No supe cuánto tiempo estaba arreglando aquella brújula, solo pude sentir como aquella brújula se elevó frente a mis ojos y empezó a acomodarse por su sola, sin la intervención de nadie.
Estaba lista, había conseguido repararla o al menos eso creía, estaba segura, pues estuve concentrada en ello durante horas quizás. Además, que nadie me había interrumpido, eso era extraño, pero me alegraba de saberlo también. Me levanté con cuidado sosteniendo el artefacto en mis manos y busqué la puerta la cual iba a ayudarme a salir, aun aquella esfera de luz estaba concentrada y no se había esfumado ni nada, pero cuando llegué a la puerta, esta automáticamente se reventó, desapareciendo por si sola.
Caminé buscando a Elena en alguna habitación, pero lo más sensato era la sala, ya que podía sentirse su aroma en aquel lugar.
-¡........ (T/n)! - susurró en mi dirección. —¿Terminaste?
-Si, bueno eso creo. - me encogí de hombros, mientras extendí la brújula. - Creo que la terminé, solo debemos utilizarla y ver si sirve.
-Lo vas a probar tú, junto a tu amiga. Esta brújula no sirve en híbridos, por lo que a ti ni a Ethan les va a servir ser localizados. -añadió.
-Eso me recuerda a, ¿dónde está Ethan? - pregunté.
-Eso no es muy lindo de tu parte. - se escuchó a lo lejos decir.
Era como si la voz se encontraba en el lugar, pero algo distorsionado, fue cuando visualice a mi joven amigo sentado en uno de los sofás, al parecer uno de sus brazos estaba vendado, pero su semblante era tranquilo.
Sin pensarlo dos veces avance hasta él, para sentarme y abrazarlo, dejando con sumo cuidado antes la brújula en la mesa. Pude escuchar un quejido de Ethan, pero no fue tanto comparado con lo que había pasado y todo.
-¿Como estás? ¿todo bien?, ¿te duele otra parte o qué? - pregunté preocupada mientras toque su frente con cuidado.
-Estoy bien, esto de la venda fue idea de Elena. - comentó. - Dice que me ayudará, pero yo siento el brazo bien.
-Ethan, no seas modesto con _________(T/n). - Elena se acercó a nosotros y tomó la brújula entre sus manos. - Al parecer él tiene un ligero dolor, nada que pueda solucionarse con algunos días o en lo posible realizar otro hechizo de magia. Tú sabes a cuál me refiero linda.
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Asentí ante sus palabras, mientras Ethan simplemente agachó la mirada, sabía que era igual a papá en ese carácter, nunca decía algo porque no quería ayuda, quería realizarlo solo, demostrar que era capaz de ello. En definitiva, era algo que no comprendía, pero era mi padre y sabía su valentía, por ello el carácter tan parecido que tenía con Ethan. Coloqué una de mis manos sobre su brazo, recitando muy despacio aquel hechizo, podía sentir como parte de mi poder, mi magia curaba uno a uno los ligamentos de aquel brazo, como si se tratará de una costuro interna, solo con la magia. Cuando pude abrir mis ojos, me encontré con Ethan, con una sonrisa entre sus labios y a Elena también sonriendo. Ella siempre estaba sorprendida de las proezas que yo realizaba.
Para demostrar que se había recuperado, Ethan se levantó entusiasmado y me alzó entre sus brazos dando una ligera vuelta, solo me reía del momento, pues era divertido. Hasta Elena se nos unía, pero cuando Ethan me bajó con cuidado, pude sentir otra mirada en mi dirección, una reciente, el rostro de tristeza e ira era evidente. Bastián apenas había avanzado hasta la sala y supongo que aquel momento lo dejó paralizado a medio camino. Ciertamente no estábamos haciendo algo malo, pero, Bastián era algo celoso, no por ser posesivo, sino porque no realizaba estas cosas con el debido a la timidez en la que ambos existían.
Ethan miró en la misma dirección y solo atino a saludar.
-¡Bastián!, ven. Te contaremos lo que paso hoy. - contestó Ethan.
Pero ni siquiera esas palabras lo dejaron ahí, solo nos dedicó una media sonrisa y giró para volver por aquella puerta. Elena pudo darse cuenta de ello, de la sensación y solo me quedo observando por algunos segundos, mientras observe como Bastián desapareció de aquella casa.
-¿Qué le ocurre? - mencionó Ethan. - Parecía molesto.
-Si que debes aprender mucho de los sentimientos de las personas Ethan. - le respondió Elena mientras giró a verme. - Deberías ir....
-¿Acaso dije algo malo?. - intervino Ethan.
-No, pero al parecer Bastián estaba entusiasmado de querer pasar tiempo conmigo hoy, se fue con Adrianne y cuando volvió. Pues vio a su "chica" riendo en los brazos de otro. - suspiré ante aquellas palabras, para luego levantar la mirada a Ethan. - Es Bastián, es muy dulce, tímido y los celos siempre están.
-Pero eres como una hermana, hasta como una hija. - informó Ethan.
-Si, pero las acciones a veces nublan el juicio a alguien. Esta enamorado, le es difícil. - Dijo Elena.
No podía creer que hasta Elena se daba cuenta de todo lo que pasaba con solo vernos. Podía hasta entender mejor la situación que hasta el propio Ethan, en definitiva, era lista, más lista que cada persona que había ahí en esa habitación. Volvió a dedicarme una sonrisa y asentí, pues sabía que debía ir a buscarlo, la mejor manera era hablarle, Bastián era algo resentido, jamás de una forma mala, pero él era así.
Ethan seguía sin comprender mucho la situación, por lo que antes de salir le dedicó un pequeño codazo y salí de la casa, esperando encontrar la dirección en la que Bastián se había ido.
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No fue tan difícil, pensé que había retornado a casa, pero pude verlo frente a la orilla, sentado en la arena admirando el mar. Aunque era de noche, las estrellas y parte de la luna iluminaban el lugar de una forma perfecta que podrías ver quien estaba cerca. Caminé sin hacer mucho ruido hasta donde él estaba, para sentarme a su lado, el solo siguió contemplando el lugar hasta que estuviera listo de decir algo.
