¿Qué pasó ayer?

Capitulo 19 "Investigación del 2023"

Choqué contra ellos con una enorme sonrisa en mi rostro tras la emoción.

Estos se sorprendieron y comenzaron a llorar por el impacto del juego y por supuesto: haber perdido.

Seoyoon me miró asombrado mientras reverse alejándome de ellos y comenzar acorralar a los demás coches ágilmente. El divertido sonrió a mi dirección, se sujetó.

Estos no se esperaban el golpe, en cuestión de segundos los junte a todos en una esquina.

—¡Jaque mate! ¡Gané!—anuncié al ponerme de pie sonriente.

La gente de los pequeños coches me miraban sorprendidos mientras estaban acorralados contra la pared, tomé la mano de Seoyoon y salí del coche dirigiéndome a la salida.

—¿Porqué tomárselo tan en serio cuando es una adulta?—escuché chisquillar a una de las madres,—No llores cariño, la próxima ganaremos.

Me burlé.

—¿Eras tan buena jugando a los coches?—preguntó sorprendido—Nunca había visto a alguien hacer eso. Fue genial.

—Cuando era pequeña mi abuela me llevó a un parque de diversiones, dijo que si derribaba a todos allí me compraría la muñeca que quería, era una muñeca realmente cara. Pasamos bastante tiempo allí, entonces lo logré—le conté.

—Confirmó lo ambiciosa que puedes ser—me miró y siguió su camino.

—¡Oh, mira ese!—sollocé al ver el juego de puntería y lo señalé, el me miró,—Siempre quise intentarlo, pero mamá siempre decía que era dinero perdido y que no valía la pena.

—¿Quieres ir allí e intentarlo?—preguntó y lo miré con emoción.

—¿Puedo?

—¿Por que me pedirías permiso?—sonrió divertido.

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—Oye...no tienes que intentarlo y gastar dinero, puedo cómpratelo—sacó su billetera y billetes tras varios intentos fallidos.

—Oye, tan sólo soy un poco mala porqué nunca antes lo intenté, pero, está vez lo lograré—aseguré.

Me puse en posición y tomé las pelotas y las aventé para derribar las botellas.

—Uno...dos...tres...cuatro. ¡Lo hice!—sollocé y sonreí cuando el señor me entregó el aguacate de peluche.

Lo observé victoriosa y giré hacía él.

—¿Es lindo, verdad? Tiene sus mejillas rosadas—se lo mostré.

—Es lindo—confirmó y me acerqué a él.

—Tóma, es para ti—se lo entregué y me miró sorprendido, me giré dándole la espalda dirigiéndome hacía la comida.

Al ver que no estaba caminando a mi lado, giré hacía atrás y lo vi parado mientras me observaba, me regresé y corrí para llegar hacía el.

—Anda, vamos—tomé su brazo y lo atraje conmigo.

—Oye, aquel día. ¿Como sabias que él arma era de juguete? Ni si quiera yo pude identificarlo.

—¿Porqué tendrías que saberlo? ¿Porqué eres hombre?—reí por lo bajo,—Lo supe desde un instante, en mis tiempos libres solía ir a la estación de policía a menudo. Allí aprendí que es difícil conseguir un arma ilegal y que son caras, por lo tanto los asaltantes utilizan armas falsas. ¿Porqué crees que nuestro país es tan seguro?

El sonrió por mi conocimiento.

—Te estás volviendo tan atractiva—bromeó.

—Soy siempre atractiva—presumí.