||¿Fue un recuerdo?||T2

496 37 0
                                    

-No hace falta que me lo digas, te he visto y Andrea era igual. Siempre tan amigable y sentimental con todo. -dijo en mi dirección.

-Es de familia entonces. - le dediqué una sonrisa para luego levantar la mirada. - ¿Dónde estuviste?, Adrianne me dijo que salieron

-Fuimos a Elena, Bastián se quedó ahí un rato y yo me vine. – pronunció.

¿Bastián se había quedado?, eso era raro, considerando que siempre que iba se quedaba por los entrenamientos con Ethan o simplemente con los míos, aunque quizás iba a tratar de practicar algo, pero ahora con magia, era lo más razonable. Últimamente había decidido en superar a su maestro, que en este caso sería Ethan, aunque solía ser fuerte, no iba a superar a mas de 300 años de batallas. Asentí ante las palabras de Ethan para luego ver como Adrianne entraba en la habitación.

-He visto algunos vestidos para mi, ________(T/n), necesito una opinión tuya. – comentó Adrianne ingresando con algunos vestidos en su mano.

-Espera, ¿de donde los sacaste?, si no has salido hoy.- comenté.

-¿Y que crees que compraba en sus salidas anteriores?.- dijo Ethan en mi dirección.- Compraba mucha ropa.

-Adrianne.....- intervine para analizar otra vez a mi mejor amiga.

-Lo siento, solo que me gustaron, tranquila por el exceso de ropa. Hable con Elena, estará feliz de obtener ropa casi nueva para ella y al resto. Hay mucha que les encanto. - volvió a pronunciar con una sonrisa.

-Al menos hiciste algo bueno con ello.- respondió Ethan.

Adrianne logró poner su rostro de pocos amigos y le sacó la lengua a Ethan, quien a su vez se levantó de mi cama, al parecer iba a huir de nuestras ideas de ropa, sobre todo por que iba a ser una conversación larga. Y la moda no era lo suyo, era más recatado con eso, al menos considera que esa parte de su vida ya había pasado y no se preocupaba en las cosas materiales. Adrianne empezó a mostrarme uno a uno los vestidos, realmente no iba a decidirme por uno, todos estaban hermosos y más aún cuando se los probó, resaltaba en cada uno, se veía espectacular. Diría que hasta mejor que una simple modelo, así que debía observarla bien y elegir, ella no me iba a dejar escapar si no la ayudaba.

Por algunos segundos la vi puesta un vestido rosado muy lindo, que hasta parecía resaltar sus ojos tan claros, aunque el color rojo era algo escalofriante, tampoco podía vestirse de rojo, iba a utilizar ese color y era algo desastroso, vestirnos casi parecidas. Al menos no en una celebración.

Al fin luego de minutos, me decidí en un vestido rosado y al parecer a ella también le agradaba, así que si eso estaba bien para ella, yo también. Vestida bajo a buscar a Ethan, también necesitaba una opinión de un hombre, aunque sea Ethan, ya que Bastián no estaba cerca para ayudarle, el era quien más la apoyaba a Adrianne en cada cosa.

-¡________(T/n)!- exclamó Ethan, hasta podía escucharlo en mi habitación.

-¡Lo siento, toda tuya!.- grité para luego solo atinar a sonreír.

Fueron minutos los que tenía libre para poder ocuparme en arreglar mi habitación y ponerme otra ropa más cómoda, tenía planeado salir a correr en mi forma de lobo, ya que había descuidado esa parte un poco. Y no debía dejarla por nada del mundo, no sería algo bueno para mi madre, ella amaba ser una loba y fue así siempre. Por suerte no debía preocuparme si la ropa se hacía añicos, pues había resuelto en hacer con un hechizo una copia exacta que se iba a restaurar luego de volver a mi estado humano normal, una de las cosas que amaba por ser bruja. Utilizar pequeños hechizos que mejoraban cosas de mi rutina diaria, me alegraba serlo.

Cuando sentí los pasos de mi mejor amiga fue cuando debía empezar a huir, la amaba, pero fue suficiente ropa por hoy, al menos por ahora, quizás mas tarde volvería a ayudarle, pero ahora solo quería salir y recorrer el amplio bosque. Correr en mi forma libre, algo que Ethan solía envidiar, pero que lo tendría pronto. Salté de aquella ventana y al hacerlo pude notar como mi cuerpo se transformó, pues donde antes podía ver mis zapatos, ahora se visualizaban dos patas.

Un leve aullido salió de mi boca para empezar a correr, aún era temprano, pero tenía el día libre, algo más relajado, corrí recorriendo cada espacio de aquella isla, algo amplia en la cual podrías hasta perderte y encontrar la salida principal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un leve aullido salió de mi boca para empezar a correr, aún era temprano, pero tenía el día libre, algo más relajado, corrí recorriendo cada espacio de aquella isla, algo amplia en la cual podrías hasta perderte y encontrar la salida principal. Lo que me llegaba siempre a sorprender era que no había muchos animales en el lugar, creo que se debió a una semana en que mi pelinegra mejor amiga tuvo que beber de ciertos cervatillos y cosas así, claro, eso no duró. Ella no estaba acostumbrada a esa dieta, pero debía hacerlo por nuestra estadía aquí, en lo que aún no podíamos salir. Lo acepto ,así que ello quizás provocó que ya no hubiera nada, aunque Elena mencionó que no habían depredadores aquí, como tigres, pumas o cosas así. Lo más cercano a uno de esos, podría ser en el mar, pero tampoco vio algún tiburón ni nada.

Así que no debíamos temer, aunque claramente, un depredador de esa magnitud no nos daba miedo, éramos criaturas fuertes, algo más que solo animales, lo sobrenatural junto a la oscuridad nos describiría de maravilla.

Horas pasaron, hasta que por fin pude acercar a una parte de la playa, me quedé observándola un poco más, hasta quedar en un pequeño ovillo, lo suficiente para descansar , necesitaba paz en mi mente. Y solo lo encontrarías feliz sin preocupaciones en mi mente o algo parecido.

Aquella paz, se transformó en un recuerdo, pero en una imagen que paso fugazmente por mi mente, como si hubiese visto a un lobo de color rojizo cerca de donde estaba.

¿Qué era lo que significaba?, trataba de alejar de mi mente esa imagen, por que había cierta parte que no la quería ahí, pero al transformarme, volviendo a mi yo humana, tuve solo dos palabras en la punta de mi lengua.

-Jacob Black.....- susurré.

¿Por qué había visto su imagen?, ¿fue un recuerdo? , no recordaba ese momento o quizás era algo extraño hasta alucinar, ya me había pasado con mis padres , quizás solo productos de mi subconsciente, pero , ¿Por qué Jacob estaría ahí?. Recuerdo no haber pensado nada en él, ni siquiera en los últimos meses, solo cuando Adrianne estaba hostigándome con ese tema, fuera de ello nada. ¿Era una premonición?, quizás había adquirido lo parecido a Alice y me sucedía a mí. Me levanté algo extraña de aquel lugar, tratando de encajar las piezas en mi mente, para empezar a caminar y encontrarme con Ethan a mitad de camino.

Al parecer había salido un poco, queriendo distraerse lo mejor que podía de ese lugar.

-¿Qué paso?.- pregunté.

-Nada, pero al fin pude escapar. - murmuró sonriendo.

-Hey, Adrianne no es tan mala. - contesté en su dirección.

-Es solo una broma, sabes que la adoro como una hermana.- siguió hablando.- ¿Estas bien?, luces algo pálida....

Verdadero amor - Jacob Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora