¿Eres actualmente una fan? entonces esta fanfic es para ti.
Todo comenzó como una broma. Pero, ¿que pasaría sí un día despiertas trece años después casada con el chico de tus sueños?
La caracteriza su despreocupada apariencia y malas notas debido a...
Baje del metro y suspiré al girar a mi alrededor. Había demasiada gente y la terminal era muy grande.
Trátame bien, Gangnam-gu. ¡Por favor!
Me apresuré a la salida junto a mi maleta. Detuve a un taxi y subí a él.
—A esta dirección, por favor—le mostré el papel con la dirección de Man Wol. El taxi avanzó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
{..}
Levanté mi vista a la pequeña.
Mordí mi labio nerviosa y toque el timbre, el taxi se marchó.
{Flashback}
—Oye, lo sabes ahora—levantó su voz,—No soy una extraña, soy tu tía—recordó,—No soy una entrometida, soy tu familia así que quiero saber todo lo que sucede.
La miré.
—No creo poder llamarla de esa manera algún día. Usted siempre será la Sra Kang Manwol para mí. Mi mamá es hija única y no tengo tías—recalque,—Usted, no es mi familia.
{Fin del flashback}
Por favor recíbame Sra Kang Man Wol. Sea buena y paciente conmigo. Y perdóneme por todo.
En cuestión de segundos la puerta se abrió y la ví. En su rostro había confusión y desconcierto.
—Hola—la saludé, me sentí feliz de verla de nuevo. Después de un año, sonreí a medias y ella observó mi maleta para luego mirarme de nuevo.
—¿Quien eres tú?—se dirigió a mí con firmeza.
—¿No...me recuerda?—sentí decepción y la sonrisa de mi rostro se borró,—Ah...Soy...Park So Mi—me presente y levanté mi mano en el airé,—Soy hija de Shin Yeodan. He venido desde Daejeon.
—¿Que haces aquí?
—¿Eh?—tragué saliva,—Lo siento, venir de esta manera.
Tome mi maleta y entré apresurada.
—¡Oye!—levantó su voz, al girar a mí estaba sentada sobre el sofá y sonreí a ella,—Eres alguien deicida, parece que tienes grandes planes con esa maleta de lado.
Trate de no evitar reír, la primera vez que la conocí. Ella también llegó con la maleta a mi casa.
—Mhn. Seré directa—me levanté,—Pienso quedarme aquí con usted, entré a la universidad y no tengo otro familiar con quien quedarme. Ayudaré con los gastos de la casa y seré responsable. Daré mi mejor esfuerzo por no causarle problemas, tía—me anime.
Ella me observó sorprendida.
—¿Que dices? ¿Tus padres saben que estás aquí? ¿A caso no sabes que tu mamá me odia?
—Sí, pero ustedes se odien no es problema mío. Y esto, fue una decisión que tome por mi cuenta. No pedí permiso de mis padres—confesé,—¿Tiene una habitación disponible?
