¿Qué pasó ayer?

Capítulo 25 Part 3

—¿Con quien tengo el placer?–sonrió el detrás del teléfono.

—¿Por que tan de prisa? esto recién está comenzando—respondió ella. —Se que quieres quedarte con toda la fortuna de Lee Seo Yoon.

—Correcto.

—Entonces te ayudaré.

—Eso me agrada escuchar. ¿Pero que ganarás tú a cambio?

—A Lee Seo Yoon.

—¿Lee Seo Yoon?–preguntó el confundido.

—Es lo que ganaré—embozó una sonrisa,—Veámonos. Ahora–pidió ella.

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Los tacones de ella se escucharon por el almacén vacío donde se quedaron de ver. Eran las las once de la noche. El se encontraba de espalda y giró para encontrarse con ella.

—¿Y tú eres?

—Su secretaria–sonrió.

—¿La secretaria de Lee?–sonrió ampliamente para comenzar a reír,—Siento como si me acabara de sacar la lotería.

El se acercó a ella y metió ambas manos dentro de su pantalón. —¿Entonces quieres acabar a Lee?–sonrió el,–Parece que tenemos bastante en común. Se alejó de él.

—No confundas las cosas. No te equivoques–negó ella imponente cerca de su rostro,—Quiero acabar a su esposa, Lee tiene que salir ileso. Sí algo le sucede no..-

—No me gusta que me den órdenes–la cayó el. Ella aclaró su garganta y se alejó.

—Ambos nos beneficiaríamos. Se que hiciste un fraude hacía la empresa de SeoYoon hace años. Hagámoslo de nuevo. Te quedarás con todo el dinero que es lo que siempre has querido...solo que está vez no serás el culpable de ello–sonrió ella con el plan en mente. El arqueo una de sus cejas.

—¿Entonces lo único que tengo que hacer es el fraude y seré dueño de todo?–rió,—Esto se escucha bastante maravilloso para ser verdad. ¿Como puedo confiar en ti?

—Seré de bastante ayuda ya que te facilitaré las cosas y te ayudaré a acceder a datos confidenciales. No hay opción dos. Es creerme o abandonas el trato–soltó ella.

—Estoy segura que será bastante satisfactorio para ti ver como él sufre por la traición de su adorada esposa–sonrió ella satisfecha.

Sabía que su plan era perfecto por qué había elegido a la persona correcta. Ella no sabía nada de transacciones ni cómo hacerlo. Pero el sí. El no se podría negar ya que el la necesitaba a ella para conseguir todos esos accesos privados de la empresa y lo que siempre había querido. Y ella lo necesitaba para llevar a cabo el plan.

—¿Que es lo que estás tratando de decir?

—Culparé a Park So Mi.

El permaneció en silencio durante segundos al igual que ella esperando deseosa por un sí. Una sonrisa se formó en el rostro de ambos.

—Aún no me has dicho tu nombre–el levantó una de sus cejas,–¿Con quién tengo el gusto?

—Han Su Jin–se presentó,—Mucho gusto, Choi Taeyang.