Capítulo 5 Part 2

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Él se detuvo en la carretera frente a una tienda de conveniencia, me mantuve con la cabeza recargada sobre él vidrio con mi vista perdida.

—¿Hay algo...que quieras hacer?—se dirigió a mí,—Incluso si quieres que siga manejando sin un destino lo haré—me miró, me mantuve en silencio y mi vista bajó a mis manos unidas entre sí,—Mmm, tal vez ¿quieres ir a comer algo delicioso?—trató de ser un poco entusiasta.

—Mamá...solía decir que el picante ayuda cuando alguien esta triste, me burlé por ello, sólo pensaba como una simple comida podría tener tal efecto. Pero hoy, quiero intentarlo. Quiero comer algo realmente picante—titubee y lo miré,—¿Tienes algo de dinero?—soné mi nariz.

—¿Dinero?

El un poco desconcertado abrió su cartera y me dió dinero, lo tomé. Abrí la puerta y bajé, el desorientado me siguió con la mirada, entré a la tienda de conveniencia.

{..}

—¿Por qué quisiste comer sopa instantánea? Podríamos haber ido a un buen restaurante—contó recargado en el cofre del coche bebiendo café caliente.

—¿Buen restaurante?—bufé por lo bajo,–¿Qué hay con comer aquí?—observé la vista de la carretera,–Es agradable y fresco.

—Supongo que tienes razón. La vista es agradable—me miró.

Comencé a comer mientras las lágrimas caían sobre mi rostro.

—Esto...es picoso—conté y sonreí,—Escuché que era la sopa más picante que había.

—Déjame ver—dijo, él acercó su mano y tomó los palillos para llevarlos a su boca. Incómoda me alejé un poco.

—De verdad, eres confianzudo—repliqué un poco molesta, aunque podría simplemente dejarlo pasar debido a mi estado de ánimo.

—Es picante—concordó y sonrió con su boca llena.

Desvíe mi vista de el.

—¿Como puede estar tan picoso? Esto en serio me está haciendo llorar–le avisé nerviosa.

—Esta bien. No miraré—volvió su vista al frente.

—Oye. Es sólo...el picante—me excusé,—Estoy seca. No hay mas lágrimas por derramar—le aseguré,—Sólo, iré al baño un momento—me alejé apresurada, entré al super y me dirigí a los baños.

Entré a los sanitarios y me detuve por un momento.

Empuje una puerta y entré. Me senté en la taza y subí mis pies, me abracé a mi misma.

Mamá regañándome para que limpiara mi habitación, regañándome para que me peinará y duchara...no debí darle ese tipos de problemas a mamá.

—Entonces...¿por que fue así?

Todos nuestros recuerdos son fríos y llenos de arrepentimientos porqué ahora no estás aquí.

Escondí mi cabeza en mis rodillas y comencé a llorar durante los próximos segundos.

Me detuve al ver mi rodilla sangrando. Levanté mi pantalón y vi el raspón. ¿Como...-
Debe haber sido cuando caí al suelo.

Al salir me dirigí a los lavabos, abrí la llave y lavé mis manos.

Moje mi rostro y me detuve frente al espejo.

Tomé una toalla de papel y sequé mi rostro.

—Disculpa, ¿estás bien?—una señora mayor me observó a mi costado,—No quiero ser entrometida pero te escuché llorar.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora