||¿No lo ves?...||T2

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Una tenue luz irrumpió en mis ojos cuando al abrir estos me encontré con el rostro de Bastián, estaba frente a mí, sentado en uno de esos camarotes y observándome, cuando pude despertar por completa de todo esto levanté la vista un poco más y sentí como una de sus manos me ayudó a sentarme.

-Si que adoras dormir.... - comentó en voz baja.

-Estaba cansada, solo quería recuperar fuerzas, además el viaje es largo. - respondí. -Cuántas horas vamos volando.

-Pues casi 3 horas y media, es la cantidad de tiempo que vienes durmiendo. -admitió mientras se acercó hasta donde yo estaba. - ¿Todo bien?

-Si, todo tranquilo, solo quería descansar, pero ahora tengo hambre - sugerí.

-Pues hay comida y debo admitir que es buena, pediré algo para ti. - sostuvo Bastián mientras se levantó. - Solo ten cuidado de despertarlo.

No comprendí aquella referencia, pero al visualizar el lugar Ethan estaba arriba del camarote, durmiendo plácidamente, quizás luego de la comida de sintió cansado y prefería dormir.

Me levante sin hacer algún ruido y me acerque hasta donde estaban los demás, por su parte Adrianne seguía en el mismo lugar, pero viendo una película, al menos eso veía por aquella pantalla grande que estaba frente a mí.

Me senté a su lado mientras ambas miramos, por suerte la aeromoza llegó con algo de comer mientras Bastián se sentó al otro extremo de donde estábamos nosotras.

-Deberías ir a descansar tú también. -sugerí.

-Estoy bien, enserio. - respondió Bastián.

-Bastián, el avión no se va a caer o nosotras no vamos a desaparecer. Tranquilo, solo toma una siesta. - contestó Adrianne. - Estaremos aquí.... Solo descansa.

-Chicas muy insistentes. - comentó entre risas para dedicarnos una sonrisa a ambas e irse al lugar donde estaba Ethan.

Claro, no sin antes despedirse de mi persona con un beso sobre la frente, algo que ya era de costumbre en él, por supuesto que mis mejillas adquirieron un tono rosado notorio, los cuales fueron vistos por Adrianne. Ella solo sostenía una gran sonrisa en sus labios y sabía que, con ello, quería decirme algo, sus ojos pedían eso.

-Lo que quieras decir, dilo ya.- comenté entre risas.

-Desde que llegué hace unas horas, veo que Bastián está más pegado a ti. - murmuró. - ¿A qué se debe eso?.

-Nada, no es nada.... Solo tuvimos una charla. - contesté.

-Uhmmmm, ¿una charla?, cuéntame eso. - sostuvo la pelinegra.

-Es imposible dejarte con la curiosidad. -añadí.

-Ya sabes, me gusta escuchar mucho. - contestó. - Solo dime, muero por saber qué es lo que tiene tan feliz a Bastián.

-Hablamos de muchas cosas, pero la principal, fue de sus sentimientos hacia mí. Ya sabes, todo eso de que le gustó - admití.

-Espera, me estás diciendo que te lo dijo, ¿a ti? Así, personalmente. - preguntó Adrianne.

-Así sucedió, me contó lo que sentía y sabe que por ahora no le puedo corresponder. - continúe.

-Por Jacob..... - susurró Adrianne.

-No es solo por Jacob, Adrianne, es por lo que paso, cuando salí de Forks, salí odiándolo. Por todo lo que pase, pero el paso del tiempo me ayudó a vivir con ello y superar esos momentos. - comenté. - Siento que todo fue a base de una conexión, además estoy tranquila, no siento nada por él, además como tú lo dijiste. No se vuelve a amar a alguien de esa forma, quizás ame a alguien mejor o menos. Quien sabe.

-Mírate.. - concluyó. - Has madurado tanto en estos más de 4 meses. Me alegra escuchar ello, se te ve feliz.

-Lo de ayer me ayudó en muchas cosas

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-Lo de ayer me ayudó en muchas cosas. No solo la plática de Bastián, también la de Rosalie, Emmett y Leah. - comenté - Me puso de buen humor, de alegría y recordé que los tengo ustedes, que hacen de mi día alfo encantador. Admito que extraño a mi familia, pero los volveré a ver, siempre pasa eso.

-Es lo bueno de ser inmortales, siempre se puede volver. Sin importar los años. - susurró cerca de mí, mientras me daba un pequeño abrazo. -Me confirmó en ser la madrina de tu noviazgo con Bastián.

-Definitivamente estás loca. - susurré y me uní a su risa para seguir comiendo.

-¿No lo ves?, ese chico babea por ti.- me dedico un leve guiño Adrianne.

-Claro que lo veo, ya te dije que me lo confesó, pero es difícil. – susurré lo último mientras volvía a comer un poco.

-Tampoco es que te casarás con él mañana. - frunció un poco la nariz Adrianne para sonreírme.

-Si, no me refería a ello, tengo la ligera impresión de que causo daño a la gente que me rodea y no quisiera causarle ese pesar, no a él, Bastián es un chico increíble. – comenté con una ligera sonrisa. – No es solo uno de mis mejores amigos, me protege hasta como si fuera su familia.

-Es por que para él tu eres familia _____(T/n). Bastián no es el típico chico que lo obtiene todo fácil, por el contrario, le gusta ganarse las cosas, obtenerlas pero que sufra ante ello. No ha tenido mucho contacto con chicas, por temor a que en algún momento en un arranque de ira las matará, por ello para no desencadenar su maldición se alejó. – añadió Adrianne. - Y fue ahí que Ethan llegó a su vida, lo vio más que un padre a él que a su propio papá y eso que su padre tiene el gen lobo. Solo que al ser personas inexpertas y no saber lo que realmente son, imposibilito las cosas.

-¿Cómo sabes tanto de Bastián?. – pregunté con cierta curiosidad.

-Sin celos mi pequeña lobita. - murmuró Adrianne con una pequeña risa. - En todo el tiempo que lo conocí, me contó aquellas cosas, es más diría que se más de lo que sabe Ethan y fue por que Bastián me agrado, me recordaba a Alec, cuando lo conocí, un joven que me contó lo duró que fue su vida y claro Alec ya estaba corrompido por la maldad de mi padre, pero aún así, se merecían una vida plena.

-Pero ellos aún podrían irse de Volterra, empezar una nueva vida.- sugerí.

-Pueden si, pero no lo harán, lo mas cercano a una familia son los Vulturi, no dejarían aquello por conocer el mundo, Alec adora ser malo y Jane lo disfruta aun más, como dije, su alma ya esta corrompida. Es casi imposible que cambien. - pronuncio la pelinegra.

-Si, te entiendo perfectamente. -respondí.

-Y peor aún, no parecen tener sentimientos por los humanos, le gusta que sean comida y ya. – contestó. - ¿Acaso te imaginas a Alec acariciando un gato? O a Jane, ¿caminando de la mano con un joven? Son cosas que nunca sucederán.

Los minutos pasaban y una de la aeromoza estaba acomodando las maletas que trajimos, me sorprendió ver una de más, pues quizás no era nuestra, pero Adrianne le indicó que sí. No recordaba ese equipaje, pero bueno, quizás Adrianne después de todo quiso traer algo de Port angeles, la señorita nos informó que estábamos a 2 horas de llegar a nuestro destino y que probablemente sea a las 5am ,era una hora apropiada al menos, estaríamos a primera hora tratando de buscar un hospedaje, aunque eso se encargarían los demás. Ethan y yo tendríamos que buscar a Elena, que era nuestra misión del viaje.

Verdadero amor - Jacob Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora