Cap 54

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—No—sonreí sin mostrar mis dientes,—Gracias a él, ahora sé que no puedo enterrar nuestros recuerdos...sólo tengo que seguir así. Dejarlos atrás y crear recuerdos nuevos para el futuro.

Su rostro era entre sorpresa y confusión

—Sabes...antes, sufría por ver su rostro por todos lados, sólo quería verlo, abrazarlo, decirle cuanto lo extrañaba. Pero, yo estaba pensando en aquel Seoyoon del dos mil veintiocho, es ahora que me doy cuenta de eso.

Me miró atenta hacía mis siguientes palabras.

—Pero ahora, sé que puedo estar sin el, porque se que no es el mismo. El Seoyoon del cual me enamoré no existe más. No puedo aferrarme a su apariencia. Y a los recuerdos que vienen con su rostro. Él Lee Seo Yoon actual no me gusta. No importa cuán exactos físicamente sean. Estuve confundida todo este tiempo.

Una sonrisa conmocionada se asomó en su rostro y me abrazo inesperadamente.

—No...no sabes la alegría que siento al escuchar eso.

—Así que no te preocupes—le sonreí a medias.

—¿Pedimos Pizza esta noche?

Asentí feliz.

{...}

Llegue a la universidad un poco ajetreada.

Jason levantó su brazo en el airé saludándome.

No pude evitar sonreír de vuelta.

Me acerqué corriendo hacía el feliz.

—¿Ganaste la lotería?

—¿Por que?

—Luces feliz.

—Dejé algo atrás...es sólo eso.

—Debió ser una carga para ti.

—¿De que hablas?

—Lee Seoyoon. Me alegra que esté libre—mencionó inesperadamente y mi sonrisa se borró,—Es un alivió. Se estaba tomando atribuciones—contó mientras caminaba a mi lado,—¿puedes creer que cuando te fui a buscar no me dejo entrar?

—No hablemos de ello—pedí y me detuve en seco.—Por cierto, ¿Cuánto gastaste? Dime la cantidad, te lo pagaré. El boleto de avión.

—No tienes que hacerlo. ¿Hasta ahora leíste el sobre? Pensé que seguirías preguntando cosas sobre Nuri.

Reí por lo bajo.

—Roben. ¿Quién hace cartas en el siglo veintiuno?

—Yo lo hago.

—Debes hacerlo a menudo—bromeé,—¿Cuanto...costó?—pregunté una vez más.

—Sí lo quieres saber tendrá que ser una vez que regreses.

—¿Hasta que regresé?

—Sí, en una semana.

{Una semana después}

—¡Ay realmente no puedo creerlo!—chillo una chica por mi lado, la miré extraña y seguí mi camino con libros en mis manos para dirigirme a la primera clase.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora