Verdadero amor - Jacob Black y tú

||Jake no va a hacerme daño...||

-______(T/n), despierta pequeña. - se oyó un susurro.

-Déjenla dormir, aún necesita recuperarse. - susurró alguien más.

Los murmullos se hicieron más fuertes y cuando conseguí abrir los ojos, 5 rostros estaban cerca de mí, pude reconocerlos a todos, Emmett, Rosalie, Jasper, Edward y Alice, todos ellos viéndome con una pequeña y sutil sonrisa entre sus labios, cuando me hallé en donde estaba, recordé que había dormido en la sala, ya que el cansancio me agarro en ese lugar.

-Buenos días, pequeña dormilona. - susurró Edward.

-Volvieron...-susurré mientras me reincorporaba mejor en el mueble. - Creo que llegué muy cansada anoche y solo dormí aquí.

-Lamentamos haberte recargado de esa manera. -comentó Rosalie dejando un beso en mi frente mientras se sentaba a mi lado.

-No tienen nada que agradecer, debían cazar, pude con ello, fue fácil. - comenté.

-Aun así, somos tu familia y dijimos que te protegeríamos. - comento ahora Edward quien se sentó al otro extremo de donde estaba.

-Están aquí ahora, así que todo va bien. - murmuré con una sonrisa. - ¿Dónde está mamá y papá?

-Ambos en la cocina, están cocinando algo para ti, no pudimos detener a Esme, pero dijo que de esta casa no saldrás hasta que te alimentes y recuperes las mejores energías. - susurró Alice.

-Embry y Quil ya deben haber cambiado turno. -respondió Edward.- Emmett, es nuestro turno.

-Como ordenes hermanito. - comentó Emmett mientras siguió a Edward.

-Y tu señorita, es hora de comer........- Rosalie muy fiel a su estilo, me levanto del sofá y me tomo del brazo para llevarme a la cocina.

Cuando llegué a esta no pude creer lo que mis ojos veían, prácticamente Esme había hecho un buffet enorme en el cual comerían por lo menos mas de 50 personas, no podía tratarse de una comida solo para mí, no tenía sentido. Esme se encontró con mi mirada y se acercó a abrazarme sin quitar esa sonrisa tan bella que ella tenía siempre para mí, de igual forma mi padre Carlisle hizo lo mismo y ambos me guiaron hasta un asiento principal para sentarme.

-Esto es demasiado....no voy a acabarlo y lo saben.- susurré.

-Era lo mínimo que podíamos hacer, llevas días sin un apetito bueno, debes alimentarte. - comentó mi padre.

-Además, aunque no lo termines todo ahora, comerás más tarde y así sucesivamente, esta comida no se va a echar a perder hasta mañana, tiene desayuno, almuerzo y cena- murmuró Esme.

No podía dejar pasar esto que ellos hicieron por mí, era su forma de decir que me querían y agradecían lo que hacían por mí, empecé a comer casi lo esencial, aunque a decir verdad si tenía apetito, podía sentirlo cuando comí ligeramente y quería mas de aquello, no me excedí tampoco, así que comí lo suficiente como para sentirme llena. Esme y Rosalie se sentaron frente a mí, admirando lo que hacía, creí que no era necesario, pero no iban a despegarse fácilmente de donde yo estaba. Estaba disfrutando tranquilamente cuando en minutos volvió Edward con Emmett, creí que ellos eran los encargados de turnarse con Embry y Quil, pero por el rostro de Edward no venía nada contento que digamos.

-Emmett, ¿Qué paso? – susurró Rosalie, mientras se acercó el a ella.

-Edward tuvo una pequeña riña con Jacob cuando estábamos por turnarnos. - murmuró

-¿Qué ocurrió?- comenté intrigada viendo a Edward sentarse a mi lado.

-Lo mismo de siempre, Jacob dándose de aires altos de querer cuidar más tiempo. - inquirió.