Capítulo 27

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Una puerta se abrió y luces de colores ilustradas a través de un proyector asimilando fuegos artificiales en el techo relucieron.

Esa habitación misteriosa con un código de seguridad ahora era visible para mis ojos.

Un estudio de grabación oculto.

El me bajó.

—Aquí—me entregó la caja, descubrí el papel y lo rompí dejando ver un cristal con una imagen de él asimilando una reproducción de una canción.

Mi vista subió a él.

—¿Que significa esto?

—Tu regaló. Esto es algo que nunca nadie tendrá. Sólo tú.

Sonreí divertida y una canción se comenzó a reproducir en las bocinas del estudio.

Me mantuve inmóvil frente a él proyector y las luces led.

Mi vista viajó a él.

—¿Hiciste una canción para mí?

El asintió por lo bajo un poco indeciso.

—Fue un sueño frustrado de adolescente. Pero no importa ahora porqué estoy haciendo ese esperado debut frente a la persona que me gusta. Para mí eres como un billón de personas frente a mí.

—¿Soy...tanto?

—Lo eres—confesó, el desvió su vista y se quejó por lo bajo,—Curiosamente, estoy tan nervioso ahora que estás aquí—confesó.

—¿En serio?—reí y el también rió.

—No te burles.

—Eso es lindo—me acerqué y sonreí divertida.

Lo observé a mi costado, en su rostro se reflejaban las luces de colores del protector frente a nosotros.

Mi corazón es frío como el invierno y un pedazo de hielo en un congelador.

Pero estás haciendo doler mi corazón de lo mucho que te quiero. ¿Como puedes hacer eso? ¿No puedes ser un poco defectuoso? Así no te querré lo suficiente. Tan solo me haces querer estar contigo siempre.

Llorar y correr a tus brazos, tan sólo para sentirme protegida.

Miró hacía mí y se sorprendió.

—Estás...¿llorando?—se acercó un poco.

Observé su rostro.

¿Por qué, me haces sentir tan vulnerable cuando estoy a tu lado?

—¿Como no podría hacerlo?—me quejé y golpeé su hombro,—¿No pudiste sólo comprar algo extremadamente caro y envolverlo? ¿No pudiste hacer sólo eso?

—¿Hm? ¿Preferirías un bolso? No. Un collar. ¿Te habría gustado más eso?—rascó su nuca y se quejó por lo bajo,—Lo sabía—titubeó por lo bajo.

—Claro que no—replique.

El me miro confundido.

Lo abracé fuerte sujetándolo.

—Es el mejor regalo. De verdad—murmuré en sus brazos.

—Pero, aún hay algo que quiero darte.

—¿Que es?—me torne curiosa.

El camino a su costado y me entregó una caja.

—Esto, ábrelo.

Sonreí emocionada y lo abrí.

Era una pequeña caja y saqué un collar con una pequeña Torre Namsan. Lo miré.

—¿Que es esto? Es lindo.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora