Podía ver a Elena y Ethan más lejos de donde estábamos, Bastián parecía entusiasmado, ya que sabía el hecho de que quería volverse más fuerte siempre.
Nuestra batalla consistía en luchar tal cual, pero iba a ver un punto exacto en el cual iba a tener que golpearlo solo con los poderes, sin que él lo vea venir. Conocía un poco los movimientos de batalla de Bastián, pero al parecer las horas de entrenamiento con Ethan rendían frutos día a día y mejoraba su condición física de pelea cada vez. Fue el primero en lanzarse para golpearme y tirar de mi cuerpo, si, salí disparada, pero yo había mejorado hasta en la forma de caer, algo más veloz en la cual podía caer tranquilamente como una pequeña pirueta.
Estaba por golpearme otra vez, pero ante ello, pude notar otra presencia que venía hacía mí. Era Ethan, a una velocidad increíblemente rápida, a lo cual era imposible esquivar. No tuve muchas opciones, por lo que solo desaparecí para quedar nuevamente frente a ellos, sabía que era la idea de Elena, con Bastián no iba a ser suficiente, así que con dos mejoraría la pelea. Vaya estrategia que tenía para mí.
Ambos chicos se miraron mutuamente para luego dedicarme una sonrisa, aunque la de Ethan era más que sutil, una sonrisa desafiante y le iba a tomar la idea, sonreí de igual manera, para luego acercarme a gran velocidad, sosteniendo del cuello a Ethan, a quien estaba por lanzarlo, pero unas manos me sujetaron, lo suficiente para lanzarme contra una de las gradas, pero todo fue parte de una ilusión, logré hacerlo con un hechizo. Así que ahora estaba detrás de Bastián sosteniendo su cuello para hacerlo caer. Iba a realizar otro movimiento, pero de forma involuntaria, las palabras surgieron, logrando ver aquel destello de luz, el cual impacto en el cuerpo de Bastián y Ethan, haciéndolos caer uno a uno a las gradas junto a la puerta.
Mi mirada se dirigió a Elena, pues quizás con aquellas ondas de poder que sentí emerger de mi cuerpo podía haberla lastimado, pero se aseguro en crear un pequeño campo de refuerzo, que no le hizo algún rasguño.
-Admirable __________(T/n), me fascina ver estas escenas.- exclamó en mi dirección.
-Gracias.- murmuré, pero me acerqué para ver como estaban los demás.
Pude verlos algo adoloridos, pero iban a estar bien, así que no me preocupaba que algo peor les hubiera sucedido, Ethan me dedicó un pequeño abrazo para luego dejar un beso en mi frente por algunos segundos.
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-Definitivamente, eres mi favorita. - repitió mientras miró a Elena y luego a Bastián. - ¿No es increíble esta chica?
-Mi chica....- susurró Bastián, a quien me acerqué para abrazarlo y volver la mirada hacía ellos.
-Elena, gracias.-concluí para ver como sostenía una sonrisa en mi dirección.
-Las chicas debemos apoyarnos, como dice Adrianne. Estás lista __________(T/n), has aprendido cada hechizo de mi parte, todo lo que sé, lo sabes, Tienes el grimorio de tu abuela que te será útil en todo. Puedo decir que cumplí mi palabra de enseñarte todo. - concluyó para luego dedicarme una sonrisa.
-Eso significa que, ¿podemos irnos? - preguntó Ethan.
-No habría otro motivo para que se queden. – añadió Elena. – Le he enseñado todo, lo demás son hechizos que ella podrá aplicarlos cuando sean necesarios, pero al menos lo que se, ya le he enseñado y acerca del hechizo para romper su maldición, ella lo sabe. Diría que, al derecho y al revés, solo necesita los ingredientes.
-Lose, saber de mis padres y sino, la teoría de que mi sangre es la clave de todo. - le respondí mientras me alejé por algunos segundos de Bastián para acercarme a Ethan.
-Liberarte es mi promesa, es lo que te ofrecí y lo cumpliré. – continué. – Es tiempo de volver a Forks, iremos a la fiesta, lo he decidido.
Ethan mostró una enorme sonrisa, donde podía ver lo perfecto de sus dientes y donde desbordaba de alegría su rostro. Estaba lista en volver, aunque lo haría en un determinado tiempo, al menos sabía que era una oportunidad donde podía llegar y no tener problemas. Iba a tenerlos a todos ellos, así que no debía preocuparme de como se daría ese encuentro, claro, iba a ser algo fuerte, pero lo afrontaría, como mi tiempo aquí.
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-Claro que sí, podemos seguir practicando los mismos hechizos o puedes hasta entrenar con ellos, todo es bueno. Creo que hasta incluir a Adrianne sería mejor. - me aclaró. – Lo de magia ya lo sabes perfectamente, algo de ejercicio y pelea no te caería nada mal, en eso no soy muy buena.
-Pero nosotros sí, así que te ayudaremos. - respondió Bastián, a lo cual asentí.
Podría estar segura que si mis padres me estuvieran viendo en estos momentos, estarían más que orgullosos de lo que era, la persona en quién me había convertido y como podía proteger a quienes amaba ahora. Si tan solo hubiera podido cuando aún era pequeña. Pero aquello me recordaba que, quizás esto era de familia, que todo lo que amábamos lo hacíamos cenizas, no podía encontrar mejores palabras que esas. Elena, empezó a acomodar el lugar con un hechizo, mientras salí con ella y dejé a los chicos solos otra vez, pues aún teníamos una amplia noche por disfrutar y sacarle provecho.
No sabía mucho de cosas de hierbas, ya que casi no eran muy necesarias, pero quería que Elena me enseñe a realizar hechizos propios, dijo que podía por mi misma realizar algunos, hasta uno capaz de hacer que la ropa regrese a su estado normal cuando mi transformación volvía a la de ser un humano. Al ser lobo esta se rasgaba en mil pedazos, pero con un hechizo podía hacer una copia de esta y al querer ser humana otra vez, esta volvería a mi cuerpo de forma completa y en segundos. Eso en definitiva me importaba, ya que era difícil ver la manera de cambiarme, al estar desnuda era quedar vulnerable ante todo y saber que no iba a necesitar de cambiarme de ropa lo hacía ver mucho mejor.
