Verdadero amor - Jacob Black y tú

||El recuerdo part2 ||T2

INICIO DEL RECUERDO DE ELENA

-Me alegra verte Elena.... - comentó Zeth.

-Zeth, magnífica noche la que has elegido en buscarme. - contesté. - Aunque puedo sentir que no vienes solo, ¿es Andrea?, tu joven licántropa.

-Nada de eso, Andrea está un poco lejos de aquí. - respondió. - Digamos que es alguien más especial.

-¿Acaso Ethan volvió con ustedes?, lo último que supe es que estaba por Noruega, ya sabes, quería conectarse con aquel lugar. - comenté con una leve sonrisa.

-No, no es Ethan y si, se a lo que te refieres, ya sabes que nuestro amigo disfruta de viajar y conocer comunidades nuevas - sostuvo. - Espera, ahora te la presentó.

Mientras escuché aquellas últimas palabras, pude visualizar como Zeth se acercó a la parte trasera de aquel auto, abriendo un poco esta. Volvió al auto en la parte del copiloto y sacó una asiento de bebé muy amplio .. ¿Era cierto lo que estaba viendo? ¿era un bebé?, ¿porque Zeth llevaba consigo una bebé?, colocó aquel asiento sobre la parte del auto y peñisco muy leve sus mejillas dejando un beso en la frente de la pequeña.

Mi sorpresa era evidente, mi rostro reflejaba miles de dudas, al verme Zeth comprendí que me diría cada una de ellas, por lo que me mantuve callada. Me dedicó una leve seña de que me acercara a lo que hice caso, pero con cierta duda, pues no creía en esta situación.

-Elena, te presento a ________(T/n), mi hija... - murmuró.

"¿Hija?", pensé, si antes estaba asombrada ahora más que nunca mi cara reflejaba un asombro fuera de los límites establecidos. Nunca me imaginé que Zeth había concebido a un niño o en este caso, una niña, sabía que Andrea era un lobo, por lo que podía reproducirse. Pero no pensé que Zeth podría, era un híbrido, claramente y al tener esa parte de lobo activa, imagino que intervino aquello. Cuando estaba por decir algo, la pequeña me dedico una sonrisa y aunque tenía un chupón en sus labios, se podía notar su alegría, era muy hermosa.

-Jamás hubiera imaginado ver a la hija de Zeth, "el híbrido original". - respondí. - Es una bebé hermosa.

-Lo es, tiene la belleza de su madre, claro, puedes ver un toque de maldad en sus ojos, eso por supuesto lo heredó de mí. - Zeth me dedicó una sonrisa mientras levanto a la pequeña entre sus brazos. - ¿Quieres cargarla?

Asentí ligeramente, para recibir a la pequeña entre mis brazos, su tacto se sentía suave y un aroma a rosas es lo que pude percibir, era muy linda, sus ojos color claro eran hermosos también. Sus manos jugaban con su chupón y podía escuchar su corazón, como éste latía de una forma más efusiva que el de un humano. Ella no podría ser una humana normal, ya que tenía un linaje muy fuerte de sus padres, parece que, con aquella duda, Zeth estaba dispuesto a darme la respuesta.

-Al ser la primera híbrida nacida, tiene linaje tanto el de Andrea, como el mío, ahora, hay una parte de ella que está haciendo presencia. - intervino Zeth.

-¿Una parte? ¿a qué te refieres? - contesté, pero mientras la pequeña elevó su mano y pude tocarla, sentí la presencia de magia.

Quedé más perpleja al sentir que la pequeña poseía magia en aquellas diminutas palmas, su poder era aún pequeño, pero comparado con su cuerpo era más que suficiente para realizar cualquier cosa. Apenas era una bebé, debía tener un control, al ser pequeños no piensan bien las cosas que rondan en sus diminutas cabezas, podría ocasionar algo malo si es que lo deseaba. ¿Pero cómo una bebé, hija de un híbrido y una madre loba, tenía poderes?, aquella respuesta llegó en tan sólo una palabra.

-Amelia.... - susurré.

-Si, empiezo a pensar que madre me dejó aquel talento para heredárselo a ______(T/n). - comentó Zeth.