El sol empezaba a asomarse por los árboles, la brisa aún seguía con ese fresco aroma a lavanda, pero __(T/n) aún no llegaba a la habitación, Adrianne se la paso pensando cuando volvería, no sabía mucho de las transformaciones en lobo, lo poco que se sabía era lo exacto que dijo su mejor amiga, claro, aumentando la parte en la que ella luego podría controlar esa transformación y volverse a su voluntad. Como _(T/n) dijo era peligroso que un vampiro estuviera cerca de un lobo apenas en su conversión, no sabía de que forma iba a reaccionar o como eso afectaría a su amistad. Cuando pudo notar que el sol aparecía por la ventana de su habitación tomo un pequeño maletín., En el metió una ropa de su mejor amiga, sabía que lo iba a necesitar, solo lo necesario, cerró este y salió de la habitación en rumbo al bosque, al menos hasta el lugar donde estuvieron la noche anterior. Su velocidad la ayudó tanto que en segundos de registrar el bosque la encontró, encontró a __(T/n) acostada frente a unos árboles, por suerte no había pasado nadie por ahí y la había visto de esa manera, desnuda por completo acurrucada.
-___(T/n), despierta..... - susurro de forma suave mientras se acercaba.
Mi mente aun divagaba pero una voz me saco de ese sueño, volviendo a la realidad, pude ver a mi mejor amiga frente a mi, con esa sonrisa suya tan característica y en sus manos me tendía unas prendas, ¿ropa?, por que iba a necesitarlo.... hasta que todo se aclaró, me había convertido en lobo por primera vez y junto con ello se había perdido mi ropa y no digo por perder, sino por que toda ella resultó hecho trizas, acepte de su mano la ropa y me cambie lo más rápido que pude, agradecía que ella estuviera aquí. Nos habíamos visto ambas desnudas, no era alguna novedad en nosotras, nuestro lazo de amistad es demasiado fuerte, por tiempo creí que ella podía crear lazos amorosos hacia mí, pero esos pensamientos se esfumaron cuando descubrí su secreto de que conocía a chicos, es más tuve que borrar un mal recuerdo de mi mente cuando la encontró con un chico de nuestra escuela en nuestra habitación, no quería imaginarme que pudo presenciar mi cama y si ella fue cómplice de ello, no quería enterarme.
-Tienes que decirme, ¿Cómo es?? te dolió?, ¿Qué pasa después de eso?.... ¿puedes hablar?, bueno no hablar, ni un perro puede hacer eso , pero.. quiero saber. - comento Adrianne, por su tono de voz se notaba muy intrigada de saber todo acerca de mi transformación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Es, raro, pero al mismo tiempo cuando te conviertes, eres libre, eres totalmente otra persona, la velocidad es increíble no se compara a la de un vampiro. Y mis pensamientos fueron confusos pero mi madre dijo que la primera vez iba a ser así. Con el paso del tiempo tendría control sobre ello. - asentí mientras me levantaba del césped y aceptaba su mano otra vez para darnos un abrazo.
-Estoy orgullosa de ti hermana, mi pequeña vampiro-bruja-loba..... - su abrazo fue tan placentero que las primeras palabras me recordaron lo que pase el día de ayer.
-Adrianne lo vi..... - susurre.
-¿Ver a quien?.. - se aparto un poco del abrazo y miro intrigada.
-Vi a mi padre. Fue mucho antes de convertirme, cuando agonizaba del dolor, quizás fue parte de mi subconsciente pero, fue lindo verlo una vez más.... - Apreté suavemente sus manos para sonreír ante mis palabras, tener al menos una imagen de mi papá me había dado ese empuje para todos mis planes a futuro y todo lo que pueda pasar de aquí en adelante.
Adrianne cerró el maletín y empezó a caminar en dirección a nuestro hospedaje, por unos segundos estábamos en silencio y contemplando el lugar, Contemplando las las flores que crecían al pie de los árboles, unas liebres salir de su escondite y rodear unas setas y un cuervo en lo alto de un roble que nos observaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Estoy lista para ir a Volterra... - dije firmemente para unirme a Adrianne en cuanto a sus pasos y voltear a mirarla.