Capítulo 34

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—¿Has llegado?—se escuchó la voz distorsionada, caminé por los pasillos con desespero.

—¿Donde está? ¿Está bien? ¡Maldita sea donde se encuentra!

{..}

Entre al departamento buscándolo con la mirada cuando vi a un hombre de espaldas en el suelo.

Abrí mis ojos al verlo con sangre brotando por su traje de vestir.

—¡No!

Me dejé caer al suelo y comencé a moverlo con desesperación, trate de girarlo pero mis ojos se abrieron aun más al ver el rostro de la persona. No era Seoyoon , era el padre de Jason.

Observé mis manos con sangre y me puse de pie observando a mi alrededor.

—¿Está es la casa del padre de Jason?–negué. Una llamada llegó a mi teléfono, con temor lo tomé entre mis manos llenas de sangre.

—¿Te encuentras sorprendida, cierto?—preguntó la voz distorsiona. —Siento lástima por ti. Alejaremos a todas las personas que te rodean. Incluso Jason—rió la voz.

—¿Taeyang? ¿¡Choi Tae Yang eres tú!?

Colgaron y mi teléfono cayó al suelo. Negué.

—Tengo que salir de aquí. Tengo que decirle a Jason lo que está pasando–negué al ver el cuerpo. —Sr Roben. ¡Sr Roben responda!–solloce. Toque su pulso, sentí mi rostro ponerse pálido. Estaba muerto.

—Hemos recibido una llamada anónima–escuché una voz en los pasillos y pasos aproximarse. Me puse de pie observando la puerta abierta.

De pronto la policia entro, al verme inmediatamente me detuvieron y esposaron.

—¡No! ¡No! ¡Yo no lo hice!–grité forcejeando.

—No hay pulso, está muerto. Lo mato–murmuró uno de ellos. Mis lágrimas caían.

Un Jason agitado y acelerado entró al departamento, con lágrimas en sus ojos comenzó a negar, corrió hasta su padre y se lo impidieron.

—¿Quien fue? ¡Quien demonios lo hizo!–le gritó a uno de los policías, trague saliva. —¡Papá! ¡Papa por favor responde!–gritó y de pronto giró a su izquierda encontrándose con mi mirada.

—Está mujer fue encontrada a su lado.

El negó con lágrimas en sus ojos.

—No–titubeó.

El se puso de pie tratando de caminar lentamente hacía mi, por su debilidad cayó al suelo y de inmediato lo auxiliaron. Levantó sus ojos y su vista me miró. —¿Tu...lo hiciste?

Negué lentamente.

—¡No! ¡No lo hice! ¡Juro que no lo hice!–grité llorando hacía el.

Se soltó del agarre de los policías.

El negó alejándose y se dio una vuelta dándome la espalda.

{...}

—¿Por que me estás haciendo esto?—fuí directa hacía Sujin.

—Tu. ¿recuerdas esto?—me mostró una fotografía de una casa a través del cristal de visitas. Negué.

—¿No? ¿No lo recuerdas?—trató de controlar su voz enfurecida,—¿No lo haces porqué perdiste la memoria?—replicó con lágrimas en sus ojos,—Odio que no puedas recordarlo. Así que te haré pagar el doble hasta que lo hagas.

Retrocedí un poco.

—De verdad no tengo idea de lo que estás hablando...—murmuré agobiada.

—Mira bien esta fotografía—la pegó en el cristal con la palma de su mano,—Este era mi hogar. Todo esto desapareció debido a ti. ¡Todo fue tu culpa! Debido a ti—gritó haciendo que los demás visitantes y policías guardias giraran a verla.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora