||Salimos mañana....||T2

951 68 3
                                    

Caminé muy despacio para llegar a la habitación de Bastián, estaba justo a 10 pasos mas que la mía, por algunos segundos toque esta, pero no había respuesta, ¿sería imprudente abrir la puerta?, quizás, pero no estaba en la posición de simplemente retirarme y dejar por perdida la conversación. Era un tema que debíamos conversarlo, sobre todo si Bastián estaba, molesto. Al abrir la puerta despacio, pude visualizar que él se encontraba acostado de espaldas a la puerta, ese modo en el que estaba me recordaba que era un chico totalmente dulce que era uno de los únicos que hacía berrinche e incluso a su edad. Pero podía entenderlo, ya que Adrianne le consintió a ello, era casi como su hijo, al menos ella lo trataba de ese modo. No recibí ningún movimiento de su parte cuando me acerqué por lo que me senté en el borde de su cama y coloqué una de mis manos sobre su espalda acariciando está muy despacio.

-¿Bastián?, podemos hablar.- musite.- No creo que no quieras hablar conmigo

Ante lo último que dije, recibí la primera reacción, Bastián giró y se sentó ahora en la cama, dedicándome una mirada algo seria, pero no levantaba la vista del todo.

-¿Puedes decirme que paso?.- inquirí para volver a poner mi mano sobre la suya y levantar con mi otra mano su rostro.

-¿Es cierto que se irán?.- contestó mientras fijaba la mirada en mí.

-Si, es cierto. - comenté. - Necesitamos el hechizo Bastián, tu más que nadie lo sabe, por lo que iré con Ethan.

-¿Pero por que no podemos ir con ustedes?.- añadió Bastián.

-Por que es algo que haremos rápido, además la bruja a quien iremos a ver es muy quisquillosa, por lo que no queremos ir muchos. - le respondí. -Ella conoce a Ethan y también a mí, cuando apenas era una niña.

-Pero Irlanda es lejos...- dijo en un leve susurró para luego ver como agacho su mirada.

-Claro que lo es, pero podemos con ello. - pronuncié. -Solo serán unos días, además piensa que es algo bueno, tanto para Ethan, como para ti.

-Aun así es peligroso, quizás les pase algo....- añadió.

-¿Enserio?.- comenté.- Bastián, no hablas con personas simples, puedo con ello, soy fuerte.

-Pero yo podría cuidarte también. - musito

Las intenciones de Bastián por querer ayudarnos eran buenas, él solía ser protector y siempre quería lo mejor para nosotros, a veces parecía que el era centrado y maduro que Ethan, a pesar de su corta edad, pero todo ello debido a que no se le brindaba en su casa una confianza mutua, entonces el tuvo que madurar mucho mas y valerse por sí mismo. Apoyaba eso, siempre pensé en que sobrevivir por tu propia cuenta forzaba a madurar antes, pero al mismo tiempo te ayudaba a entender las cosas de la vida, que nada era fácil estando solos. Aun sus pequeños ojos sugerían que no lo dejarás, pero era algo inevitable, tenía que hacerlo.

- Prométeme que te cuidaras y también a Adrianne. - susurré.

-Yo...- tartamudeó.

-Vamos Bastián, ¿puedo confiarte esa responsabilidad?.- añadí.- Se que puedo hacerlo, ya que eres una persona que cumple su palabra.

Aunque su mirada era de tristeza, levantó su mano con la mía para luego asentir con un ligero movimiento de su cabeza, su molestia no iba a perdurar, pues una pequeña sonrisa aun seguía sobre sus labios, Bastián era dulce, demasiado, no podía enojarse mucho tiempo y debía admitir. Ethan tenía razón al decir que me hacía más caso a mí que a ellos, todo era por mí, sus sentimientos no habían desaparecido, ni siquiera cuando le comenté que ya había tenido a alguien en Forks, eso a el no le importaba. No tuvimos un tiempo específico para hablar de esto, pues consideraba que era un tanto incomodo para ambos, además teníamos a dos personas a nuestro lado constantemente que la privacidad no existía. Quité mi mano sobre su rostro para luego apretar sus manos muy despacio.

Verdadero amor - Jacob Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora