Jefe 2ª planta

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Desde el túnel que llevaba a la caverna, Eldi valoró sus opciones.

En primer lugar, no creía que pudiera conseguir luchar contra aquel monstruo a rango melé, pues, aunque llegara a su altura, estaba flotando a tres metros del suelo.

Tampoco veía factible usar sólo Espejo Mágico, pues uno sólo de aquellos ataques le haría mucho daño, además de que el fulgor jefe tenía mucha más vida que él. Ni quería enfrentarse al dolor ni creía que fuera efectivo.

Muro de Tierra se había comprobado totalmente inefectivo y Molino no era adecuado contra ataques mágicos, a no ser que se tuviera una lanza con defensa mágica, que no era el caso.

Al ser de gran tamaño y no moverse mucho, las flechas con fuego podrían ser efectivas, pero la prueba que había hecho demostraba que requeriría mucho tiempo y maná. Y dado que tenía cierta capacidad de recuperación, se le acabarían las flechas y el maná antes de hacer un daño significativo. Además, el aturdimiento de Toque Eléctrico se había demostrado inefectivo.

Por suerte ¿Magia a mí? era útil, así que tenía una buena alternativa de defensa contra sus potentes ataques, aunque era ineficaz cuando el jefe atacaba a ráfagas menos potentes pero con mayor número de impactos.

Así pues, se decidió por la única alternativa que le pareció factible. Ante todo, quería dejar una planta con enemigos demasiado molestos.


Cuando volvió a entrar a la caverna, dos fulgores más pequeños estaban cerca del jefe, pero eso no cambió sus planes. Corrió hasta la protección de una estalagmita y dejó que los pequeños se acercaran, acabando con ellos con una combinación de Espejo Mágico y flechas con fuego. La altura de la caverna les permitía acercarse sin estar a rango melé, pero sí lo suficientemente cerca para que Eldi no fallara.

Había gastado bastante maná con aquellos dos inesperados visitantes, pero eso no cambiaba sus planes. Corrió hasta otra estalagmita, saltando para evitar los ataque del jefe. A la distancia que estaba podía esquivarlos, pero sería mucho más difícil al acercarse.

Creó algunos muros de tierra para ver si los podía usar para cubrirse o los atacaría aún sin estar él detrás, y el resultado fue este último. Por desgracia, no podía usar Espejo mágico sobre los muros, pues se considera una bendición y sólo puede aplicarse a seres vivos.

Si hubiera tenido con él a Goldi o Gjaki, hubiera sido mucho más fácil. Goldi podría haber atacado fácilmente desde la distancia y usado magia de viento, mientras que Gjaki no hubiera tenido ningún problema en esquivar los ataques, sin duda jactándose de que eran demasiado lentos. Pero estaba solo, y solo tenía que enfrentarse a aquel monstruo o volverse por donde había venido.

Creó un nuevo Muro de Tierra para distraer a su enemigo mientras corría en dirección contraria, hacia una estalagmita cercana, y estrellándose contra ésta el ataque del fulgor jefe. La siguiente estaba muy cerca, así que se arriesgó a llegar hasta ella y a punto estuvo de recibir el impacto de uno de los ataques.

Volvió a usar la táctica del muro, pero, estando más cerca, sólo ¿Magia a mí? le protegió de los ataques del enorme fulgor, pero no fue suficiente en la carrera hacia la otra estalagmita. Había recibido una ráfaga de ataques seguido de uno fuerte, que le bajó hasta 20% de su vida. Estuvo un buen rato recuperando el aliento, el maná y curándose a la sombra del ya cercano jefe de planta.

Y cuando se recuperó, avanzó a la siguiente parte de su plan. Primero creó varios muros de tierra y, mientras el jefe los atacaba, corrió hacia el agujero que conducía a la siguiente planta, creando más muros de tierra para entretenerlo.

Sin embargo, el jefe se centró en él cuando apareció. Pero estaba preparado y uso Reacción Gatuna para esquivar hacia el agujero. Había calculado que necesitaría tres para llegar hasta su destino, aunque no había previsto que el fulgor jefe descendiera para cortarle el paso.

Lo primero que se le pasó por la cabeza fue retirarse ante aquel imprevisto, pero aquello también era una oportunidad. Y mientras usaba Reacción Gatuna para esquivar otra ráfaga, colocó un Muro Eléctrico sobre el jefe y sacó el hacha, imbuyéndola con fuego.

¿Magia a mí? resistió el siguiente ataque, pero la ráfaga siguiente lo alcanzó y Espejo Mágico apenas devolvió un impacto menor. No obstante, el muro eléctrico y los dos de fuego estaba dañándolo, e incluso fue aturdido momentáneamente.

Regenerar le iba curando pero no era suficiente, por lo que tenía que recurrir a Curación Básica, pues Toque Vampírico no era efectivo sin daño físico. Le iba golpeando cuando podía con el hacha, pero los muros eran los que hacían la mayor parte del daño, y él se concentraba en esquivar y curarse. Hubiera querido esconderse, pero la única vez que lo hizo, el jefe se alejó del suelo y de los muros que lo dañaban.

No pudo esquivar un fuerte impacto que le hizo rodar por el suelo, dolorido y sangrando, e inmediatamente volvió a usar ¿Magia mí?, que paró el siguiente mientras tomaba una poción para curarse. Era la segunda que usaba en aquella batalla, donde había tenido que invocar por segunda vez los muros, y donde su maná se estaba agotando, a pesar de haber usado una poción de regeneración, y otra para la energía.

Usó Reacción Gatuna para esquivar una nueva ráfaga y Muro de Tierra para perturbar su puntería un momento, mientras saltaba fuera del muro que prácticamente explotaba. Y empezaba a sentirse cansado.

Había comprobado que rodearlo no servía de nada, pero moverse a uno y otro lado sin un patrón fijo a veces le hacía fallar, así que eso hacía sin alejarse demasiado, forzándolo a mantener la defensa del paso a la siguiente planta y siendo dañado por los muros.

De nuevo una ráfaga seguida de un disparo potente, pero esta vez tuvo suerte y el muro eléctrico lo aturdió, interrumpiendo el disparo, dándole dos segundos de descanso y permitiéndole lanzar de nuevo ¿Magia a mí?, que paró el siguiente impacto, pero apenas puedo hacer nada contra la ráfaga que le siguió. No podía usar Reacción Gatuna demasiado, por lo que seguía intentando esquivar con una agilidad que había aumentado unos niveles atrás, aunque resultaba insuficiente. Y además, esta vez su pie se encontró con un agujero y cayó.

Tuvo suerte, ya que la caída le permitió esquivar parte de la ráfaga, pero le dejó indefenso y no fue suficiente rápido en usar Equilibrio. Recibió un fuerte impacto y, mientras lanzaba ¿Magia a mí?, no a tiempo para parar el siguiente impacto que lo dejaría bastante malherido, por lo se preparó para usar Inexpugnable, pero el jefe finalmente sucumbió antes de que pudiera disparar.

Arrodillado, respiraba pesadamente, bastante magullado y con su armadura un tanto dañada. Esperó a que los muros se disiparan, pues a diferencia de los Toque, también le podían dañar a él. Y cuando eso sucedió, ignoró a un pequeño fulgor que se acercaba y bajó a la tercera planta.

Regreso a Jorgaldur Tomo I: el mago de batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora