El de cabello claro se abalanzo sobre mí, al cual solo logre aventarlo de nuevo, el de cabello negro estaba con Adrianne, la cual igual se puso a combatir con él. Eran vampiros muy experimentados, como si solo se dedicaran a este tipo de peleas y lo podías notar porque sus movimientos eran anticipados. Cuando me dispuse a arrojarlo nuevamente, un dolor indescriptible se apodero de mí, logro hacerme caer al suelo, quedar de rodillas adolorida y con una vista nublosa de lo que pasaba a mi alrededor. Podía ver a lo lejos que Adrianne seguía peleando, la rubia que estaba lejos ahora se acercaba a mí, mientras otras manos se colocaron en mi cuello, como si quieran quitar mi cabeza. ¿Este era mi fin acaso? ¿había llegado hasta aquí para morir?, no claro que no, una voz dentro de mí me decía que no era hora, era mas poderosa que todos y debía creerlo para ser una de ellas. En un descuido me zafe de los brazos del chico, para tomarlo del cuello y dar un golpe duro con el sobre el suelo, claro con un grito que dejo salir gran parte del poder que yacía en mi medallón, aquel grito soltó una onda sensible en los presentes pues solo vi a la rubia con su capa reincorporarse luego de golpearse contra un árbol, al mismo tiempo que Adrianne y el chico de nombre Alec se levantaban y me miraban fijamente.
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El joven que minutos antes había peleado conmigo yacía sin vida sobre mis pies, con la cabeza salida de su torso y con su ultima mirada que reflejaba terror. Acerque una de mis manos por encima de su cuerpo y solo bastaron para decir dos palabras y ver como el cuerpo empezaba a arder en llamas. No me importaba en lo absoluto si estaba muerto, el siguiente iba a ser la rubia que me había causado ese dolor cegándome y alejándome de mi objetivo. Cuando solo di unos pasos cerca a ella me detuvo haciendo seña con una mano y en segundos Adrianne se colocó a mi lado.
-Quiero hablar, solo será algo preciso y prometo marcharme...- dijo bajando su brazo mientras que aquel otro chico se colocó a su lado.
-Lo que quieras decir Jane, hazlo rápido...- refutó Adrianne mientras le lanzo un pequeño gruñido a la rubia que estaba delante de nosotros.
-Los Vulturi escucharon por meses historias de dos vampiras matando infinidad de aquelarres, sin ninguna intervención de nuestra parte , por que Aro lo solicito, solo hemos venido a hablar contigo ____(T/n), Aro desea conocerte, no es una ejecución, solo desea proponerte algo y en cuanto a ti Adrianne, tu padre desea que acompañes a tu amiga, no la lastimara, pues eso incluye lastimarte y él no hará nada de eso. Además, desea que tomes el lugar que se te fue concedido. – susurró la rubia de nombre Jane mientras nos observaba de pies a cabeza, para voltearse como si se fuera a marchar. - En dos días los esperamos, por favor, espero contemos con su presencia.
Una brisa se visualizo al mismo tiempo que ambos desaparecieron, me quedaba inquieta con las palabras de aquella chica, pues no sabia de que se trataba, pero por la mirada de Adrianne, creo que sabia de que se trataba, antes de marcharnos de ese lugar incendie todos los rastros posibles evitando también que el fuego llegue a los árboles, no deseaba desabastecer el hábitat de las criaturas que habitaban en aquel bosque.
No dijimos nada durante el camino, además debíamos regresar rápido al hospedaje, nuestra ropa estaba hecho trizas y aun era mediodía, no podíamos estar andando de esa manera y que alguien logre vernos, sería un poco desastroso pensar en que forma íbamos a justificar esto. En todo ese camino solo recordé las palabras de Jane, que una y otra vez retumbaban en mi cabeza, ¿Por qué querrían conocerme?, ¿era una trampa tal vez?, no iba a saberlo hasta que no este en ese lugar y enterarme por mí misma.
