Cap 50 Part 2

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Él aventó su gorra negra al suelo.

—¡Quiten sus sucias manos de ella!—gritó Seo Yoon con todas sus fuerzas.

Con mis ojos cristalinos por las lágrimas lo vi venir hacía mi.

Uno de los hombres comenzó a correr huyendo.

El tipo trató de disparar hacía Seoyoon pero me levanté rápida y lo empujé, esté disparo en el airé.

Su pistola cayó al suelo y él chocó contra la pared de costado.

Seoyoon llegó a él y lo tomó de la camisa, lo aventó a la pared, le dió un puñetazo.

Los Flashback del almacén vinieron a mi tras ver cómo lo golpeaba.

Esta vez, Seoyoon no estaba siendo golpeado. Sin embargo...no podía evitar sentirme así.

Las lágrimas comenzaron repetitivamente sobre mis mejillas.

Negué mientras temblaba en el mismo lugar.

El hombre tomó valor y le dio un golpee en su rostro izquierdo, vi sangre correr por su labio haciéndolo caer.

El asaltante corrió alejándose.

Seoyoon agitado me miró.

—¿Estás bien?

—¡¿Estás loco?!—grité en el suelo con lágrimas. Su mirada recorrió mi cuerpo,—¡Debiste quedarte en casa!

—Pero, ¿porqué estás tan molesta? ¡Te acabo de salvar!

El permaneció observándome llorar desconsoladamente.

—Oye, ¿te lastimaron mucho?—bajo la voz, el se agachó y miró mis ojos, bajo su vista a mi brazo. Lo tomó para tener mejor vista del raspón recién hecho,–¿Tienes un kit médico en casa?

—Se que no me recuerdas así que no hagas cosas cómo estás. Me haces pensar que eres el antiguo Seoyoon. Es aún más molesto—me levanté.

{..}

Estaba acostada en la habitación, el se dirigió a mi con un kit de médico.

—¿Por que lo hiciste? ¿Por que saliste?

—Solo limpiaré la herida—abrió el kit y sacó una gasa junto alcohol.

—¿Qué eres? ¿Un doctor?

—Sigues diciendo incoherencias.

—Sigues haciendo cosas que no debes.

El me ignoró y la limpió la herida en mi brazo.

—Debe ser verdad, siempre estas en problemas—murmuró.

—¿Donde escuchaste eso?

—De tus amigas.

—Las chicas que vinieron no son mis amigas—aclaré,–Puedo hacerlo por mi misma. No hagas este tipo de cosas, no me ayudes, no seas amable, no establezcas conversaciones conmigo. Vuelve a ser como antes.

—Me haces molestar—respondió. Hice una mueca de dolor al sentir el alcohol,—Has hecho muchas cosas por mí y yo solo estoy limpiando tu brazo así que si tanto te molesta sólo ignóralo.

El se mantuvo inmóvil por segundos, mi vista viajó hacia sus ojos y lo percaté observándome.

Apartó el cabello de mi rostro y mantuvo su mano ahí.

—¿Qué haces?—pregunté incomoda.

—También tu frente está roja—murmuró y bajo su vista,—Toma esto—me mostró la pastilla y el agua—Te hará sentir mejor.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora