Capítulo 25 Parte 4 "La vida de adulto, no me gusta"

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Tras varias horas estudiando observé el reloj. Arrugue de nuevo la hoja de papel dejándola caer al suelo donde había muchas de ellas.

2:04AM.

—¿En que momento se convirtió este desastre?

Mire las hojas esparcidas por el suelo y escritorio.

Me levanté y comencé a recogerlas, de mis brazos cayeron algunas y me senté en el suelo y las lágrimas molesta cayeron.

La empresa está cayendo y no hay mucho que puedo hacer por ello. Ni sí quiera puedo obtener una buena idea porqué soy incompetente.

—¿Somi? ¿Que haces despierta?

Giré hacía el pasillo y vi a Seoyoon adormilado me observó mientras bostezaba y trataba de aclarar su vista.

Él froto sus ojos para caminar hacia mi.

Observó todos mis intentos en hojas de papel arrugadas esparcidas sobre el suelo y aclaró su garganta.

—Vamos a dormir–me pidió.

—Seoyoon...—titubee.

El se agachó y se sentó a mi lado.

—Trato de comenzar una colección—murmuré desanimada,—Sabes investigué mucho, me siento tan cansada pero de verdad no puedo pensar en nada brillanté—lo miré con mis ojos llorosos.

El se acercó y me abrazo.

—Está bien, todos tenemos esos momentos.

Negué.

—¿Como te sentirías con una responsabilidad que cayó sobre ti en tan sólo instantes? Seoyoon, ¿Que voy hacer?—pregunté con angustia,—Yo no soy buena en esto.

—Nadie nace sabiendo, todo lleva tiempo. No te presiones así, ¿mhn?–aparto un mechón de mi cabello y me miró.

—La vida de adulto es dura, no me gusta.

—A nadie le gusta. Solamente aprendes a vivir de esa manera.

— ¿Y sí lo pierdo todo? Nadie quiere relacionarse con la compañía y están cancelando contratos debido al alboroto que ocasione. ¿Crees que pueda mantenerse así durante un tiempo?

—Somi, eres más que una diseñadora, eres más que tus preocupaciones y miedos. Antes que todas esas responsabilidades estás tu, tu salud mental es lo más importante. Olvídate de todo por hoy—acarició mi mejilla.

—¿No es eso irresponsable?

—Lo es pero hay una delgada línea entre ser feliz y el trabajo. ¿Que decides ahora? Ser feliz—mostró su mano izquierda,—O trabajar—mostró esta vez la derecha y sonrió.

Sonreí divertida y toque la derecha, el la abrió.

—Vamos. Sube a mi espalda–pidió inclinándose, subí a él abrazando su cuello y reposando mi cabeza en su hombro.

—¿Está bien si finjo estar dormida?

—Bien, solo no babees en mi.

Lo vi sonreír de reojo.

—Somi—murmuró mientras caminaba.

—¿Mhn?

—Cuando estés triste, está bien llorar, quejarte y decir como te sientes, porque somos humanos. Pero una vez que te desahogues deberías siempre buscar una distracción. Después de eso es garantizado que estarás bien.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora