—¿Quién eres?—escuché la voz de Taeyang detrás de mí.
¿El no debería estar con Min? me queje mentalmente. Con el casete en mano sentí ponerme pálida frente a él detrás de mi.
Lo guardé en mi sudadera holgada y giré lentamente a él. Baje el gorro de mi sudadera descubriendo mi cara.
—Ha sido un tiempo, Choi Tae Yang—salude al verlo de frente.
Oficialmente nuestro primer encuentro.
Frunció el ceño.
—¿Nos hemos visto antes? Siento que lo he hecho y es molesto no poder recordarlo.
—Nos hemos visto más veces de las que imaginas, pero si recordarás. Solo sería una. Y supongo que esta es la menos desagradable ya que no tienes una pistola en mano, ¿o lo haces?—lo interrogué directa.
—¿Qué?—se confundió.
—El viejo tú estaría realmente feliz de encontrarme en su departamento pero este parece estar demasiado asustado. ¿Ocultas algo? ¿O por qué lo haces?—desafié.
Pareció molestarse.
—Eres una simple mujer, ¿pero estás tratando de intimidarme?—se burló y dio un paso al frente. —¿No deberías estar asustada? ¿De estar sola en el departamento de un hombre? Si fuera tú, lo estaría—amenazo,—Te has metido a la casa de alguien más.
—Sí lo hiciera. ¿Crees que estaría aquí?—sonreí maliciosa.
—No iré con rodeos. ¿Quién eres? ¿Que es lo que sabes? ¿Por que viniste? ¿O...Quién te mando?—levantó una de sus cejas acercándose a mí.
También caminé acercándome a él lo que le sorprendió pensando que retorcería. El se detuvo y también lo hice al estar lo suficientemente cerca.
—Pon atención a lo que dire y no lo olvides, sé más de lo que imaginas por lo que él asustado deberías ser tu. ¿Quién me mando? Actuó por mi misma, pero esto. Lo hago por mi novio—respondí firme. —Es una lástima, que no puedas recordarlo—golpeé su hombro con mi hombro tratando de salir, pero el me tomó del brazo inesperadamente y me sujeto del cuello bruscamente, el casete cayó y el miró hacía el suelo.
—Seoyoon—murmuró entre dientes. Lo miré. —¿No eres lo demasiado valiente para venir aquí tú sola?—se burló y con coraje me sujeto aún más. Tosí por falta de aire pero mordí mi labio evitando quejarme ante él.
Cerré mis ojos soportando el dolor y la falta de respiración, esté me soltó y me aventó en el suelo. Saco una pistola de su bolsillo del pantalón y me apuntó con una sonrisa en su rostro.
—Acertaste, había una justo en mi bolsillo.
Mi respiración estaba agitada y con dolor toqué mi cuello. Levanté mi vista y lo miré.
—Es un alivió—traté de sonreír entre el dolor.
—¿Que?—la sonrisa se borró de su rostro. —¿Que es un alivió?—me interrogó con inquietud.
—Conocerte—mencione con dificultad y traté de ponerme de pie con un poco de mareó. Caminé acercándome a él mientras él seguía apuntando hacia mí. —No podrás disparar—me detuve frente a él. Me miró profundamente.
—¿Quieres ver que lo haga?—amenazo serio.
Si las cosas eran y estaban ocurriendo semejantes a mi primer encuentro con Taeyang. Su pistola no tendría balas. Justo como aquella vez. Porque el tenía una de repuesto.
Pero si en eso no había semejanza con el futuro podría estar corriendo el riesgo. Aún así, tomaría el riesgo.
Tenía que encontrar su segunda arma. Miré hacia mi alrededor sin mover mi cabeza. Vi en la Mesa de su comedor un trapo abultado, esa era. Si mis movimientos eran veloces, el llegaría hacia la mesa por la pistola con balas en aproximadamente tres segundos. Así que yo tenía que hacer dos segundos en recoger el casete del suelo y huir.
Ahora.
—No podrás hacerlo. Por qué no tienes balas—afirmé con seguridad.
Su rostro se desencajó y vi sus ojos observar hacía la mesa, de inmediato el corrió hacía ella y yo por el casete al suelo. Resbalé y me levanté de nuevo, al salir por la puerta escuché un balazo.
—¡Alto ahí!—gritó molesto entre los pasillos. Me mantuve inmóvil. —Dame ese maldito casete.
Gire a él.
—No lo haré—respondí firme.
Vi lentamente como el giró el gatillo y presionó a mi dirección cuando de pronto alguien me tomó del brazo haciéndome caer al suelo y la bala cayó haciendo un agujero en la pared.
—Vamos, levántate—pidió Min, ambos comenzamos a correr por los pasillo. Una alarma sonó y nos perdimos al bajar por las escaleras.
—Parece que tiene cámaras enlazadas con su teléfono, el vino de inmediato aquí —me contó agitado mientras bajábamos las escaleras del edificio debido a que él elevador tomaría mucho.
Salimos del edificio y subimos al coche, este avanzó de inmediato. Gire hacia atrás para ver cómo nos alejábamos del departamento.
—No nos está siguiendo, baja la velocidad—pedí.
—No lo hace él, pero podrá hacerlo otra persona.
—Hay que llevar el casete cuanto antes a la delegación—pedí insistente. El manejando negó.
—Serás seguida e investigada, podrás estar en graves problemas legales si se enteran que lo mantuviste en tu casa. ¿Está a tu nombre? Podría ser restringida bajo investigación si eso sucede.
—Es la casa de mi Tia. No puedo meterla en problemas pero, ¿entonces que puedo hacer?
—Esperar, sólo un día más, conseguiré una persona anónima que finja haber encontrado ese casete en algún basurero de la ciudad. Me pondré en contacto contigo esta noche para hablar sobre ello. Si te dejo aquí, ¿estarás segura camino a casa?
Asentí y baje del auto.
—No vemos—le di la espalda.
—Espera—me llamó.
Giré hacia él.
—Gracias, si todo sale bien. SeoYoon estará libre debido a ti.
El vidrio subió y este se marchó.
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¿Qué pasó ayer?
Fanfiction¿Eres actualmente una fan? entonces esta fanfic es para ti. Todo comenzó como una broma. Pero, ¿que pasaría sí un día despiertas trece años después casada con el chico de tus sueños? La caracteriza su despreocupada apariencia y malas notas debido a...