—Buenos días pequeña dormilona. - susurró Adrianne acercándose hasta donde yo estaba y abriendo ligeramente las cortinas con su poder sobre el elemento del aire.
Apenas podía abrir mis ojos y volví a esconderme bajo las sábanas, quería dormir de nuevo, no quería despertarme. Pero mientras intentaba volver a mi sueño, una gran ráfaga de viento se interpuso entre mis cobijas y estas salieron disparadas a un lado de la cama. Llevaba puesta una pijama de pantalón largo y suelto y enserio sentí frío por aquel viento que Adrianne utilizo contra mí.
-Has mejorado bastante - murmuré frotando mis ojos despacio. - Eso es bueno, ya pareces una bruja.
-¿Bruja? - respondió la pelinegra - Nada de eso, parece que poseo poderes de bruja, pero solo son los elementos, pude hacer que una corriente de aire se esparza en este lugar o incluso formar un leve huracán, pero nada es comparado con la manipulación de objetos o tus encantamientos, algo que tú haces. Yo solo puedo manipular los 4 elementos a mi beneficio.
-Pues, he quedado impresionado, si pareces una bruja. - comentó Bastián, que al parecer estaba al lado de la puerta y con una de las sábanas sobre su rostro.
-Bastián, lo siento. - respondió Adrianne.
Una suave risa inundó mis labios al ver aquella escena graciosa, por suerte nada de lo que traía Bastián se había derramado, solo el hecho de que le cayó una de las sábanas sobre el rostro. Por todo lo que traía se trataba de mi desayuno, bueno, quería pensar eso, ya que estaba con una bandeja dentro de mi cuarto.
-Eres muy silencioso Bastián, por eso no nos dimos cuenta de tu presencia. - admití con una pequeña sonrisa.
-Mira quien lo dice, la experta en aparecer de la nada. - dijo Bastián entre risas para acercarse hasta donde yo estaba. - Te hemos preparado el desayuno, danos crédito.
-Bastián tiene razón, me ayudo a prepararte algo, no te preocupes por nosotros, ya estamos bien alimentados. - admitió Adrianne.
-¿Y qué es lo que fue hoy?, ¿un puma? ¿o tal vez A+?. - sonreí mientras tomaba el jugo lentamente por una pajilla.
-Muy graciosa. - Adrianne rodó sus ojos y se unió a la risa de todos.
-Así que nuestra bella durmiente ha despertado...-exclamó Ethan ingresando a mi habitación, colocándose a lado de Adrianne.
-Apenas despierta, tuve que usar la fuerza con ella. - le respondió Adrianne.
-Tuvo una noche llena de emociones, no la juzguen. - habló Bastián.
Tenía razón, demasiado. La noche anterior, el hablar con Emmett, Rosalie y ver a Leah fue demasiado y claro sumémosle el hechizo y los recuerdos de Leah, fueron agotadores. Era una chica fuerte en cuanto a poder, pero, también tenía límites. Di un pequeño mordisco a mi pan y levanté la mirada nuevamente ante ellos.
-Bueno, tengo dos noticias que darles. - informé. - Ambas son buenas, al menos para mí sí, lo veo de esa forma.
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-Bien, cual es la primera. - respondió Ethan cruzándose de brazos.
-Adelante pequeña lobita.... - Adrianne me dedicó una amplia sonrisa.
-Ayer hable con mis hermanos, Emmett y Rosalie. - les conté. - Todo fue por llamada, Bastián me convenció y pues, él tenía razón, ellos merecían saber de mí, sobre todo Rosalie.
-La rubia, excelentes personas. - contestó Adrianne. - A mí me parece bien eso, son las personas más apegadas a ti, así que merecen saber al menos que estas bien.
-Opino lo mismo, estarán más tranquilos al saber que estas bien. - afirmó Ethan. - Y bien, ¿cuál es la segunda noticia?
-¿Estás lista?. - susurró Bastián a mi lado, dedicándome una sonrisa, la cual ciertamente me dio la seguridad de poder decir todo. Asentí con un leve movimiento en mi cabeza y tomé un sorbo de jugo, para estar preparada.
-Iremos todos a Irlanda. - comenté. - Y cuando digo todos, me refiero a todos, eso incluye a Adrianne y Bastián.
Mi habitación estuvo en silencio por algunos segundos y pude ver la cara de sorpresa y felicidad al mismo tiempo en el rostro de Adrianne, estaba feliz de escuchar aquella noticia. Bastián ya lo sabía, pero aun así ,su alegría también era evidente, pero quien sí estaba algo confundido era Ethan, demasiado, estaba por decir algo pero lo interrumpí.
-Se que no podemos llevarlos cerca a Elena, pero pueden esperar por nosotros en la ciudad, Iremos solo nosotros a conocer a Elena, pero no podría dejarlos solos aquí. - intervine. - Somos como una manada, si todos estamos juntos en algo, lo hacemos.
-Vuelves a hacerlo.... - contesto Ethan.
-Hacerlo...¿hacer qué?. - fruncí el ceño.
-Vuelves a hacer eso que hacía tu madre, jamás dejar a la manada, siempre uniendo a todos en uno solo, sin importar una distinción. - confesó. - Era muy inteligente, siempre pensando en los demás, tenía los rasgos de una auténtica líder, una reina.
-______(T/n), es su mini versión, es nuestra princesa, por supuesto. - comentó ahora Bastián.
Las palabras de Ethan que siempre hablaban de mí madre, me hacían sentir feliz, el recuerdo del dolor ya no era tan profundo, me resultaba mejor pensar en ellos de forma alegre y recordarlos con alegría, la cual me hacía sentir orgullosa. Orgullosa de ser su hija, todos los presentes me dedicaron una sonrisa a lo cual solo pude sonreír, devolviéndoles los halagos.
-Gracias por ello y tranquilo Ethan, tú eres el líder de nuestra manada. - comenté. - No planeo quitarte el puesto.
-Quizás yo sí. - contestó Adrianne entre risas.
-Sueñas muy alto Adrianne. - murmuró Ethan dándole un leve codazo a Adrianne. - Desde ser un team, ahora somos una manada, algo dispareja, pero, lo somos.
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-Somos unidos, como una familia y así lo será. - intervino Bastián. - Y la manada jamás abandona a los demás.
-Bueno, hay que apresurarnos, el vuelo a Irlanda es lejano. - comentó Ethan. - Además debemos ver los boletos para el resto.
-¿Me dejas encargarme de ello Ethan?- dijo Adrianne. - Tengo un plan.
-Déjala Ethan, Adrianne es buena convenciendo, el dinero ayuda. - comenté.
-Bien, solo porque tú lo dices, lo aceptaré. - respondió Ethan con un leve guiño.
-Nos vemos chicos. - se despidió Adrianne y desapareció rápido de nuestras vistas.
