frente había un bulto, lo que presupuso que sería el cuerno en el futuro, y que sus ojos no dejaban de mirarlo, una mirada inteligente y sin hostilidad. Ni siquiera cuando se acercó hasta casi tocarlo el cachorro intentó morderlo, algo que podría haber sido peligroso dado su nivel.
Sacó una poción nivel 15 y el joven unicornio se la bebió obedientemente, siendo la mejora evidente. Incluso podía levantarse y le lamió la cara, pero aún le quedaba bastante por recuperar. Aún no podía usar su magia para curarlo, así que decidió esperar cinco minutos para darle otra.
De pronto, el cachorro se abalanzó hacia unas figuras que se acercaban. Eran tres ciempiés más, nivel 12 y 13, que habían acudido a la llamada de sus congéneres, al aviso de una presa apetitosa por su poder y su estado vulnerable. Sin embargo, su presa se había recuperado lo suficiente para atacarlos con agilidad, noqueándolos y lanzándolos hacia Eldi, en una clara señal para que acabara con ellos. Y así lo hizo, usando el martillo para chafar a los molestos y agresivos insectos, y subiendo su nivel a 10.
Se cambió inmediatamente las protecciones mientras el unicornio volvía hacia él y le lamía de nuevo la mejilla amistosamente, pero de pronto el cuerpo de éste se tensó y, siguiendo su mirada, Eldi encontró una sombra oscura que se acercaba amenazante.
El felino, una pantera de ébano nivel 25, había bajado desde lo alto del acantilado, buscando la exótica presa que se había escapado saltando desde allí. Y no tenía ninguna intención de dejarla escapar.
ESTÁS LEYENDO
Regreso a Jorgaldur Tomo I: el mago de batalla
FantasyCuando muere en su cama debido a su avanzada edad, aún recuerda a una NPC de un MMORPG que jugó en su juventud, sin entender por qué nunca ha podido olvidarla. Pero cuando vuelve a abrir los ojos, se encuentra con la ruinas de lo que era el inicio d...