Capítulo 13 "Tengo diecisiete"

717 58 6
                                    

Entre al lugar rodeado de gente, las mesas estaban ocupadas y había gente cantando en un pequeño escenario karaoke.

Caminé observando mi alrededor y me senté en la barra dónde Go Mi Na llegó primero.

Observé detenidamente a mi alrededor, nunca había estado en un lugar así. Y nunca pensé que mi primera vez sería con una desconocida.

—¿Quiere algo en especial?—preguntó él empleado.

Negué y ajusté mi bolso girando alrededor.

—¡Si! ¡Dos exprés!—respondió Mi Na a mi lado.

—Disculpa—toque su hombro—,ella giró a mí,–Yo no bebo.

{..}

—¡Mueve tú trasero!–exclamó Mina, éramos el centro de atención mientras bailábamos.

La gente que estaba bebiendo se había puesto de pie y otros simplemente observaban desde sus lugares.

—Oye, creo que vomitaré –tocó su estómago.

Su aspecto era una locura, había soltado su cabello y sus lentes habían desaparecido. Probablemente se encontraban en algún rincón del bar.

No le tome importancia y bebí de mi copa terminando lo que quedaba de líquido en ella mientras cerré mis ojos y me moví mostrando mis mejores movimientos.

—En serio. Me siento mal—titubeo Mi Na.

—¡A mi también me gusta mucho está canción!

Alguien tocó mi hombro y abrí mis ojos deteniéndome. Ella señaló atrás.

—Él...¿estoy alucinando?

Giré a mi costado izquierdo al ver una silueta caminar hacía nosotros. ¿Era un policía?

¿Es porqué soy menor de edad?

—¡Juro que ella me insistió a entrar!—la señalé—Estoy por cumplir los dieciocho así que por lo tanto me falta sólo...sólo un año más para los diecinueve–levanté mis manos en seña de culpa—Arrésteme pero no le diga a Papá–cerré mis ojos y estire mis manos hacía el.

—¿Eh?

Aún con mis ojos cerrados, traté de abrir sólo uno, mi vista se había puesto borrosa y no logré reconocer su rostro.

Baje mis manos al ver su atuendo, no parecía policía.

—Tu amiga está mal, las llevaré a casa.

fruncí el ceño y me aleje caminando hacia el pequeño escenario a donde había ido la demás gente. De pronto él me tomó del brazo y me giró hacía el.

—Vámonos.

—Si no eres un policía no tengo nada más que hablar contigo—me solté de su agarre—¡No nos iremos con un desconocido! Tenemos dignidad–le aseguré.

—Tu secretaria está en mi coche.

—¿Que?–abrí mi boca en asombro girando hacia mi alrededor—¡Maldito loco! ¡Que ella sea una desconocida, dolor de cabeza y huela mal debido al alcohol no te da derecho a robártela!—comencé a golpearlo,–¡Devuélvela!

—Sra, ¿está teniendo problemas?—se acercó el hombre mayor llegando a mi costado, la gente alrededor comenzó a correrlo y me sentí victoriosa y triunfante.

—Bien—levantó sus manos en el airé, las bajo y sacó su teléfono—Llamaré a alguien para que venga por ti—me dijo mientras y llevó su teléfono a su oído, se dio la espalda y salió de ahí. Este tipo...

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora