||Bastián...||T2

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Cuando llegamos a casa, Ethan ya estaba ahí arreglando algunas cosas, recibí las bolsas mercado tanto las mías como la de Adrianne y ella sugirió una comida ligera a lo cual asentí. En lo que estaba listo, volví a mi habitación, estaba lista a cambiarme, ya que fue un día pesado fuera de casa. Me acerqué a parte de mi armario cuando me detuve por unos segundos viendo algunas fotos que tenía y claro, ahí estaban las fotos que Adrianne nos tomó a Bastián y a mí, cuando fuimos de viaje por mi cumpleaños. Nos tomamos junto a una gran galleta de peluche, era un café hermoso al cual ingresamos y tenía su propio espacio para fotos, totalmente decorado, un recuerdo muy lindo de ese viaje juntos, claro, sin olvidar que en ese viaje Ethan casi se cae de una montaña rusa, solo porque oprimió con sus manos muy fuerte parte del juego y casi lo destruye por completo. Tenía más que esos recuerdos, uno era de nuestro viaje, otro acerca de mi cumpleaños y había otro muy importante, la primera transformación de Bastián cuando llegamos aquí a portangeles, una situación que por suerte salió bien para ambos.

Inicio del Flashback

-Buenos días chicos. - exclamé entrando al comedor, viendo a Adrianne cerca de la cocina.

-Buenos días mi pequeña lobita. – me respondió Adrianne.

-¿Y el resto? ¿Dónde está Bastián?. - inquirí mientras me acercaba a la cocina.

-En la escuela, tenía unos pendientes. - comentó Adrianne.

-Oh entiendo, pensé que estaba en casa. – añadí sentándome en el comedor.

-De hecho, va a quedarse. – admitió Ethan ingresando a la cocina con su móvil entre las manos. - Acaba de llamar y pues su profesor lo eligió por ser muy atleta y va a entrenar en el equipo de fútbol americano.

-Wow, eso es genial. - comenté sonriendo.

-Bastián siempre fue deportista, eso me lo imaginaba. - comentó Adrianne.

-Si, siempre lo fue, ahora la cosa es que alguien debe dejarle el almuerzo. – confesó él.

-Era justo lo que te iba a decir, llevarle algo para que coma en este pesado día. - anunció Adrianne. – Sobre todo porque no regresara temprano.

-Creo que ni siquiera deben decir quien irá a dejarlo, porque seré yo. -contesté riendo.

-Eres nuestra salvación. – respondió Adrianne.

-Siempre lo soy, cuando se trata de Bastián- musité riendo.

-Pues, eres la única a quien él le hace caso, ni modo. - concluyó Ethan.

Rodé los ojos ante su comentario para luego acercarme a Adrianne, ella era la experta en empacar el almuerzo de Bastián, a veces lo hacía su mamá, pero cuando él estaba aquí era la responsabilidad de Ethan y Adrianne. Mientras esperaba, busque las llaves de mi auto, ahora tenía un deportivo rojo que era algo llamativo en la ciudad, Bastián por su parte no quiso recibir el auto blanco mío, dijo que mejor por ahora Ethan, además que le gustaba caminar. Aunque yo creo que no lo recibió como excusa de que pudiera llevarlo a la escuela, no tenía problema con ello tampoco, pero me pareció algo gracioso de su parte. Recibí el almuerzo de Bastián, para luego subirme al auto y conducir al instituto, no estaba lejos de ahí y con la velocidad del auto, también era fácil llegar, no conocía a nadie en ese instituto a excepción de Bastián y claro también Lexie, una joven encargada de la cafetería. Hacía deliciosas malteadas que era imposible no pedir una, me sorprendía que cuando existían actividades en la institución, cualquier persona podía ingresar, sin pedir algún carnet o algo por el estilo, encontraría a Bastián en el patio trasero donde estaban todo lo relacionado al deporte. Cuando baje con las cosas unos jóvenes se me acercaron y me dijeron que él se encontraba en la sala principal donde estaban el área de gimnasio, aunque creo que se acercaron para que cuando me vaya de ahí pudieran tomarse fotos con mi auto. Empecé a caminar para llegar a las aulas y me acerqué al gimnasio con cuidado mientras pude ver a Bastián, sobre unas máquinas, por suerte no sintió mi presencia cerca, no hasta que me vio cerca cuando giró.

Verdadero amor - Jacob Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora