||Puede llegar a consumirte||T2

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Cuando aquel recuerdo se desvaneció y pude volver a la realidad, noté unas pequeñas lágrimas que bajaron por mis mejillas. Era papá, ver un recuerdo de él, era verlo de nuevo, para mí su presencia era la que más extrañaba, vi solo unas fotos de cuando era pequeña, pero no tenía ninguna de ellas debido a que la cabaña se incendió y casi no manteníamos evidencias de mi nacimiento. Algo que ciertamente era doloroso, mi padre desde el primer instante me cuido, velo por mi seguridad y como era aún pequeña no pude hacer nada para protegerlos.

Elena abrió sus ojos con cuidado y se acercó a abrazarme, sabía que por mi mirada yo necesitaba eso, necesitaba de unos abrazos.

-Tus padres fueron muy afortunados de tener una niña tan hermosa como tú. - comentó. - Dulce _____(T/n), has que cada día valga la pena ese sacrificio, eres poderosa y la gente temía eso, pero así tus padres estén en el otro lado esperarán por ti. Lo harán.

Nuestro pequeño abrazo se detuvo para luego ver que Elena se dirigía a otro lugar, el hechizo no podía aguardar y menos sabiendo que mis amigos aún esperaban por nosotros.

-¿Qué es el otro lado? - pregunté con cierta curiosidad.

-El otro lado es como una dimensión en la cual las almas de las personas sobrenaturales descansan. Digamos que es como un paraíso para lo sobrenatural, vampiros, lobos y brujas. - respondió. - Es como si tuvieran su propia vida ahí.

-¿Se pude llegar de alguna forma ahí? ¿en trance o algo? - intervine.

-No, solo la muerte te lleva a ese lugar.... - admitió.

Era fascinante enterarme de más cosas gracias a Elena, que era una auténtica bruja y sabía más cosas de las cuales podía aprender.

Los minutos pasaron, el ritual que iba a hacer conmigo había comenzado, Elena estuvo parada frente a mi alrededor de dos horas diciendo un largo hechizo que no podía comprender, pues su idioma era extraño. Podía ver que afuera era de noche, las estrellas se podían visualizar desde aquel lugar, pues tenía un amplio techo descubierto en un lado que te permitía ver el cielo cubierto de estrellas.

Por suerte y para más entretenimiento llegó Ethan, quien parecía aún soñoliento.

-Hola bello durmiente

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-Hola bello durmiente..... - susurré.

-Ya perdí la cuenta de cuanto dormí. - respondió.

-Creí que eras un lobo, no de esos osos que hibernan. -comente entre risas.

-Graciosa, pero bueno, ¿cómo va todo por aquí.? -preguntó.

-Bien, diría que estamos ya a mitad del hechizo. - contesté emocionada.

Elena volvía hasta donde estaba y observaba nuevamente a Ethan.

-Deberías traerle algo de comer a _______(T/n), ha estado tanto tiempo aquí, imagino tiene hambre - comentó.

- ¿________(T/n)? - preguntó Ethan.

-Estoy bien, no tengo hambre, cuando acabemos con todo esto estaré tranquila en comer algo. - comenté.

-Bien, yo iré a comer algo y retorno. - respondió.

Y entonces pude ver nuevamente como Ethan se fue, mi mirada se colocó de nuevo en Elena que venía hasta donde yo estaba otra vez.

-Este es el último, se supone que al final debes sentir tu magia más fuerte, aquí es donde debes encargarte tú, se cuidadosa y todo con cuidado, sino la controlas puede llegar a consumirte. - admitió Elena.

A lo cual simplemente le dedicó un leve asentimiento, estaba nerviosa, aunque aún no sentía absolutamente nada, no podía pensar que era en vano lo que ella hacía. Volvió a decir aquellas palabras tan raras, las cuales no comprendía por el idioma distinto en el que estaban. Habrán pasado alrededor de unos minutos cuando algo cambio, cuando abrí nuevamente mis ojos no entendía el lugar en donde estaba, eso era extraño, por que todo estaba oscuro. Parecía que hasta una neblina había en aquel lugar, entonces un fuerte dolor azotó mis pensamientos, como si estuviera perdida en aquel lugar. Lágrimas recorrían mis ojos recordando ese dolor el cual simplemente lo hacía más intenso, ¿porque me sentía así? ¿Dónde estaba yo ahora?

¿Y ethan? ¿Y elena?, fue cuando una pregunta resonó más fuerte de lo normal.... ¿Dónde estaba papá?

El dolor recorrió cada parte de mi piel para caer de rodillas en aquel suelo oscuro y sentir que ya no había un zumbido, volvía a abrir mis ojos encontrando en aquel lugar donde estuve antes, solo que al parecer habían pasado horas, pues ya no era de noche, era otro nuevo día.

Elena estaba más lejos que antes y lucia preocupada, fue cuando sentí que mis ojos cambiaron, mostrando aquellos ojos amarillos típicos de un lobo. Alcé la vista y pude ver a Ethan, también luciendo preocupado hasta que un leve aroma captó mi atención.

-Alguien llegó a la isla

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-Alguien llegó a la isla..... - susurré.

-Espera, ¿qué? - comentó Elena.

-Es cierto... - respondió Ethan.

-Ya vuelvo.... - contestó

-¡No, ___(T/n)!. - exclamó Ethan, pero eso era tarde.

No supe por qué con tanta insistencia estaba yendo a aquel lugar, pero era como si mi cuerpo respondiera por sí solo. El aroma se hacía más intenso, pero no llegaba a reconocerlo, hasta que un sonido cerca a unos arbustos fue suficiente para alzar mis manos y golpearlo con mi magia, logrando lanzarlo cerca de un árbol. Fue tanto el impacto, que hasta el árbol sonó como si este se hubiera quebrado y el cuerpo caído bajo él.

Me acerqué sigilosa, pero aun estando a la expectativa con mis manos ante otra amenaza, pero al acercarme pude ver que el cuerpo caído era muy conocido para mí.

-Oh no, Bastian..... –

Verdadero amor - Jacob Black y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora