-¿Tienes miedo Ethan?. – preguntó Elena en su dirección.
-Verás Elena, van a romper cada uno de mis huesos. – anunció Ethan.
-Ethan, experimentas esa sensación siempre. - añadió. - La transformación siempre quiebra tus huesos una y otra vez.
-Claro que sí, se lo que se siente, pero mi cuerpo no se acomodará para transformarme, por el contrario. - informó. – Quedaré molido.
-Tranquilo, me aseguraré de que no te pase nada y quedes como nuevo luego, también existe un hechizo de sanación y toda ira bien, enserio. – admití para luego dedicarle un suave guiño.
-Confió en ti _________(T/N). – sostuvo mientras siguió en aquella posición.
Elena giró a verme dedicándome una mirada de aprobación, como si fuera el momento de empezar con aquel hechizo, no necesitaba algún ingrediente o algo por el estilo, solo necesitaba las palabras exactas. Era un hechizo de combate para utilizarlo, uno nunca sabe en qué momento podría necesitar de ello.
Phesmatos Fractionem Ossibus
Cuando dije aquellas palabras mirando fijamente a Ethan, pude ver su cara de dolor, la agonía en sus ojos y como caía frente a mis ojos en fracción de segundos. Estaba gritando en mitad del suelo, sin algún movimiento, solo los alaridos salían de él. Realmente era una escena escalofriante, terrible para mi vista, era hacerle daño a la persona que consideraba mi familia, pero era práctica, Ethan me ayudaba ante eso. Elena se acercó en segundos hasta donde él estaba y confirmo que era cierto, sus huesos literal, se habían quebrado, por lo que era su forma de sanarlo ahora. Dijo una especie de hechizo y pude notar como los ojos de Ethan se cerraron, como si hubiera caído en un sueño profundo.
-¿Elena?, ¿Qué ocurre?.- murmuré acercándome a ella.
-El hechizo trata de mirar a tu oponente, centrarte en una parte de él y romper sus huesos. – hice una pequeña pausa mientras se acuclilló. – Pero tú con decirlo has logrado romper prácticamente sus huesos en segundos, lo que nos logra decir que tu magia es demasiado fuerte y por así decirlo, terrible.
-¿Ethan estará bien?.- susurré mientras me senté en la parte del césped, para acariciar por encima de su rostro.
-Claro que sí, he comenzado el hechizo de sanación, cuando despierte estará mejor, pero si quieres ayudar, mejorará mucho su salud. - comentó Elena.
-Claro que lo haré. – asentí a sus palabras.
Elena se levantó nuevamente y retrocedió solo unos pasos, pues era mi turno de aquella sanación, cuando Ethan despierte, ni siquiera recordaría que se habían roto cada uno de sus huesos, iba a despertar como nuevo, quizás como cuando se levantó de su cama esta mañana, el hechizo era fácil, pero quería combinarlo, con aquel hechizo capaz de aumentar su fuerza física. Elena me había enseñado a combinar cada hechizo, claro, cada uno de ellos tenían un punto clave, uno capaz de hacerlos conectar entre ambos.
Mientras esperábamos a su recuperación, Elena regresó a mi lado con lo que parecía una especie de brújula, pero aquella estaba totalmente averiada, al menos podía darme cuenta de ello, al notarla que no tenía aquella especie de indicadores.
-¿Una brújula?.- pregunté.
-Si, pero no es una brújula cualquiera. - intento decirme al momento que me levanté. - Es uno de los objetos que algunas brujas poseemos, de cierta forma es mágico, pues nos ayuda a identificar a un vampiro.
-¿Un vampiro?.- pronuncié. - ¿Cómo así?
-Las brujas no tenemos un sentido del olfato tan desarrollado como los lobos. Ustedes como enemigos mortales de los vampiros, tienen características para notar su presencia en segundos, una bruja es lenta para ello, a menos que realice un campo de fuerza. – respondió Elena. – Y no todas somos fuertes para hacerlo, por lo que una bruja de nombre Mackenzie diseño un artefacto capaz de rastrear vampiros. Al utilizar la brújula, esta aguja magnética giraba de forma por así decirlo rápida y nos indicaba la presencia de un vampiro cerca de nosotros, e incluso lo señala.
Quedé de cierta forma intrigada por aquel artefacto, debía decirlo que era una buena idea, claro, si es que no sabias como rastrear a uno, ya que los vampiros son rápidos en cuanto a esconderse y emboscarte sin que nadie se diese cuenta de ello. Aunque a mí no me iba a servir mucho, podía rastrear bien aquel aroma, lo reconocía tan bien, que tenía aromas característicos de cada uno de ellos. Pero esa brújula no servía, ya que estaba toda descompuesta.
-Déjame adivinar, es aquí donde yo ingreso a repararla. – admití mientras levanté una ceja observándola.
-Que lista eres _________(T/n). – añadió con una sonrisa. - Te sabes el hechizo de reparación y ciertamente, sabes la concentración y fuerza que se requiere, ya que, de cometer un error, habría cambios drásticos en el objeto mágico.
-Parece un hechizo simple, pero es muy peligroso, eso sí lose. Pero bien, lo haré, solo que para ello necesitaré un lugar dentro de la cabaña. Al menos no quiero desconcentrarme. - confesé mientras tomé la brújula entre mis manos.
-Tengo el lugar indicado. - anunció Elena, para girar y caminar en dirección de la cabaña.
-Volverás luego por Ethan, ¿cierto? – añadí.
-Si, no lo dejaría solo a la deriva, solo te indicó el lugar y volveré. - me prometió.
Ambas caminamos hasta parte de la casa, en donde posiblemente me llevaría a uno de los tantos cuartos misteriosos que poseía Elena, el de básquet ya lo conocía, pero esta vez me llevó a otro, en donde solo podía ver oscuridad. No había nada, era como cerrar tus ojos y ver literalmente a la nada, ni un rastro de luz. ¿Era una broma?, ni siquiera vería a la brújula para concentrarme en ella, pero al parecer Elena hasta leyó mi pensamiento, quien automáticamente de sus manos salió como una bola de luz, una muy brillosa la cual empezó a flotar cerca de nosotros y se ubicó en la mitad del lugar. Al menos con ella vería solo cierta parte que me rodeaba, el resto seguía siendo oscuridad, nada más. Aunque podía verse la puerta por la cual habíamos ingresado.
-Te dejaré sola y tranquila, no dejaré que nadie entre, sino van a interrumpirte. - anunció Elena mientras me dedicó una sonrisa y giró nuevamente a la salida.
Yo asentí ante su idea, sabía a lo que se refería, casi siempre los que interrumpían cerca eran tanto Bastián como Ethan, aunque sabía que Bastián iba a tener horas y horas a lado de Adrianne, al menos lo sabía ya que era experta en desaparecer a comprar y observar cosas. Era muy minuciosa en escoger cada cosa.
Y Ethan, pues el estaría un muy buen tiempo durmiendo, no iba a ser fácil despertarse con aquella
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Verdadero amor - Jacob Black y tú
Fanfic|| _____(𝑡/𝑛) 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛 𝑆𝑚𝑖𝑡ℎ ℎ𝑖𝑗𝑎 𝑎𝑑𝑜𝑝𝑡𝑖𝑣𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛, 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑡𝑟𝑖ℎ𝑖𝑏𝑟𝑖𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑝𝑢𝑟𝑎 𝑠𝑎𝑛𝑔𝑟𝑒 ,𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑒𝑠 𝑟𝑒𝑡𝑜𝑟𝑛𝑎𝑟 𝑎 𝑡𝑢 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑎𝑑𝑜𝑝𝑡𝑖𝑣𝑎 𝑒𝑛 �...