[Avance del próximo capitulo]

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Mis tacones se escucharon llamando la atención del ahora silencioso lugar.

—¡Oye!—grité.

La mirada de Seoyoon se encontró con la mía y se sorprendió.

—Somi—murmuró.

Se levantó de inmediato.

—Ah, ¿quieres unirte?—el asaltante giró a mí tras llamar la atención de todos,—Creo que también puedo conseguir cosas buenas de ti—soltó burlesco.

Su vista recorrió mis zapatillas altas, mi vestido caro de cuadros y bolso de diseñador.

Me mantuve frente a él sin apartar mi vista de sus ojos.

Seoyoon se levantó de inmediato y trató de protegerme. Llegó a mí.

—No te muevas, tan sólo cierra los ojos. Todo estará bien—se puso de espalda frente a mí,—Le daré lo que pide—me contó por lo bajo.

Mi vista viajó a él.

Nunca nadie, había intentado protegerme.

Ni si quiera Papá lo había hecho.

Él, era el primero.

El de inmediato comenzó a buscar entre sus cosas y tiró su cartera al suelo.

Me mantuve observando la situación.

—Creo que ella vale más de lo que está en el suelo—se tornó curioso,—Hazte aún lado—él asaltante lo aventó hacía el suelo bruscamente evitando que me protegiera. Se escucharon los sollozos de la gente alrededor.

—¿Qué están haciendo con él?—pregunte entré dientes en tono molesto, pase mi bolso con tirantes largos por mi cuello.

—Tú. ¿Quién eres para entrometerte?

—No te atrevas a tocarla—lo señaló desde el suelo, lo vi hacer una pequeña mueca por algunas cosas que habían caído sobre él. Observé el raspón de sobre su brazo.

Permanecí anonada viéndolo.

Observé las bebidas rotas y las cosas sobre el suelo. ¿Quién se ha atrevido a hacerle eso a mi artista favorito?

Apreté mi puño.

Mi vista viajó al asaltante, me asombré al ver cómo apuntó con la pistola hacía a él, observé meticulosa cada detalle.

—Estás haciendo mi trabajo más lento de lo habitual, sal de aquí.

Vi como el tipo trató de acercarse a él, fui veloz, me acerqué y metí mi pie haciéndolo caer junto a la mesa rota. El otro tipo vino a mi, aventé una patada en el airé y lo golpeé. Este cayó.

—Tampoco, se atreva a tocar a mi esposo—afirmé mirándolo a los ojos.

Él ahora estaba sobre el suelo.

Posé mi pie en su estomago.

El otro hombre recogió la pistola en el suelo y la señaló hacía mí.

—Señor, soy muy grande para jugar—solté con ironía,—Eish—aventé airé con mis manos,—Me está haciendo sudar. ¿Que hará sí mi maquillaje se estropea?

—¿Que estás diciendo?

—Su arma es de juguete—la apreté en mi puño,—Woah—me burlé,—Aún así debió costar cara. Es de buena calidad, ¿donde la compro?

Seoyoon me miró asombrado, se levantó y atrapó al hombre que venía detrás de mí.

—¿Una mujer?—me miró y limpió su mejilla con sangre,—¿Como te atreves?

—Subestima demasiado—golpee su entre pierna con mi rodilla, Seoyoon lo soltó y el cayó al suelo,—Soy una mujer, que sabe taekwondo.

Tomé la mano de Seoyoon atrayéndolo conmigo saliendo del lugar. Vi los policías llegar y entrar al lugar.

—¿Estás bien?

—No, ¿tú estás bien?—me miró Seoyoon con preocupación y un poco agitado.

—¿Qué dices? Estoy perfectamente bien—sonreí,—Eso fue divertido.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora